miércoles, 4 de abril de 2012

El Bicho


El bicho  subió por la pared rápido dejando un rastro baboso detrás y se escondió entre las sombras quedando escondido de las miradas. Pensó que no le habían dado un cuerpo que le facilitase la tarea encomendada, lo que no dejaba de ser una autentica mierda. También es cierto que podía ser peor pero no acertaba a imaginar cómo. Para complicar todo por los alrededores había un autóctono que no parecía muy amigable, lo que le faltaba al bicho, toparse con un cazador siendo una alimaña chica y con pocas armas a mano para defenderse. Ya puestos ni manos propiamente dichas tenía. Una calamidad.                                                                    Se movió sigiloso por la oscuridad intentando no quedar expuesto en ningún momento consciente de que un paso en falso le costaría caro. Cuando regresara plantearía que esas coberturas fueran descartadas por inadecuadas amen de peligrosas para los que arriesgaban  el pellejo  viniendo a la tierra donde todos sabían sus habitantes eran de todo menos pacíficos. Ahora tocaba cruzar un trozo descubierto donde se vería seriamente expuesto, no le gustaba la idea nada pero había que hacerlo así que juntando ánimos empezó a moverse lentamente, con sigilo, pero no tuvo suerte.

El autóctono le había estado asechando y le mato de una certera pedrada en la cabeza que le hizo palmear alegre.