Los robots
estaban siendo atacados por esos animales de forma sistemática, en cuanto se
alejaban un poco eran asediados. OP estaba frenético intentando coordinar las
actividades. Si bien no producían daños molestaban y ralentizaban las tareas
asignadas. Estaban pensados para aguantar mucho castigo lo que no tranquilizaba
a OP que quería evitar a toda costa que alguno fuese averiado y tener que
mandar a otro en su auxilio o a mí. Por otra parte yo estaba encantado con el
movimiento y la perspectiva de salir en busca de un robot averiado con el
vehículo blindado. Para una salida de este tipo el protocolo me dejaba agarrar
el blindado y también disparar a todo lo que se acercase, dando por sentado que
si había que recurrir a dicho vehículo era porque había actividad hostil en la
zona.
Uno de los
que hacían prospecciones buscando minerales quedo enganchado y necesitaba que
le fueran a buscar. La broca estaba trabada y OP tenía los pensamientos más
fríos que nunca.
Me dio
permiso para acompañar a un robot mecánico, pero no debía bajarme del blindado
bajo ningún concepto, la verdad es que no pensaba hacerlo, no en medio de una
ventisca, sin visibilidad ninguna pero el paseo se me antojaba atractivo.
Salimos juntos de la nave y le seguí, las rachas de viento arrastraban nieve
impidiéndome ver bien a mas de dos metros. Un animal se estrello contra el
vidrio dejando un rastro de sangre que se congelo rápidamente. Atacaban como esperando
hacer daño y sin saber que los vehículos y robots fuesen tan duros, tanto como
para matarse del golpe.
Llegamos al robot averiado, la nieve le estaba tapando rápidamente así
que use el blindado de quitanieves primero y después lo interpuse entre la
ventisca y los robots. Destrabar la
broca fue imposible, la parte bajo tierra se había congelado así que el
mecánico la corto liberando al robot, iniciamos el regreso sin mayores
novedades hasta ese momento pero ahí se termino la tranquilidad. Aparecieron
animales de todas partes atacando y matándose muchos al golpearse contra el
metal, no dispare por considerarlo innecesario, además los robots iban delante
y no quería darle a ellos con mis balas. Atacaban furiosos y en gran cantidad,
no dejaron de hacerlo hasta que estuvimos bastante cerca de la nave. Era un
comportamiento bastante raro pero perfectamente entendible si nunca habían
enfrentado vehículos, no sabían que el metal no se puede rasgar con unas garras
tan chicas, lo seguirían haciendo hasta que aprendieran que no podían, eso
podía llevarles algo de tiempo.
La nave parecía darles miedo, no se acercaban ni la atacaban.