Llevo un mes desacatado. En ese tiempo moví ficha dos
veces intentando que dos Maestros de Judo reflexionaran. El susto todavía me
bandea. Hoy hablare con otro. Está claro que les quiero, que ellos me quieren,
y que yo les Respeto. Uno no sabe quién soy, probablemente los teléfonos estén
calientes averiguándolo. Tres Maestros, tres Senseis, tres Enciclopedias. Mal
que les pese yo no puedo permitirles cuestionarse su valía, otra cosa es que
las circunstancias personales les aleje del Tatami. La edad nunca fue un
impedimento, es un valor añadido, una niña de seis años, un adolescente de
dieciséis, un Judoka que se siente perdido, un joven Profesor desorientado, un
gran Maestro que se equivoca, hasta un descastado como yo, merece poder
disfrutarles.
Nunca nadie me dijo que eso estaba permitido, tampoco
se ahora que se pueda hacer. El caso es que ya lo hago, actuó como Judoka en
defensa de nuestro patrimonio: Los Maestros.
Espero que tres así lo entiendan, y puedan perdonarme la
osadía. Uno en Uruguay, Dos en España. Ojala conserve mi lugar en el Dojo.
Los Maestros son humanos, dudan, se cuestionan y
cuando les parece que molestan se apartan; eso no debe ocurrir ni podemos
permitirlo. Tenemos que hacerles ver que son necesarios, que pueden enseñar
mucho, que les queremos guiándonos. Algo falla cuando les hacemos sentir que
estorban, es igual que cuando no mimamos a los Abuelos, no conseguimos una hora
para caminar al Sol y escucharles. ¿Alguien quemaría una Enciclopedia, alguien querría
quemar una Biblioteca, alguien quiere que la Red no te permita investigar sobre
lo que te inquieta?
En Brasil es muy común ver a los Maestros acompañados
de uno o más alumnos que son los que llevan el peso de las clases, hacen todo
el trabajo bajo la atenta mirada del Maestro. Cuando este corrige a un niño de
seis años, con paciencia infinita captas porque debe estar en el tatami. Cuando
te explica algo a ti, adolescente descoordinado y sentís el poder de la técnica
pura, sabes hacia donde encaminarte. Esa experiencia es personal, única, intransferible,
solo un Sensei, un Maestro más cerca del final del camino, lamentablemente se
nos mueren, que de otra cosa, puede producirla. Son el Faro, la guía que nos
mantiene en el camino. Son Ejemplo.
¿Cuánto pagaría yo, que tengo para ofrecer, como
demostraría que conozco el valor de lo que les pido? Muy fácil. Sigan Enseñando, Trasmitiendo y yo dejo de Hacer
Judo. No piso nunca más un Tatami, es Judo o nada porque no voy a meterme en
otras técnicas cuando llevo décadas con esto y sigo cometiendo errores, no
porque no Respete y Valore los demás Artes Marciales y ni hablar: a todos los
Senseis. Ni escribiré nada mas referido al Judo. Es fácil ubicarme, una
llamada, un correo; les pido mucho, les doy todo.
A los alumnos de aquellos: Media pila muchachos, media
pilita. Nos dan todo, y no me vengan con que cobran, porque de verdad, les
pagamos una mierda. Les hacemos más caso a ellos que a nuestros padres, nos
hacen estudiar, cuando nadie lo consigue, nos convierten en personas cuando
eras carne de presidio. Te abrazan cuando te ven roto anímicamente, sacrifican
sus vacaciones para que tú, te sientas mejor y tú llegues a tope al Campeonato
que preparas. No me sorprende que se
sientan dubitativos, lo que me maravilla es que sigan, lo que debemos
plantearnos es que necesitan ellos, por una vez.
Ya saben, compro Maestros para los jóvenes, pago el
único precio que puedo. Ojala sea suficiente, alcance, ojala mis Maestros den
por saldada la Deuda de Honor que mantengo con ellos.
Y repito: no se si esto se puede hacer, pero siento
que debo hacerlo, perdónenme si no encontré otra manera, lo que no pueden
pedirme es que mire para otro lado, no es lo que, ustedes, me enseñaron.
Vamos Maestros, por favor, los jóvenes del mañana, los
que aun no están sobre un tatami les van a necesitar, yo lo sé y ustedes
también, sé muy bien todo lo ingrato, el Sacrificio, los años dedicados a
Formar Personas, todos han tenido en sus manos alguien como yo y le salvaron de
sí mismo y a la Sociedad de él, haciéndolo útil, ¿eso no vale nada? Recuerden
el fin Ultimo del Judo, si salvaron a alguien perdido pueden salvar mas o
Formar Futuros Maestros que lo hagan por ustedes. Sigan cambiando el mundo,
mejorándolo. Que se note que son Judokas, Maestros, Budokas. Sigan pisando el
Tatami. ¡Por favor!
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