martes, 21 de octubre de 2014

No hay árbitros.


No hay árbitros, escucho a cada rato y lo veo cuando voy a un campeonato. No, claro que no hay; para formar un arbitro necesitas un Judoka y de excelente nivel técnico. ¿Y para formar Judokas? Buena pregunta, fea, dolorosa, incomoda e inadecuada. Las Federaciones, los Federativos, las Comisiones, los intereses, la ignorancia o no observancia de las reglas o manera adecuada de hacer las cosas, no por ser modernos, las haremos mejor, olvidar las bases, solo condujeron a esta realidad: no hay árbitros. Y si comparas a uno de 60 años o cerca, con uno de 25, ves que la diferencia a favor del de 60 años, es abismal, claro, sabe mucho Judo y en su día, compitió mucho. Competir es requisito, no el único; el principal, es saber mucho Judo, mucho, mucho y saber mucho Judo, no es fácil ni se consigue pagando un examen al que podes ni siquiera ir, pero te aprobaran igualmente. También ayuda conocer el Reglamento, jejejejejej, si, saberlo contribuye a ser arbitro, uno bueno. Cuando los genios que nos mandan, algunos no saben Judo, ese que desarrollo Jigoro Kano, creo que han practicado otros estilos de arquitectura financiera, pero dudo que hicieran Judo, toman ciertas decisiones, me pregunto que opinaría Jigoro Kano, que diría. Algunos son Campeones, varias veces y eso parece ser lo único que importa; como si serlo 11 veces te habiliten a llevar una pulserita en un tobillo, cuando llevas el Judogui. La excusa de que no podes sacarla, se licua frente a mi corta uñas, que siempre va en la mochila, con las gomitas para mis compañeras y el esparadrapo ancho. ¿Como van a existir árbitros? ¿Como van a ser imparciales en Girona? Donde sufrí en mis carnes, la ineptitud disfrazada de arbitro, lo de menos, fue el resultado del combate, que por supuesto perdí por mi culpa, si hubiera matado o lesionado gravemente a mi adversario, locatario, habría ganado, pero no se trata de ganar, se trata de, como ganas y de como perdés y eso me lo decía Sensei Firpo y le imagine con Sensei Erlich, mirándome serios, con el mensaje diáfano: ni siquiera lo consideres, a buscar otro Ippon, moralmente, ya ganaste. Y eso es Judo de verdad, hacer a alguien que lo practica mejor, para si mismo y para los demás, aunque deba usar un recurso imaginario y traer a sus Senseis a que le frenen, me sobraban ganas, experiencia y técnica para ganar y ganar, con ese arbitro, era lastimar seriamente a mi adversario o matarlo, inadmisible hasta para mi. Mi adversario, me busco y se disculpo avergonzado, sufrió cuatro técnicas decisivas, los dos sabíamos que habían sido Ippones, pero no el arbitro, que era de su gimnasio, eso no podía ser un Dojo. No hay árbitros ni los habrá, no busquen, como los Judokas, se extinguen rápidamente; tenemos autoridades muy sabias, porque se creen sabias, gente que no sabe Judo, juzgando Judokas porque creen saber de que hablan y opinan. Hoy, cualquiera opina, incluso yo, la diferencia radica, en que se muy bien, todo lo que no se; no ignoro ninguno de mis grandes defectos, no me pagan por venderme y soy libre de decir que pienso y siento y ojo, me contengo, hago Judo por Jigoro Kano.

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