El velero
empezó a hundirse,
sin previo aviso,
a mitad de
la noche, en
algún lugar, del Océano Atlántico,
entre Madeira y
las Islas Canarias.
A bordo viajaban
tres adultos: Aníbal, patrón
del velero y
Psiquiatra; Ana, Psicóloga
Clínica y Marck,
Motivador, Entrenador y
Payaso. Estaban, a
cargo, de varios adolescentes,
con distintas problemáticas, en
un viaje cuyo
objetivo era hacerles
interaccionar, más estrechamente, buscando
que, colaboraran entre
si y asumieran
responsabilidades.
Marck noto
algo raro que,
le había despertado,
un ruido fuera
de lugar, al
bajar los pies,
estos, se hundieron
en agua. ¡Se
estaban hundiendo! Sin
perder tiempo, despertó
a todos y
les fue haciendo
salir a la
cubierta, entretenido en
avisarle a todos,
olvido su salvavidas.
El velero se
hundía con rapidez,
no había tiempo
para nada, agarro
una cuerda y
tras verificar que,
todos tenían su
salvavidas puesto, se
alejaron del velero,
a una distancia
prudencial.
-Átense unos
a otros con
la cuerda, pásenla
por los cinturones
o por detrás
de los chalecos
que, no se
suelte, manténganse unidos,
serán más visibles
para los equipos
de rescate. Los
chalecos ya están
emitiendo una señal
de auxilio, aunque
no hemos avisado,
eso será suficiente.
Además, mañana por
la mañana, un
padre no recibirá
la llamada de
su hija, eso
pondrá en marcha, un
protocolo de búsqueda
inmediata, habrá mucha
gente buscándoles. Aguanten
juntos.-
-Yo sé
nadar bien Marck,
ponete mi chaleco,
en el agua
no duraras mucho.-
-Gracias Ana,
déjatelo puesto, quédate
con los chicos,
ayúdales a sobrellevar
esto, serán horas difíciles, igual
días.-
-Me quedo
contigo.-
-Pablo, no
es el momento
de que, te
pongas rebelde. Vas
con los demás,
te salvas, se
salvan todos, entonces,
si todavía nadie
me encontró, búscame.
Hasta entonces, obedece
a Aníbal y
Ana, si ellos
mueren, mandara Inna,
si ella también
muere, vos. Y
en ese momento
rebélate y no
aceptes morir, no
antes de salvar
a los demás.
No me sirve
ninguna otra cosa.
Sé que, lo
harás bien y
se exactamente que,
te estoy pidiendo.-
-¿Qué vas
a hacer?-
-Bueno, Aníbal,
me acercare al
velero, buscare algo
que, flote para
abrazarme y no
irme a plomo
al fondo. La
corriente nos aleja,
me voy antes
de que, me
quede lejos.-
-En cuanto
me saquen del
agua, empezare a
buscarte, te encontrare,
vivo o muerto,
si es lo
segundo, ¿qué hago?-
-Quémame y
solta mis cenizas
en el lugar
que, más te
guste, espera a
que, sople el
viento y vacía
la urna, Inna.-
-Te rescatare,
te lo prometo
y te prometo
otra cosa: nunca olvidare
esto, gracias.-
Todos le
miran acercarse al
velero que, ha
volcado con estrepito.
Nadie se percata
de que, Inna aprieta un
botón de su
carísimo e inadecuado
reloj, ultra moderno
y deportivo del
que, nunca se
separa; instantáneamente en
una Dacha cerca
del rio Obi,
a unos cuantos
kilómetros de Surgut,
una alarma, empezó
a pitar. Faltaba
poco para que,
Stefan se levantara
cuando sintió la
alarma, de un
salto verifico que,
era Inna y
acto seguido tecleo
en el ordenador para
ubicarla en un mapa; cuando
la localización se
confirmo en el
Océano Atlántico, entre
Madeira y las
Islas Canarias decidió
despertar a su
jefe e informarle.
Unos golpes en
la puerta y
le autorizan a
entrar, su jefe
lee expedientes, en
la tranquilidad de
la madrugada, a
su lado, una
belleza alquilada, recupera
fuerzas.
-¿Qué pasa?-
-Inna activo
el reloj, está
en el Océano
Atlántico, entre Madeira
y las Islas
Canarias.-
-Si, está
haciendo un viaje
con el equipo
de terapeutas que,
la tratan en
España. Va ella y varios
jóvenes mas, ayer
parecía contenta, entusiasmada.
Piratas o Naufragio,
debemos pensar que,
es, una de
las dos. Llama
a nuestro hombre
en Madeira para
que, consiga poner
en marcha, un
equipo de rescate
lo antes posible
y que, haga
lo mismos desde
el lado Español,
ofrezco una recompensa
de un millón
de euros, a
depositar donde elija
el ganador. Inmediatamente después,
llamas al Presidente,
quiero hablar con
él.
En la
Rusia actual, nadie
desconoce quién es:
Igor Lavrov, uno
de los Popes,
del petróleo y el gas. Su influencia
y poder no
se circunscribe, al
rio Obi y a Surgut
dado que, además
explota otros negocios,
igual de lucrativos,
para un hombre
con contactos. El
Presidente le atiende
la llamada, escucha
atentamente y se
pone en marcha,
para hacer lo
que, le han
pedido. Menos de
cinco horas después
del naufragio, buques
Portugueses y Españoles
inician, unas maniobras
conjuntas, van a
realizar simulacros de
naufragios y búsqueda
de supervivientes. Sumándose
a los barcos
pesqueros que, informados
de la recompensa,
se olvidan de
redes y buscan
a los supervivientes. Gana
un buque de
la Armada Española
que, rastreando las
señales emitidas por
los salvavidas, les
encuentra, a todos,
en buenas condiciones.
Han pasado algo
más de diez
horas en el
agua, apenas un
susto.
Inna pisa
la cubierta y
pregunta por el
Capitán, no deja
que, la revisen
y chorreando agua
sigue al marinero
que, la guía.
Aníbal la observa,
algo cambio en
Inna, espera que,
por fin, haya
superado sus problemas.
El Capitán se
muestra amable e
intransigente, seguirán con
el programa, nadie
le ha dicho
nada de otro
naufrago y además,
a quien debían
encontrar, como fuera,
era a ella,
lo han hecho,
fin de la
crisis. Y no,
no le deja
comunicarse con su
padre, deberá esperar.
Inna vuelve a
la cubierta furiosa,
una rabia inmensa
le destroza el
pecho y se
impone calmarse, pasea
arriba y abajo
por la cubierta.
Permite que, la
revisen y constaten
que, está bien
y retoma la
caminata. Otea el horizonte constantemente. En
el comedor solo
toma agua y
jugos muy azucarados,
despertando las sospechas
de Ana que,
se da cuenta
de que, algo
trama.
-Aníbal, Inna
esta elucubrando algo,
no comió nada,
solo se hidrato,
agua y jugos
muy dulces, cuando
le insistí que,
comiera se comió
dos bananas, esa
niña trama algo.
Y ahora conspira
con Pablo, esos
dos nunca se
soportaron.-
-Marck les
unió. En su
mundo, el altruismo,
la generosidad, el
sacrificio por los
demás, son inexistentes.
Marck se ha hecho querer
y además respetar.
Inna se va
a tirar al Océano, probablemente
nada mas vea
otro barco con
distinta bandera a
este. Pablo armara
una buena para
generar distracción y
entorpecer los intentos
por sacarla del
agua. Si hace
eso, yo diría
que, ya no
nos necesitara y
puede que, Pablo
tampoco.-
-¿Qué hacemos?-
-Desmarcarnos y
no interferir, si
alguno de los
otros se aviva
y ayuda a
Pablo, tampoco intervenimos.-
-Te estás
jugando.-
-Si, vamos
a ver que,
nos enseña este
naufragio a todos.
Espero que, Marck
esté vivo y
siga trabajando con
nosotros, sus métodos
son efectivos, igual
hay que, simular
otros naufragios.-
Marck se
aferra al mástil
porfiado. Se ha
puesto los pantalones
en la cabeza,
buscando tapar todo
lo posible la
cara. La sed
es horrible, el
miedo a lo
que, pueda nadar
por abajo, es
apabullante. Ha visto
algún barco en
la lejanía, ni
siquiera ha movido
una pestaña, su
apuesta es conservar
energía, además nadando,
es una nimiedad
absoluta. Sabe que,
difícilmente soporte la
deshidratación más de
tres días, cuando
caiga el sol
tendrá un teórico
respiro que, no
será tal, las
profundidades se pueblan,
de habitantes, muñidos
de afilados dientes
que, a la
luz de la
tinieblas, afloraran en
su mente. Menea la
cabeza,
la mente, su
mente, es el
enemigo a doblegar,
siempre lo ha
sido.
Inna ve
el puntito lejos
y se hace
la despistada, sigue
arriba y abajo
por la cubierta,
nadie le presta
atención, lleva horas
así. El puntito
se hace barco
de pesca, bandera
de Portugal, no
podrá acercarse mucho
mas; eleva la
mirada al cielo,
donde alguna nube,
hace formas extrañas,
se emociona y
lagrimea, parpadea para
ver y sigue
mirando al cielo,
busca valor dentro,
pero si en
cinco segundos, no se siente
inmortal, actuara como
si lo fuera.
Es la misma
jovencita, asustada, cuando
se desnuda a
la velocidad de
la luz, queda
solo en ropa
interior, retrocede todo
lo que, puede
y sale disparada,
salta la borda
con los pies
por delante, baja
la cabeza, abre
los brazos y cae, cae,
cae, un instante
antes de tocar
agua, junta los
brazos, cortando el
agua. Emerge y
nada hacia los
pescadores que, todavía
boquiabiertos miran a esa loca que, nada
con una cadencia
enorme, se notan
las horas quemadas
en la piscina.
Pablo espero con
frialdad a que,
las alarmas empezar
a aullar para
mover los dedos
por el teclado del
terminal del camarote
del Capitán. Activo
los sistemas de
misiles, apago los
motores del barco
simulando un aumento
de temperatura, bloqueo
las comunicaciones del
buque y para
rematar le hizo
creer a la
centralita de los
motores que, no
tenían suficiente aceite,
hasta que, descubrieran
la artimaña, pasarían
horas, esperaba que,
Inna tuviera suficiente.
Era una adolescente
muy valiente y
decidida haciendo lo
que, estaba haciendo.
Bloqueo el terminal
y se mezclo
con el desorden
generalizado que, imperaba
a bordo.
Inna nado
exigiéndose al máximo,
ignoraba cuanto tiempo
tendría antes de
que, la devolvieran.
Le ardían los
ojos, algo la
había rozado y
provocado un ardor
horrible sobre el
pecho derecho, había
perdido el sujetador,
esperaba conservar la
tanga, cuando subiera
a cubierta del
pesquero. Varias manos
la izaron a
bordo, las miradas
eran todas lujuriosas,
le pasaron una
camisa que, sirvió
para taparla y
la acompañaron hasta
el puente donde
el Capitán Joao,
evaluaba la situación.
-Buenas tardes,
soy Inna Lavrov
y mi padre
pagara a quien
me entregue sana
y salva. Doblo
la recompensa si
evita a ese
buque y me
deja comunicarme con mi padre.-
Joao Barbosa no
era pirata porque
nació tarde, era
pescador, con mujer
y cinco hijos,
además de una
mulatita que, salía
cara. Sabia quien
era el padre
de esa loca
y no necesito
nada, para empezar
a ladrar ordenes.
El barco de
pesca viro, poniendo
rumbo a aguas
Portuguesas, a toda máquina. Inna
observaba al buque
Español a la
deriva y reconoció
a Pablo, su
aliado en esta operación que,
le saludaba teatralmente.
No podía verlo,
pero a bordo
no solo Pablo
se alegraba, la
tropa y parte
de la oficialidad
estaban con ella, había alguien
en el agua,
era necesario buscarle
y esa jovencita
lo haría, tenía
sus respetos. Ana
y Aníbal estaban
con el resto
de los chicos
observando la huida
del barco pesquero
que, se llevaba
a Inna. Rebecca
fue la que,
puso palabras a
lo que, todos
pensaban.
-Jamás lo
habría creído, ni
en mil años,
ni en dos
mil. ¿Inna? Una
inútil integral. Y
ahí va, tras
un salto de
los que, meten
miedo, mil y
pico de metros
nadando como una
campeona, enfrentando desnuda
a una tripulación
y en menos
de cinco minutos
consiguiendo que, huyeran
con ella. Eso
solo lo hace
una heroína, una
mujer con experiencia
o una jovencita
en deuda. Ahora
tiene lo que,
Marck tanto insiste
en que, busquemos:
Motivación. No la
va a parar
nada ni nadie.
Motivación…….caramba.-
Aníbal ve
a Pablo bobeando
y sabe que,
es el responsable
de que, el
buque de la
Armada Española, este
a la deriva.
Pablo se ve
feliz, ayudando a
Inna, se ha
dado cuenta de
que, su don
puede usarse de
muchas maneras, todas
dependen de él.
-¿Aníbal, sabias
que, Inna era
una Mata Hari?-
-Tuvo una
infancia movida, algo
habrá aprendido. Igual
que, tu. Sabrán
que, fuiste vos.-
-No podrán
demostrarlo. Contamine el
teclado con pelos
del wáter, jejejejejejjejejej, le
pase al teclado
un trapo. No
tienen nada. Ni
siquiera un buen
Sistema de Seguridad.
Demasiado fácil. Lo
de Inna era
lo difícil, sigue
siéndolo pero ahora
sé que, rescatara
a Marck o
traerá su cuerpo,
ninguna duda.-
Inna agarra
el teléfono satelital
de Joao y
antes de discar
cierra los ojos
y piensa detenidamente
que, dirá. Joao
la observa y recuerda unas
historias de una
niña Rusa de
13 años que,
evito ser violada
y asesinada pero
perdió a la
madre. Enfrento a
seis asaltantes armados
de cuchillos, mato
a dos e
irio gravemente a
tres, consiguiendo aguantar
hasta la llegada
de ayuda. En
la historia, la
niña tenía una
mancha de nacimiento
en el tobillo
izquierdo, esta también
lo tiene. Había
sido adiestrada por
un viejo miembro
de los comandos
Rusos según la
historia. Inna disco
el número de
su padre.
-¿Diga?-
-Inna. Estoy
bien y a
salvo. Necesito medios,
para un rescate
marítimo. Mi recompensa
es el doble
ahora. No hay
tiempo ni margen.-
-Escucho.-
-Sacha debe
conseguir un equipo
de buzos, muy
buenos, uno deberá
ser médico. Conseguime
un helicóptero grande
en Madeira. Todos
los barcos con
helipuerto que, puedas
situar entre Madeira
y las Islas
Canarias. Dos pilotos.
Combustible a granel.
Le debes mi
vida a ese
hombre, le debo
mi cordura, voy
a buscarle.-
-Me pongo
con todo, ¿Dónde
te contactan?-
-¿Un Hotel bueno?-
-El Madeira
Mare.-
-En el
Madeira Mare.-
-De acuerdo.
Inna……cuídate.-
-No te
preocupes, lo hare.
Beso, te llamo
desde el Hotel.-
-Joao, ¿Cómo son la
corrientes marítimas donde
suponemos que, naufragamos?-
-Suelen ir
hacia el Sur,
podría empujarlo hacia
Islas Canarias o
pasar de largo,
hacia Madeira no
lo llevara, seguro.-
-Sería mejor
estar en Canarias,
por ubicación, pero
en cuanto a
practicidad, prefiero Madeira,
las autoridades no
serán tan molestas.-
El Capitán
Ernesto Gómez esta
que, trina. El
buque sigue a
la deriva, han
conseguido restablecer el
Sistema de Misiles
y todo lo
demás, menos los
motores. El sabotaje
debió hacerlo la
loca esa que,
se tiro al
mar ayudada por
alguno de sus
amigos, lo que,
le preocupaba era
lo fácil que,
les había resultado,
dejarle anulado y
a la deriva.
A sus superiores
no les gusto
nada saber que,
ya no tenía
al paquete, eso
era lo único
que, parecía importar,
malditos políticos. Ordeno
confinar a los
huéspedes al comedor,
permanentemente vigilados, por
cuatro marineros.
Varios barcos
que, tenían helipuerto,
cambiaron de curso
o dieron la
vuelta tras recibir
un mensaje informando
de un naufrago
y de quien
estaba tras la
búsqueda. Varios Capitanes
pensaron lo mismo
y se dirigieron
a ubicarse entre
las Islas Canarias
y el Continente.
Inna ordeno a un buque
tanque, cargado de
combustible para helicóptero,
situarse en la
zona para abastecer
a los barcos
del preciado combustible.
Inna se metió
en la bañera
llena de sales
y disfruto de
la sensación, cuando
se sintió dispuesta,
bajo a cenar
y picoteando el
melón, exquisito, del
postre, tuvo una
idea inspiradora, se
acostó sonriendo y
durmió como una
osa, de un
tirón. Se despertó
a las siete
menos cinco, salto
de la cama
y se puso
a revisar mensajes,
contesto los que,
ameritaban, borro los
superfluos y se
puso a investigar
lo necesario, para
ejecutar su idea.
Marck vio
amanecer entusiasmado, igual
era el último,
lo disfruto como
si lo fuera.
La sed ya
era una tortura
lenta, sentía la
lengua hinchada, los
labios rajados. También
tenía hambre pero
le molestaba menos.
La nota diferente
la puso un
bicho que, no
sabía si era
foca o lobo
marino que, apareció
dándole un susto
de época. Curioso
investigaba el mástil,
las cuerdas y
las velas enrolladas,
también a ese
animal tan raro
que, era Marck.
Varias horas más
tarde, en determinado
momento, sintió ruido
de motores, unos
minutos después, apareció
la avioneta de
propaganda arrastrando el
típico cartel publicitario,
este rezaba: Inna.
Aguanta. Cumpliré. Enorme
y bien legible
aun desde el
agua. Eran varios
las avionetas que,
evolucionaban cubriendo una
zona determinada. Cuando
se fueron, dejaron
un vacio enorme,
un cielo diáfano
carente de estímulos,
excepto, por los
ocasionales aviones que,
lo surcaban.
Aníbal, Ana
y los demás
fueron trasladados a
tierra en dos
helicópteros; todos eran
Españoles y habían
perdido toda la
documentación, fueron a
la Comisaría más
cercana a iniciar
los trámites, mientras
estaban confinados en
las Islas Canarias.
Ocho hombres, con
mucho equipo, bajaron
de un avión
Ruso de transporte
en las Islas
Canarias, Inna les
había mandado ahí,
directamente. Un helicóptero
fue descargado del
avión, en cuanto
lo tuvieron acondicionado
despegaron, iniciando la
búsqueda. Uno de
los pilotos se
bajo en un
barco que, haría
de nodriza.
Las avionetas
volvieron al atardecer,
el cartel rezaba:
Equipo de buzos.
Helicóptero. La orden
que, tenían los
pilotos era dar
vueltas por su
zona, yendo y
viniendo hasta agotar
el combustible, en
cada avioneta, un
copiloto con larga
vistas, escudriñaba la
superficie del Océano.
Desaparecieron con las
primeras oscuridades y
la soledad abrazo
a Marck.
Inna vio
al sol ponerse
en el balcón
de su habitación,
era un espectáculo
hermoso, a pesar
de tener, a
Marck, solo y
a la deriva.
Con la oscuridad
llegaron los recuerdos
de cuando lo
conoció en el
Centro de Rehabilitación que,
dirigían Aníbal y
Ana con la
colaboración de Marck.
Ella llegaba, tratando
de desengancharse, de
las Anfetaminas y
alguna otra cosita.
Cuarto intento, en
cuatro años. Estaba
acostumbrada a tratar
con hombres, muchos
de ellos muy
violentos, con pasados
de guerra, desde
muy niña y
sabia calibrar a
un hombre, de
una ojeada. Se
equivoco con Marck,
pensó que, hablaba
por hablar que,
no tenia demonios
propios. Se equivoco.
Lo supo a
la semana de
soportar sus duras
sesiones de ejercicio
físico que, la
dejaban destrozada. Estaba
menstruando, le había
bajado por la
noche, le dolía,
estaba incomoda y
se lo dijo,
quería quedarse en la cama.
La respuesta fue
una declaración de
intenciones: Guerra.
“Podes esconderte tan
lejos, como quieras,
de vos misma.
Es inútil, tus
demonios estarán dondequiera
que, hundas la
cabeza. En tanto
y en cuanto
mujer, cada mes
tenes una cita,
no puedo ir
yo, ni nadie más, a
ella, por vos.
Si te duele
proba a correr
10 kilómetros hoy,
después tírate al
agua un rato,
digamos una hora,
al salir, los
ovarios ya no
dolerán, serán historia.
Pero supongo Inna
que, las Rusitas
son pura manteca,
flojitas, flores de
adorno. Anda a
la enfermería y
después hace lo
que, creas conveniente.”
Corrió 15 kilómetros
espoleada por la
furia del insulto
que, implicaba la
duda; tras eso
se puso la
malla y se
paso tres horas
nadando, pensando cómo
le mataría, tras
torturarlo
parsimoniosamente. Al salir
le encontró sentado,
esperándola. “Motivación. Mañana
correrás 20 kilómetros
y nadaras cuatro
horas, tampoco te
dolerán los ovarios
al terminar, cuando
se termine tu
periodo, podes volver
a 5 kilómetros
y media hora
nadando, yo espero
que, una guerrera
ofendida siga con
20 kilómetros y
cuatro horas, no sé, demostraría
algo, determinación y que, las
Rusitas no son
todas florcitas inofensivas
y tontas, algunas
son verdaderas Mamushkas.
El respeto no
se compra, se
gana, si queres
que, te respete,
gánatelo.” Sonríe recordando que,
lo invito a
hacerlo con ella,
entonces él le
dijo que, correría
con ella pero
nadando era un
desastre, se lo
cambiaba por lo
que, ella eligiera
en el gimnasio,
eligió combate. Perdió
corriendo y fue
derrotada, sin ningún
asomo de piedad,
durante algo menos
de una hora.
Había retado al
hombre equivocado y
elegido el mas
inadecuado de los
ejercicios posibles, era un experto
luchador cuerpo a
cuerpo. Los ovarios
habían dejado de inquietarla, se
mantuvo en 20
kilómetros corriendo y
cuatro horas nadando.
Ignoraba si él,
la respetaba pero
ella a él,
sin duda. Se
metió en la
cama y durmió.
Los buzos
volvieron y fueron
a descansar. Las
avionetas salieron por
la mañana y
por la tarde
con distintos mensajes,
un montón de
barcos buscaban pero
no había novedades.
Marck recibía la
visita de su
vecino mañanero que,
había decidido era
foca y macho,
solo por puntualizar, no
tenía ni idea.
Aníbal, Ana y
los demás deberían
esperar, un poco,
un par de días. Las
alucinaciones llegaron a la mente
de Marck, eso
significaba que, había
llegado la hora
de atarse al
mástil, medida drástica
pero necesaria, quería
evitar salir nadando
bajo una alucinación,
alejarse del mástil
y a unos
cuantos metros, ahogarse.
Se ato a
consciencia, extenuado, se
dejo mecer por
el agua, el
final estaba cerca,
todo indicaba que, moriría atado
a ese pedazo
de velero.
El viento
cambio, un sistema
de bajas presiones
se acercaba y
con él, tormentas,
los barcos pusieron
rumbo a puerto
para fondear a
resguardo. El helicóptero
seguía tenaz la
búsqueda, desafiando las
rachas de viento
que, le zarandeaban
con saña. El
piloto aviso que, en
cinco minutos, daba
la vuelta, asintió
el equipo de
buzos. Todos sabían
a bordo las
previsiones: tres días
de muy mal
tiempo. El naufrago,
si estaba vivo,
no sobreviviría a
eso. Termina el
plazo y el
piloto inclina al
aparato para girar
y ahí ve
al mástil y agarrado al
mismo un hombre.
El viento ya
es una amenaza
seria, el piloto
aferra los mandos
con fuerza, el
helicóptero se mueve,
siente las puertas
abrirse y sabe
que, algunos chicos
saltaran sabiendo que,
nadie les vendrá
a buscar, en
tres o cuatro
días. Saltan dos: Igor,
jefe de facto
y Nikita, el médico. Han
desechado usar una
balsa de rescate,
llevan todo lo
necesario para recuperar
y mantener vivo
al naufrago. Hasta
que, no gira
el helicóptero y
siente el viento
de cola, el piloto
no habla por
la radio.
-Equipo de
rescate Rojo, equipo
de rescate Rojo,
hemos contactado, dejamos
dos hombres en
el agua y
regresamos a la
base, las condiciones
son muy difíciles.-
-¿Está vivo?-
La voz de
Inna resonó en
los auriculares del
piloto con premura.
-No lo
sabemos, era impensable
sacarlo, dos de
los buzos se
quedaran con él,
vivo o muerto.-
-Bien, gracias. Buen
trabajo.-
Igor y Nikita
han trabajado juntos
mucho, en el
ejército y después
en forma privada,
no necesitan hablar
para entender que,
piensa el otro,
saben que, hacer.
Marck esta inconsciente.
Se ato para
no soltarse, probablemente
eso le ha
salvado, los dos
ex Spetsnaz valoran
eso positivamente y
que, usara los
pantalones para proteger
la cara y
la cabeza, dejándose
la camiseta puesta,
también. Lo primero
es desatarlo, cortan
las cuerdas, después
le ponen una
chaqueta de neopreno,
no sin dificultad,
el pantalón es
más fácil. Le
ponen un chaleco
especial que, le
mantendrá la cabeza
fuera del agua.
Nikita le pone
una sonda gástrica
y empieza a
hidratarlo. Se han
atado los tres
y también atan
el baúl donde
llevan todo lo
necesario para sobrevivir.
El Océano se va inquietando
a marchas forzadas,
rompe a llover
y el viento
aparece con fuerza.
Inna se mete
en el gimnasio
del Hotel y
se da una
paliza con los
aparatos y la
cinta; se acerca
a la zona
donde se hacen
combates, espera a
que, la inviten,
acepta y se
pasa dos horas
merendándose a los
hombres que, incrédulos
buscan ganarle y
son derrotados. Agradece
la invitación, se
mete en la
ducha y se
prepara para la espera. Tiene
media promesa, si está muerto,
esparcirá sus cenizas
en Dikson, en
verano, se parara
en la orilla
y esperara la
brisa que, llega
desde el Océano
Glacial Ártico. El
piloto informa las
coordenadas exactas donde
le encontraron, está
muy cerca de
las Islas Canarias
así que, se
traslada para esas
islas, cuenta con
un pasaporte, en
toda regla, trasladado
vía valija diplomática,
al consulado honorario,
de Finlandia en
la isla. Pablo
le dice donde
están todos esperando
los documentos y va a
verles.
-Lamento no haberte
avisado, no me
habrías dejado.-
-No te habría
dejado, claro que,
no. Hiciste bien,
viendo el resultado,
era eso o
que, le dejaran
abandonado en el
Océano.-
-Cuando esto termine,
volveré a ser
la Inna que,
conoce, ahora debo
rescatarle.-
-Rescátale pero no
vuelvas a ser
la Inna que,
conocí. Seguí siendo
la que, sos
ahora. Tendrás que,
decirle a tu
padre que, venga
a buscarte, yo
ya no puedo
ayudarte mas, ahora
depende de vos.-
-Gracias Aníbal, gracias.-
-Pablo, todavía no
se que, vas
a cobrarme por
ayudarme.-
-Quiero dos cosas.-
-Dispara.-
-Si Marck murió,
quiero estar contigo
cuando sueltes sus
cenizas.-
-Hecho, ¿Cuál es
la otra?
-Enséñame a saltar,
así, al agua
y a nadar
mejor.-
-Muchas horas soportándote……..hecho.-
-¿Qué pasa Rebecca?-
-¿Cuándo descubriste que,
Marck era distinto,
como nosotros?-
-Me dijo que,
corriera 20kilometros y
nadara cuatro horas,
le desafié a
que, lo hiciéramos
juntos. Propuso cambiar
el nado por
otra cosa, nada
mal, elegí combate
cuerpo a cuerpo,
segura de darle
una paliza. Me las dio
él, corriendo y
peleando.-
-Pero, eso no
quiere decir nada.-
-Corriendo me gano
por trescientos metros,
pudo sacarme perfectamente
dos kilómetros, me
derroto, evito humillarme.
Peleando, combatiendo, se ve enseguida,
quien tenes enfrente.
Me hizo sentir
débil, yo creía
que, era buena
pero me demostró
que, estaba equivocada
y lo hizo
cuidándome, mimándome, otra
vez evito humillarme.
Fue la manera
tan cortes de
hacerlo, eso me
llevo a hacerle
caso y correr
20 kilómetros y
nadar cuatro horas.
Olvide completamente las
Anfetas, me sentí
viva después de
años y protegida
por alguien que,
tiene más demonios,
bastantes más que,
yo y que,
tu.-
-Pero a mí
me pide que,
cuide a los
potrillos y salga
a cabalgar. Me
dijo que, el
objetivo debía ser
subirme a Herradura,
esa yegua es muy mala,
nada de correr
o nadar.-
-Nos pide diferentes
cosas con arreglo
a como somos.
Pablo odia los
deportes, le impuso
la tarea de
regar los arboles
con cubos, hace
mas ejercicio que,
si saliera a
correr y fuera
al gimnasio.-
-¿Por qué le hacemos
caso?-
-Porque nos hace
sentir vergüenza si
no hacemos lo
que, nos pide,
tiene ese carisma.
¿Verdad Aníbal?-
-Tiene el Don
de encontrar la
forma de llegarles,
a todos, nadie
se le resiste.
No sigue pautas,
no ha estudiado,
no me hace
caso, ya ni
le sugiero nada,
muchas veces yo
le pido ideas
y le sobran.-
-¿Cómo le contrato?-
-Fue paciente nuestro.
Resolvió su asunto
y cuando salía
por la puerta,
le ofrecí trabajar
con nosotros; mientras
era paciente, ayudo
a casi todos
sus compañeros, de
diferentes maneras.-
-Por eso nos
entiende tan bien.-
Rebecca empezaba a
entender como Marck
le había desnudado
el alma, lo
que, le había
dicho era solo
de ella, pero había
sido el comienzo
de la luz.
Marck se
despertó rodeado de dos buzos
con escafandra, noto
algo en la
nariz y llevo
una mano pero
un gesto negativo
le disuadió de
hacerlo. No estaba
el mástil, había
dos hombres rana
y un baúl,
o estaba muerto
o eran su
rescate. El Océano
estaba embravecido, el
temporal era de
los grandes. Noto
que, le habían
puesto algo que,
le abrigaba un
poco y un
chaleco. No veía
las caras de
sus compañeros pero
una cosa parecía
segura: eran hombres
acuáticos. Seguro
parientes de su
visitante, la foca
macho. Lo que,
sea que, le estaban
metiendo por la
nariz, hacia su
trabajo, se sentía
mejor, volvían las
fuerzas. Tras casi dos días
en su compañía,
ya había aprendido
a dormir mecido
por el agua,
uno de ellos
siempre estaba despierto.
Le sacaron la
sonda y paso
a tomar agua
y comer normalmente.
Tomaban bebidas isotónicas
y comían barritas
energéticas, para él,
habían traído manzanas
que, devoraba cuando
se las daban.
Sus compañeros, se
negaban sistemáticamente a
aceptarlas, hasta que,
se planto, partió
la manzana por
la mitad y
solo comió su
mitad, cuando Igor,
termino la suya,
la siguiente mitad
fue para Nikita.
Dejo de soplar
el viento y
fue calmándose el
agua paulatinamente. El
barco donde descansaba
el helicóptero, zarpa
con rumbo a
la localización de los dos
buzos y el
naufrago, con el
temporal todavía dando
coletazos, están fuera
del punto de
no retorno del
helicóptero. Cuatro horas
más tarde despega
y se dirige
a rescatar a
los hombres, el
barco sigue, acercándose,
para mas seguridad.
Marck no
escucha nada diferente
pero sus cuidadores
si, desatan la
cuerda que, ahora
solo está atada
al baúl, se
mantienen agarrados a
ella para no
separarse, por señas
le indican que,
sube el primero,
asiente afirmativamente y
ahora sí, escucha
el ruido característico de
un helicóptero acercándose
y tras un
par de minutos
le ve quedándose
suspendido, sobre sus
cabezas. El cable
del torno se
desenrolla y llega
hasta el agua,
sus compañeros le
acercan, le instalan,
le hacen cruzar
los brazos sobre
el cable y
hacen la seña
para que, le
suban. En tres
minutos esta en
el helicóptero, le
hacen desnudarse, se
seca con una
toalla, se viste
con ropa que,
le han traído
y le dan
una taza de
café hirviendo. Sus
cuidadores ya están
arriba, desnudándose asimismo,
secándose y poniéndose
ropa seca, ellos
recibieron tazas con te negro.
Ve el
barco por la
ventana, es un
Anclero, su silueta
es característica, este
tiene el helipuerto,
ubicado sobre la
superestructura. El helicóptero
se posa con
suavidad y van
bajando en orden,
cuando llegan a
la cubierta mira
hacia la popa
del barco y
ve la silueta
de mujer, el
viento juega con
su pelo largo
del color del
trigo maduro. El
equipo de rescate
se mete en
el barco, queda
solo con la
mujer, sabe que,
es Inna pero
no camina hacia
ella, cuando esté
preparada vendrá, sabe
perfectamente que, él,
la mira. Nikita
sale a buscarle,
hay que, hacerle
una revisión a
fondo, curar heridas
y quemaduras, pero
algo le hace
quedarse quieto, paciente. Inna
mira el agua como
buscando algo, siente
la mirada de
Marck y tras
unos cuantos minutos
se gira y
camina hacia donde
le espera. Tiene un aspecto
horrible pero esos
ojos brillan mas
que, nunca.
-Hola Naufrago.-
-Inna.-
-Cumplí.-
-Sin ninguna
duda, si cumpliste.-
-¿Tenes una
idea de lo
que, implica haber
movido todos los
recursos de mi
padre para rescatarte?-
-Implica que,
tu padre tiene
una heredera preparada
o que, te
contratara alguien de
la competencia y
lo lamentara; implica
que, hiciste lo
que, debías, como
aquella noche y
estas viva, para
contarlo. Sin recurrir
a nada.-
-¿Por
qué Nikita espera
paciente, hablas Ruso?-
-Nada de
Ruso, no sé,
es muy respetuoso,
pregúntale.-
Inna habla
en Ruso con
Nikita unos minutos,
mira a Marck
varias veces mientras
tanto.
-Dice que,
hiciste caso siempre,
muy obediente, duro
y estoico. Les
diste de tus
manzanas, les obligaste
a aceptar comerlas.
Aprendes rápido y
sorprendentemente, te respeta
como a un
igual y eso
si que, es
raro.-
Marck se
gira hacia Nikita
y suelta un: ”Spasiva”
que, es correspondido
con un movimiento
de cabeza.
-Tenes que,
entrar te revisaran
a fondo, ya
vamos a puerto
para que, vayas
al Hospital, igual
te quedas dos
o tres días
en observación.-
-Gracias Inna,
no tenias ninguna
obligación de hacerlo,
gracias.-
-Depende. Van más de
tres meses sintiéndome
viva, odiándote, despreciándote, respetándote,
queriéndote y sintiendo
una extraña lealtad.
Me has maltratado
mucho, hasta hacerme
reaccionar, hasta querer
tener tu respeto.
Me he criada
rodeada de hombres
de respeto, para
ellos es lo
único que, importa,
el respeto de
sus camaradas. Quiero
saberme respetada por
Marck y quiero
estar a la
altura de sus
expectativas. No te
imagine lamentándote de
tu suerte, en
ningún momento, te
visualice, entregado. No
sabes nadar y
te quedas sin
chaleco salvavidas. Quiero
estar a esa
altura siempre.-
-Te respeto
desde el primer
día que, recogiste
el guante y
contra tus ganas,
te esforzaste en mostrarme
de que, madera
estas hecha. Y
seguiste empeñada en
conseguirlo, seguís, deberás
seguir haciéndolo. Deja
de preocuparte de
lo que, se
supone que, se espera
de vos, y
empeza a ocuparte
de que, quiere
Inna, para Inna.
Tenes 17 años,
estas a tiempo
de casi todo,
no lo arruines,
no dejes que,
nadie te lo
arruine.-
-No lo
hare. Supongo que,
Dikson deberá esperar.-
-¿Dikson?
-Una ciudad
en la orilla
del Océano Glacial
Ártico, era ahí donde soltaría
tus cenizas, mi
lugarcito preferido de
lo que, conozco
del mundo. Así
cada visita estarías
conmigo, serias mío
de alguna manera.
De todas formas,
cada vez que,
vaya, me acordare
de ti. Anda
con Nikita, ya espero demasiado.-
-Spasiva Inna.-
-No. Gracias
a ti, Marck.
Me devolviste las
ganas de vivir
a pesar de
todo. Me enseñaste
que, luchar no
es una opción,
es una cuestión
vital. Incluso a
manejar mejor mi
condición de mujer,
increíble. Cada vez
que, este menstruando
te recordare. Me
enseñaste que, la
generosidad, genera más
lealtad que, cualquier
otra cosa. Y
a mantener la
cabeza fría, aceptar
las cartas que,
te toquen y
a morder hasta el final.
Entra, yo me
quedare un rato.-
Inna vuelve
a la popa
del barco y
mira la espuma
que, hacen las
palas, batiendo el
agua, para propulsarlo.
Piensa en la
madre violada y
asesinada, recuerda la
pelea a cuchillo
y como mato
a dos de
los agresores sin
piedad, fríamente en
el fragor de
la pelea. Hirió
a otros tres,
aguanto como una
Osa, defendiendo Oseznos.
Desde entonces su
padre tiene en
la cama a una mujer
poco mayor que, ella; alguna,
incluso menor. Y por primera
vez en años,
la amargura no
la invade, solo
la ternura que,
siente cuando recuerda
a su madre.
No quiere escapar
de lo que,
siente, como durante
años ha venido
intentando. Jugar con
las cartas que,
te toquen. ¿Qué
hizo Marck para
ganarse el respeto
de esos hombres
que, solo respetan
a iguales? Hay
algo mas además
de lo que,
Nikita le ha
contado. Busca a
Igor y se
lo pregunta directamente,
recurre a la
prerrogativa que, le
da que, Sacha
la considere una
hija, una nieta
y no hay
sangre que, les
vincule.
-¿Qué hizo
Marck de especial
para que, tenga
tus respetos?-
-Un hombre
hace siempre lo
que, debe. Primero,
uso sus pantalones
para taparse la
cabeza y la
cara, la mayoría
de la gente
se saca la
camisa y las
quemaduras están aseguradas.
Hizo caso a
todo, aguanto la
sonda sin rechistar,
quería compartir las
manzanas con nosotros,
no le dejábamos
y nos termino
obligando, si no
compartíamos las manzanas,
él, no comería,
ninguna mas; una
loba venia a
visitarlo cada mañana,
aprendió a dormir,
casi no nos
dio trabajo.-
-Muy bien,
pero no me
has dicho nada.-
-Cuando le
encontramos, se había
atado al mástil,
firmemente, no se
desatarían esos nudos
fácilmente, de hecho
los cortamos. Viendo
que, perdía la
consciencia o puede
que, empezara a
alucinar, se ato para
evitar soltarse. Eso es determinación, hizo
lo necesario para
sobrevivir. No tiene
entrenamiento militar de
ningún tipo y
en su caso
carece de importancia,
menos en el
agua, en cualquier
otro escenario, sería
un rival formidable.-
-Gracias Igor.-
Casi dos
meses más tarde,
Pablo y Marck
se despiden. Un
chofer espera paciente
a que, su
cliente suba, ha
cobrado generosamente por
este trabajo, puede
ser paciente.
-Ni siquiera
tienen tiempo para
venir a buscarme.-
-Te tocaron
esas cartas, juga
la mano, lo
mejor que, sepas.
Tene paciencia; evita
hacer cosas decididamente
ilegales, dedícate a
las dudosas. Mucha
gente rica necesita
mejorar sus sistemas
de seguridad, empeza
por tu padre,
no seas tímido,
demostrale que, su
seguridad hace agua
y véndele un
sistema mejor. Róbale
varios millones y
cóbrale un par
de millones por
protegerle, con eso
financias tu propia
empresa.-
-Esas son
mis cartas. Marck,
si necesitas algo,
búscame, te deje
el Nick y
dos direcciones en
tu correo. Gracias,
gracias por tratarme
como a un
adulto desde que,
entre. Acá no
volveremos a vernos,
ya lo haremos
por ahí afuera,
cuídate.-
-Cuídate vos
Pablo.- Lo mira
subir, saludar con
la mano tras
el vidrio e
irse alejando. Rebecca
no se ira,
ha sido dada
de alta pero
se queda como
Encargada de los
caballos, manejara al
personal y se asegurara
de que, estén
bien cuidados y
disponibles para los
pacientes, no le
importa el dinero
dado que, tiene
un fideicomiso absolutamente
bestial y ahora
que, está limpia,
vuelve a tener
acceso al dinero.
Hay varios pacientes
con muchas probabilidades de ser dados
de alta, a
la brevedad. Inna
se va mañana.
Marck tiene sentimientos
encontrados, sabe que,
no la ama,
sabe que, quiere
a esa niña
un horror. Se
alegra de que,
este recuperada y
pueda irse y
le amarga saber
que, después de
mañana, probablemente nunca
más, la vuelva
a ver. Ensimismado
se va a
sentar en medio
de la praderita
donde pastan, yeguas,
con potrillos al
pie.
Inna lo
está buscando, sin
éxito, ve que,
Aníbal le señala
hacia el campo
y con una
sonrisa le agradece
el dato, ya
sabe dónde está.
Camina sin apuro, mejor
despedirse hoy, ahora
que, mañana. Aunque
así lo sienta,
le cuesta mucho.
Llega a su
lado y se sienta sin
emitir palabra. No las encuentra
y las lágrimas
se le escapan. No
se siente especial
y se sabe
demasiado joven para
que, él, la
considere una mujer.
Eso le gustaría
y sonríe al
pensarlo, solo sexo,
sin complicaciones. Sabe
que, no le
ama pero asimismo,
es consciente, de
que, siente algo,
probablemente más profundo,
a lo que,
no sabe dar
nombre. Y eso
la decide.
-No sabría
poner nombre a que, siento
por vos, no
estoy enamorada, es
distinto. Voy a
extrañarte, ya empecé
a hacerlo, de
imaginarme yéndome, mirándote
por la ventanilla
trasera, angustiada. Necesito
que, mañana, no estés visible
cuando me vaya.
Tengo esto para darte, es
un regalo que,
me haces, abrilo
después de que,
me aleje. Marck,
estas son las
cartas que, nos
dieron, como te
gusta decir, una
mano de mierda,
si me lo
permitís. Es un
Honor haberte conocido.
Llegue acá, convertida
en una sombra
de mi misma,
me voy siendo
yo, sos responsable
en gran medida
de ese cambio,
gracias. En Surgut
tenes refugio, si
en algún momento
necesitas un lugar
y te animas,
estaré encantada de
ser tu anfitriona.
Toma mi regalo,
no te voy
a dar ni
siquiera un beso,
para un beso
ya sabes adonde
ir. Spasiva Marck,
nunca olvidare lo
que, has hecho.-
Marck la
sintió alejarse observando
el paquete envuelto
primorosamente para regalo,
era largo y
estrecho. No rompía
el papel, creía
saber que, era
el cuchillo con
el que, se
defendió aquella noche.
Y tras decidirse
a romper, el
papel y los
cartones que, envolvían
el objeto, verifico
que, era un
cuchillo, un muy
usado NR-40, afilado
como para afeitar
al Diablo. En
manos de una
niña de 13
años, debió ser,
un poco grande,
pero no fue
impedimento ninguno para
que, la susodicha,
lo usara expertamente
y consiguiera sobrevivir,
físicamente indemne. Lo
empuño y sospeso,
volvió a enfundarlo
pensativo. Acaricio a
una potranca que,
se acerco curiosa,
sin dejar de
pensar en Inna
y su cuchillo
y descubrió que,
podía regalarle como
contrapartida. Camino hasta
las oficinas y
estuvo un buen
rato trasteando con
el sistema de
archivo, hasta dar
con lo que,
buscaba, imprimió todo
lo que, llenaba
la carpeta que, había buscado.
Metió todas las
hojas ordenadas en
una carpeta para
que, no se
cayera, agrego una
foto que, descargo
e imprimió. Con
un rotulador escribió: Marck en
la carpeta. No
tenia papel de
regalo, lo soluciono
recurriendo a un
sobre grande en
el que, metió
el expediente. Observo
satisfecho el resultado,
fue derecho al
dormitorio de Inna
y asomo la cabeza. Inna
estaba tirada en la cama,
con los brazos
cruzados tras la
cabeza, lo miro
curiosa.
-Te traigo
un regalo, toma.-
-Gracias. No
era necesario.-
-Bueno, por
las dudas. Me voy a
la ciudad, cenare
ahí y me
quedare a dormir,
mañana no vendré,
para cuando vuelva,
ya no estarás.
Que todo vaya
bien, adiós.-
-Adiós.-
Inna se
queda mirando la
puerta, escucha atenta
y siente el
rugir del motor
de la moto
de Marck alejándose.
Se sentó en
la cama, abrió
el sobre y saco la
carpeta, hasta entonces
pensaba que, era
su expediente, pero
la solapa ponía
Marck. Sus dedos
acariciaron las letras,
mientras sospesaba, si
leía o quemaba
sin leer. Leyó
vorazmente, sobresaltándose, llorando,
sufriendo, asomándose al
abismo tenebrosos donde
moraban los demonios
y fantasmas del
hombre que, ella conocía
como
Marck y cuando
termino, fue seria,
hasta las oficinas
y pidió para
destruir unas hojas,
le dieron autorización
y se aplico
a destruir todo.
Mientras esperaba la
hora de la
cena, camino por
los alrededores, con
una extraña serenidad,
hasta el final,
Marck jugaba a
otra cosa. Regalarle
a ella, su
expediente sin censura,
mostrarle su vida
entera, todas sus
miserias, era su
manera de demostrarle
cuanto la apreciaba.
Ella le regalo
su cuchillo fetiche,
pero que, no
dejaba de ser
un episodio aislado
de su vida;
Marck le regalaba
su historia, completa.
Los dos regalaban
lo mejor que,
tenían e Inna
era perfectamente consciente
de eso. Se
aprendió de memoria
algo que, escribió
al final: “ La Vida solo
gana, cuando tiene Póker de
Ases, y eso
es la muerte,
mientras no estés
muerta, la mejor mano de
cartas, no las
tiene, ni las
tendrá, la Vida,
podes tenerla vos,
aunque parezca una
mano sin fuerza
ni poder. Depende
de vos, el
valor de tus
cartas. Siempre depende
de vos, como
cuando seis hombres
pensaron que, porque
eras una niña,
serias victima fácil.
Tu mano era
de risa, tenias
unas cartas horribles
pero la convertiste
en escalera de
color y acá
estas, leyéndome. Yo
estaba perdido en
el Océano Atlántico,
nadie pensaba hacer
nada, excepto vos
que, estabas dispuesta
a hacer lo
que, fuera necesario
para rescatarme o
a mi cuerpo.
Mis cartas eran
un desastre, vos
las cambiaste, fue
casi Póker de
Ases, falto poco
y acá estoy,
escribiéndote. ¿Qué queres
Inna? Ponete a
conseguirlo, sin buscar
excusas ni inventarte
obstáculos. Si vuelvo
a estar abrazado
a un pedazo
de madera en
medio del Océano,
no quiero a
otra persona mas
que, a ti,
buscándome, confió en
que, harás lo
necesario, lo imposible
por salvarme o
llevarme a mi
última morada. Paz
amiga, Paz.”
Inna mira
el Océano Glacial
Ártico. Han pasado
más de diez
años y en Dikson nada
ha cambiado. Ella
sí, se ha
transformado en una
mujer, dueña de
varias empresas. Lleva
siendo feliz desde
que, supero sus
adicciones y dudas.
Desde que, Marck
irrumpió en su
vida como un vendaval, sacudiéndole
la modorra. Sonríe,
sabe exactamente cada
movimiento que, hace,
donde vive, teléfonos,
todo; no en
vano es socia
de Pablo en
una Empresa de
Sistemas Informáticos de
Seguridad y su
socio, sigue teniendo
la habilidad de
conseguir cualquier información,
algo muy útil,
en el mundo
de las Grandes
Corporaciones. Cualquier día
le visita, se
lo lleva a
cenar o a
dar un paseo,
mientras, busca una
excusa que, valga,
para sí misma,
y le dé el valor,
de presentarse frente
a él, vive
en Paz.