Alfredo
estaba decidido a
crear una empresa
de jardinería desde
la nada, con
su esfuerzo y
las ganas creía
que era más
que suficiente. La
primera dificultad fue
conseguir un carro
para poder transportar
todas las herramientas,
solvento el asunto
arreglando con un
vecino que le
mantendría el jardín
todo un año
a cambio del
carro que aquel
no usaba. Las
maquinas de la
abuela sirvieron para
empezar a cortar
el pasto y
limpiar los primeros
jardines aunque pronto
fue evidente que
no eran lo
bastante fuertes como
para aguantar tanto
trajín, igual las
apuro todo lo
posible mientras juntaba
dinero para comprar
mejores maquinas. Empezó
en buena época,
la primavera hace
crecer el pasto
y las plantas
y los vecinos
que no tienen
tiempo o les
da pereza pagan
para que les
poden los cercos,
les corten el
pasto e incluso
les limpien la
piscina. Para mediados
del verano tuvo
que contratar a
un ayudante, el
trabajo se había
multiplicado y entre
dos era más
fácil. Contrato a
Rafa, un amigo
del barrio que
necesitaba trabajar y
tenía cierta idea
del trabajo puesto
que había trabajado
antes en jardinería.
Desde el primer
dia Alfredo se
puso en plan
jefe, esto no
molesto en absoluto
a Rafa, lo
era de hecho,
ningún problema. Los
trabajos más pesados
y sucios recayeron
en Rafa que
los hacía sin
rechistar, enfocado en
trabajar y quedar
bien con su
amigo desde siempre.
Alfredo tuvo que
comprar más maquinaria
y reponer dos
veces la corta
césped, trato de
ahorrar y equivoco
el camino, hasta
que compro una
buena, con fama
de dura. Como
eran serios trabajando
la gente les
recomendaba con los
vecinos y el
trabajo aumentaba.
En una casa
nueva llevaban menos
de una hora
trajinando por el
jardín cuando la
señora salió y
en menos de
media hora Alfredo
estaba probando la
elasticidad del sofá
con la hija
entre él y
el susodicho, mientras
Rafa cortaba pasto,
barría y podaba
setos. Se convirtió
en un clásico
en esa casa,
en cuanto la
señora salía, Alfredo
probaba el sofá.
Están
trabajando en un
jardín nuevo cuando
sale el dueño,
Rafa casi se
muere, es el
Profesor de Derecho
un hijo de
puta redomado, con
fama de cogerse
a las alumnas,
no termina de
pensarlo cuando sale
la mujer, una
alumna de ojos
celestes que todo
lo buena que
esta lo tiene
de estúpida. En
el Liceo se
hablaba de que
se había casado,
pero nadie decía
nada del evidente
embarazo y que
quien la preñara
era el Profesor
de Derecho. Para
Rafa fue positivo,
en el baño del
liceo, el
Profe le dijo
que chitón y
salvaba el examen,
le pasaría tema
y preguntas; Rafa
cumplió su parte
manteniendo la boca
cerrada y el
Profe también, dándole
el examen una
semana antes. Rafa
compartió información con
dos compañeras que
pagaron con servicios
sexuales encantadas, incluso
entregadas.
Cuando
llovía no trabajaban,
Rafa aprovecho una
mañana para ir
a ver un
trabajo, pero no
había nadie y
volviendo le mordió
un perro, un
pastor alemán muy
malo, Rafa corrió
pero el perro
mas y lo
agarro de una
pierna. La empleada de
la casa de
donde era el
perro le curó
y desinfecto la
pierna, le dieron
cincuenta dólares para
que se comprara
un pantalón y
no dijera nada.
Gasto todo en
poner en condiciones
su bici que
estaba medio destruida
y era su
único medio de
transporte además de
los ómnibuses. El
pantalón ni lo
remendó, considero que
era mejor dejarlo
tal cual, era
darle un toque
muy personal que
era lo que
le gustaba en
la ropa. Un
mes más tarde
les llaman de
ese jardín, el
del perro, para
acondicionarlo; Rafa que
conoce al perro
separa el torso
de la reja
pero no lo
bastante la cintura,
ve venir al
perro y ni
se mueve, al
pecho sabe que
no llega pero
el perro muerde
justo sobre el
pene. El dolor
es lacerante, quiere
bajarse los pantalones
y ver si
todavía es hombre
o ya paso
a ser eunuco,
pero ahí en
el portón no
se atreve, le
dejan pasar al
baño, inmediatamente se
baja los pantalones,
aparta los calzoncillos
llenos de sangre
y constata aliviado
que tiene todavía
instrumento, medio rajado
y sangrando pero
tiene.
La
empleada le dice
que ella no
le cura esa
herida, desde el
otro lado de la puerta,
desinfecta la herida
pero le cuesta
mucho parar la
hemorragia, deja el
baño perdido de
sangre, le pulsa
el pene y
le arde, cuando
remite la hemorragia
sale y se
pone a trabajar.
Le molesta el
pantalón, le roza
y duele, así
que se encorva
un poco para
evitar lo más
posible que esa
zona se vea presionada. Barre
hojarasca maldiciéndose por
ser tan estúpido
y lo cerca
que estuvo, perro
de mierda, debería
matarlo. Esta tan
abstraído que no
ve venir a
la dueña de
casa, esta le
pregunta que como
se encuentra y
donde le mordió
el perro. Va
vestida con una
pollera y chaqueta
verdes manzana pálido,
una camisa blanca,
zapatos con taco
negros, está linda
la vecina como
siempre y le
contesta que en
el pene, ella
entiende en el
pelo, no, no,
en el pene
informa Rafa. Para
que, la vecina
se empieza a
reír a mandíbula
batiente, dobla las
rodillas, tuerce los
pies y se
agarra la barriga.
Rafa la mira
y siente ganas
de darle con
el palo en
la cabeza a
la muy yegua,
riéndose de que
casi lo castra
el asqueroso perro
pulgoso ese que ya es
la segunda vez
que le muerde.
Cuando puede articular
palabra la vecina
se disculpa y
se va, riéndose. Le dan
cien dólares por
las molestias y
las risas, la
vecina sigue disfrutando;
Rafa piensa que
porque la tiene
machucada que si
no le iba
a hacer reírse
de lo lindo
metiéndosela por el
culo.
Hacen
una limpieza a
fondo de un
terreno abandonado, dos
días de duro
trabajo y no
cobran, eso lleva
a que Alfredo
le pague menos
ese mes a
Rafa que no
está muy de
acuerdo pero se
aguanta. Alfredo se
comporta cada dia
peor, y trabaja
lo menos posible,
está en plan
jefe mismo. Por
las dudas empieza
a buscarse otra
cosa, no ve
que haya futuro
con Alfredo.
En una casa
les acusan de
robar, la policía
les detiene, ellos
no entraron para
nada, resulto ser
la empleada pero a ellos
nadie les quita
las horas en
comisaría. Además pierden
el dia por
completo, se atrasa
el trabajo, un
desastre.
Rafa
mueve tierra en
los canteros mientras
que Alfredo somete
al sofá a
un castigo intensivo
cuando vuelve la
señora antes de
lo previsto. Gritos
discusiones y los
echan, pierden varios
jardines mas, parece
que los jardineros
fuerzan a las
niñas cuando las
madres no están,
la niña de
diecisiete años no
le dijo nunca
a la madre
que ella lo
había invitado a
Alfredo a cabalgarla
en el sofá.
A raíz de
esto se resiente
el negocio y
Alfredo esta mas
huraño de lo
habitual.
En una de
las casas solo
esta una empleada,
los dueños y
demás personal veranea
en Punta del
Este. Alfredo le
entra con todo
y rebota como
una pelota; se
pone a trabajar
despotricando. Rafa esta
con las azaleas,
mueve la tierra,
saca alguna flor
marchita y la
muchacha se aparece
con una jarra
de agua fresca,
le agradece el
gesto, tiene sed
y el calor
apreta. Ella le
dice que le de agua
al tarado, que
ella no le
da. Alfredo comenta
que esta buena
la guacha y rebelde, mas
buena, son las
mejores, vas a
ver cómo me la cojo
sin problemas. Fíjate me
saco agua, termina
diciendo, como reafirmando
su teoría de
que la muchacha
caerá rendida a
sus pies.
A la hora
de la comida,
están viendo que
hacer, si irse
a casa o
comprar fiambre y
pan cuando la
muchacha sale y
llama a Rafa,
le invita a
comer, pollo al
horno con papas
y un postre
secreto, solo vos
dice. Rafa le
dice a Alfredo
que hasta luego
y entra siguiendo
a la chica
que dice llamarse
Azucena. Comen en
la cocina, riquísimo;
Azucena es de
Fray Bentos, no
conoce a nadie,
se siente sola
y aburrida. Tiene
veinticinco años y ni un
mal novio o
amigo que la
ayude a sobre
llevar tanta soledad.
Hace un café
bárbaro, Rafa ya
le conto que
no cumplió veinte,
que tiene una
novia desde hace
unos meses, que
con ella todavía
no hay sexo,
que lo que
sabe de mujeres
es mínimo y
del sexo ídem,
que se ve
un pelín chiquito
a su lado,
muy nene. Azucena
cree que no
será un problema,
ella se encargara
de ayudarlo y
sin más le
da un beso
exploratorio, de tanteo.
Rafa acaricia esas
dos tetas maravillado,
mete las manos
por debajo de
la túnica y
el sujetador y
las acaricia y
masajea despacio como
si fueran a
romperse. Soltar el
sujetador fue un
combate de boxeo
que resolvió finalmente
Azucena a la
risas. Rafa seguía
con las tetas,
entusiasmado, Azucena lo
separo le bajo
los pantalones y
el calzoncillo, cuando
se arrodillo y
lo absorbió con
la boca, Rafa
casi se muere,
fueron unos minutos
gloriosos. Azucena se tendió sobre
la mesa y
Rafa aprendió a
usar la lengua
y la boca
expertamente guiado por
Azucena que se
retorcía. Para cuando
ella se apoyo
en la mesada
y Rafa pudo
ponerse el maldito
condón, Alfredo asistía
desde el jardín
al espectáculo, vio
como gritaba a la primer
embestida y como
su amigo la
agarraba posesivo de la cintura.
Alfredo termino
de hacer el
jardín solo y
se fue. Rafa
no salió hasta
el otro dia
de la casa,
caminaba en una
nube, pensaba que
Azucena tenía que
ser una Diosa
del amor. Perdió
el trabajo y
al amigo, no
le importo mucho.
Consiguió otro trabajo
y durante veinte
días recibió clases
intensivas de sexo,
pasión, ternura y
soledad. Un dia
Azucena desapareció sin
dejar rastro, se
fue como vino,
de improviso.
Le dijo
a la novia
que cortaba, había
estado con otra
mujer, la quería
pero se había
ido con otra,
la novia dictamino
que esa noche
quería que él,
la desvirgara. Y
en verdad la
desvirgaron esa noche,
fue Azucena.