lunes, 24 de noviembre de 2014

Violencia de Género.


Hace más de treinta años que escucho hablar de equiparar a la mujer con el hombre en el tema laboral, principalmente en lo concerniente a lo que cobran ellas respecto a lo que cobramos nosotros. Son muchos años y no se avanzo nada, es muy fácil: o ellas pasan a ganar lo mismo que nosotros o nosotros lo mismo que ellas. Cortita y al pie, tuya, hacelo. No hay voluntad de ninguna clase de hacer nada y punto.  Del Maltrato a las Mujeres, la Violencia de Género, esa lacra infame que nos desborda, lo mismo; llevo años, décadas, viendo distintos programas de asistencia, de sensibilización y ningún resultado positivo, incluso las mujeres denuncian cada día más, en un acto de valentía en soledad, no hay protección suficiente para ampararlas y a sus hijos, si los tienen. No disminuye, aumenta; algo hacemos mal al educar a los bebes cuando son bebes, cuando son niños y cuando son jóvenes y en ese punto, son las madres, las mujeres, las que deben replantearse permitir ciertas conductas que degeneraran en violencia hacia otras mujeres en el futuro; son las mujeres, quienes nos educan y enseñan, la mayor parte de todo lo que aprendemos, en la infancia, momento donde hay que fijar conceptos y uno es: las nenas son como mamá, hay que respetarlas, respetarlas y respetarlas, también quererlas. En esta linea, anotar a las niñas a Judo y que aprendan a manejarse con niños y a defenderse, derivara en mujeres que nadie atropellara, porqué sabrán defenderse. O a cualquier otro sistema de defensa sin armas que les proporcione una efectividad parecida y les dote de seguridad y tranquilidad, para esquivar, el maltrato.  Las mujeres, terminaran con esto, con el machismo, cuando se lo propongan y estén hartas de verdad, de ser dianas y no lo quieran para sus hijas; cuando miren a sus hijas con visión de futuro y miren a sus hijos de igual manera y entones, se pondrán manos a la obra y el problema estará erradicado en cuarenta años. Y no se me enojen, mi madre tuvo visión de futuro conmigo y se aseguro de que no fuera un maltratador, lo corto de raíz, en cuanto detecto que yo arreglaba mis diferencias con las niñas, pegandoles y ella me decía esto, cuando tenía once años, 1981, nunca entendió que las mujeres discriminen entre los hijos y las hijas, criandoles con diferente vara de medir. ¿Porque a mamita no se le pega? ¿Porqué la hermana es una santa? Eso excluye a todas las demás mujeres, a las que no son mamá ni la hermana. Hay que enseñarles a los bebes, que todas las mujeres, son como mamita y mientras lo hacemos, llevamos a las niñas a aprender a defenderse y que les peguen, si les da la gana dejarse. Es un tema que deberíamos haber resuelto hace años, tema general, para mi son distintas partes de un todo, en el que la mujer es vista como algo inferior, como si valieran menos o les temiéramos; como si en algún momento de la historia de nuestra especie, ellas hubieran tenido poder y temiéramos que volviera a pasar, porqué no nos dejarían hacer bobadas como ir alegremente a la guerra, o permitir que existan niños viviendo en un basurero, en el que han nacido o que haya especímenes del ser humano, que le peguen a las mujeres. O tememos la fuerza de la mujer, que no solo es capaz de gestar niños, también de criarlos y educarlos, trabajar en casa y afuera, en simultaneo, ejercer mil oficios, que van desde el de mamá, payasa, consejera, administradora, mediadora, maestra, novia, esposa, compañera, confidente, cómplice, juez, jurado, enfermera, dibujante, cocinera, limpiadora, planchadora, decoradora, estilista, peluquera, ejemplo de superación y lucha, de constancia y de líder de la familia, incluyendo a las mascotas; tanto lidera y tan bien lo hace, que nadie diría que mamá esta detrás de cada detalle y solo se nota, cuando ya no esta. Eso es saber gestionar. Yo ofrezco lo que tengo: Judo. Una niña que entrene desde los siete a los trece años, estará a salvo de la lacra del maltrato. Para lo demás, creo que solo hace falta coraje de las administraciones, dejarse de tanta palabrería hueca y decretar la paridad, pero les presupongo cobardes, como con todo, hablar o hasta escribir es re fácil, plasmarlo en ley, es otra cosa. Me temo que esto no se terminara a menos que nos pongamos en serio y con seriedad, a erradicarlo, tenemos que arrancarlo de cuajo y eso implica, que nos dejemos de poner curitas y ataquemos el problema en el origen.

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