lunes, 20 de octubre de 2014

Efectividad dos.


Escribo y cuelgo efectividad, porque así, lo sentía y siento, ni más ni menos; como cualquier otro, algunos no los pongo porque soy demasiado honesto y duro y de eso, se aguanta poco y disparan a ver si pueden demandarme, hablan hasta con los abogados, increíble. Efectividad, estábamos en ese articulo y en esa cuestión. Parado, a la salida de la escuela de mi nena, que esa tarde, antes de ayer, tenía que salir con una amiguita y se venían las dos conmigo, a casa, merendaban y las llevaba a Ingles. Las instrucciones estaban claras, como metiera la gamba, habría tormenta. Yo no veía a la mía ni a la prestada, me distraje hablando con una madre y con una amiga y estaba medio pendiente por la izquierda, de que aparecieran las chancletas, la derecha, no estaba controlada, en ese entorno, no era probable, sufrir un ataque y no sufrí un ataque, simplemente Juan, un amigo, un Budoka, intento agarrarme el cuello, como para estrangularme. Su mano quedo clavada entre mi hombro y mi mandíbula, con mi mano izquierda, de saque su mano derecha, la que atacaba y con la derecha le marche un agarron de huevos y rompimos a reír, ante el estupor general de los demás padres y madres, que deben creer que estamos los dos muy locos o que igual nos drogamos. Solo disfrutábamos, solo disfrutábamos de sentirnos diferentes, tanto como para intentar sorprender a un amigo, hasta cuando trata de ubicar a su hija y la amiguita, que por ahí no andaban.

-No entrenaste nada en tu vida, cabronazo, ni metí la mano, cerraste con fuerza y ni siquiera te moviste, sabias que era alguien amigo.-

-Para un Judoka el cuello es importante e inviolable, he trabajado eso, muchos años. No percibí agresividad, era alguien jugando.-

-Pero aún así defendiste perfectamente.-

-Claro, otra oportunidad, de ver si soy o no efectivo. Efectividad defendiendo, tan importante como la otra, no siempre llevaras la iniciativa, ni el otro sera bobalicón.-

-Nosotros no trabajamos el cuello.-

-Bueno, trabajan otras cosas, ¿que más da?-

-Que no se, si soy así de efectivo.-

-¡Mi hija! Y me falta la amiga, te dejo loco, mi mujer me mata. Luna, Luna, ¿donde esta tu amiga?-

Andaba ahí nomas, merendaron y llegaron a Ingles sin problemas, zafe de la bronca.

Fue automático, sentí que entraban unos dedos, contraje los músculos del cuello, subí el hombro derecho, el lado del ataque y baje la mandíbula y el mentón, cerrando cualquier posibilidad de que por ahí, me metieran la mano o el brazo. ¿Entrenado así, por si pasa exactamente así? No, nunca, basta hacer combate en el suelo y trabajar con los compañeros que tienen facilidad para estrangularte, con el tiempo, aprendes a cerrar y defender el cuello. Hay que trabajar duro y años, claro, regalado en estas cuestiones no hay nada.  Efectividad, fue como premonitorio. Y Creación, Arte, desde algo conocido, llegar a algo que no lo es o no lo era y conseguir, protegerte, evolucionando desde las técnicas que trabajamos por sistema, hacia otras, pura fantasía, puro disfrute e igualmente, efectivas. Judo, hablo de algo difícil de explicar, porque mucho de lo que le compone es sensaciones, y son propias. Que solo afloran si entrenas duramente, olvidando medallas, árbitros, cinturones u otras cuestiones, que no son las importantes. Llegas al punto, complicado, en el que, hasta tus uñas se rompen solas o casi, tus músculos no dan nada de si, hay dolores reflejos y viejos dolores de lesiones; vas a ver al Sensei, le contás como esta la situación y entre los dos acuerdan que iras, harás lo que buenamente puedas, porque en ese tatami, tenes un lugar, tenes un lugar... Efectividad a nivel humano. El Judo, ese que Jigoro Kano desarrollo, tiene tanto que enseñar, tanto para enseñarme, sobre tantos aspectos, tan dispares y diversos, tanto que enseñarme sobre mi mismo y sobre ustedes, mis congéneres, mis iguales.

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