sábado, 8 de marzo de 2014

Nada es azar.

Cuando era un joven aspirante y durante años, la única fuente de conocimientos disponible era el Sensei y si habia mucha suerte, sus alumnos aventajados. No existía Internet, tampoco You Tube, ni habia tanta facilidad para filmar clases; las filmadoras eran caras, requerían saber usarlas y eso las volvía cuasi, prohibitivas. Existían libros, escasos y algún material, recopilado por el Sensei, durante años: anotaciones con letra ilegible, dibujos y esquemas. En la actualidad, cualquiera que quiera saber más, ahondar, puede hacerlo y con algo de tiempo, buscando en internet y recurriendo a las redes sociales, obtendrá sin asomo de dudas, información referida al aspecto o aspectos que quiere reforzar. Esto, con ser muy positivo, tiene algunos puntos que no lo son tanto. Querer correr hacia el sol y ganarle a tu sombra, es por definición, materialmente imposible. La paciencia es fundamental, la fe en que la palabra del Sensei se cumplirá y que si seguís esforzándote, el Judo florecerá, inesperadamente, por sorpresa, pero que es certeza que lo hará. Hoy hay poco de eso…ni paciencia, ni fe en el Sensei(Si lo tenemos, claro.), ni ganas de esforzarse, ni aceptar que la apuesta es en años y no en meses; la inmediatez de internet y You Tube, nos ha confundido. Yo jamás tuve el privilegio de ser aceptado, en una clase de trabajo técnico, donde todos eran de SHODAN para arriba; ni aceptado ni tan siquiera invitado a participar. Si me habia dejado la piel en los últimos meses, me permitían mirar, desde afuera, sin Judogui y como hablara, terminaba exiliado en la Antártida. No entendía las razones ni se me pedía que lo hiciera, sabían que si seguía los años necesarios, lo entendería solo. ¿Y saben?, Lo entendí y ahora que entendí eso y otras cosas, comprendo que hay una Sabiduría, un Método, unos Objetivos a corto, mediano y largo plazo; nada es por simple capricho, nada es azar…todo es Judo, aunque cueste verlo y como digo, lleva años, bastantes…acercarse a la orillita y meter las patitas, sentir que entras y que apenitas, es el principio y llevas 31 años, no viviré suficiente para conseguir que las rodillas, se sumerjan; pero eso, no me hará esforzarme menos, por conseguir aprender, mas, se muy poco. Vuelvo a tener un Sensei, vuelvo a disponer de un Dojo y eso conlleva a recordar, otros Senseis, otros Dojos, otro Continente, otra Vida, y sin ninguna duda, otra época. No me dejaban mezclarme con ellos, por una razón muy simple, mi nivel era bajo todavía y si me mostraban esas técnicas y yo me ponía a intentarlos, no me saldría nada y me frustraría, me desilusionaría, pues en tanto potrillo, era todo vehemencia y no sabía que la paciencia existía; no era tiempo y lo sabían. Pero me dejaban verlo, si me lo ganaba entrenando duro: si sabían que en casa iba mejor, si las peleas seguían sin aparecer, si no faltaba, si mis notas se mantenían o mejoraban; porque lo de menos, era si sabia caer o conseguía efectividad, con una técnica. Surfeo la red, encuentro videos interesantes o me los pasan, compartiéndolos conmigo, generosamente; muchas cosas se me siguen escapando y algunas, las pruebo, buscándoles la vuelta y cuando algo me supera, simplemente lo guardo, por si en algún momento, dentro de unos años, puedo abordarlo. He visto lagrimas de frustración ante algo que no sale, que se ha trabajado, pero se niega, haciéndoles dudar, a los potrillos y minándoles, la moral. Muchas veces, es bastante complicado que lo consigan, dada la complejidad técnica, implicada; entonces siempre recurro a lo mismo y les pregunto si alguna vez me ven quejarme de algo que no me salga, hacer gestos, perder ganas, intentarlo menos. Contestan que no, seguros, y a continuación les pregunto, que les hace pensar, que a ellos, les costaría menos que a mí, que llevo más años que la edad que tienen, tratando y tratando; no les dejo ni contestar, los mando a entrenar, si pierden tiempo, jamás me agarraran, les digo. Cuidarles como hermanos o hijos, es más que una obligación; es una responsabilidad elegida. Hay más cosas que he descubierto, pero esas, son solo para nosotros, los Judokas o como mucho, para compartir con amigos Budokas, porque internet, You Tube, los libros y pasar horas mirando Judo, jamás, convierten a nadie en Judoka; y tampoco las comprenderían quienes jamás han transpirado un Judogui o transitado el Do.

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