viernes, 6 de enero de 2012

Embajador.


Cada vez que salís fuera de tu Dojo para hacer cualquier actividad de Judo (Entrenamientos, Campeonatos, Colaborando con la Federación) te convertís en un Embajador. Estás representando a tu Sensei y a todos tus compañeros. Fulanito, alumno  de Sultano, de tal Dojo.

Nadie sabe quien sos, tu nombre no dice nada, tú historia está en blanco pero considera que saben quién te enseña Judo. Y que le llamaran para contarle como te has portado y felicitarle si tu conducta así lo amerita.

También lo harán, en caso contrario.

¡Con tu esfuerzo y el de tus compañeros, conseguís entrar a formar parte del Equipo Nacional! Enhorabuena, ahora  en tu Judogui esta tu Bandera, los colores de tu país y para que nadie tenga dudas, habrá un dorsal que tendrá tu Nombre y el País que defendes. Te has convertido en Embajador de tu País.

Muchos no lo conseguirán, pero todos deben estar preparados, por si pasa; todos deben ser buenos Embajadores de sus respectivos Profesores, Monitores o Maestros. Cada cual a su nivel y desempeñando la actividad que sea: Crono, Árbitro, Judoka.

Hagan sentir a quien les enseña Orgullo, que las llamadas sean de Felicitación, siempre. Es un reto más, uno de tantos, pero es de los más importantes; de nada sirve una medalla, si tu gente no puede estar orgullosa de ti.

Tus logros, solo valen, en la medida de que tus rivales te respeten tanto o más, que tus compañeros.

Valen, si tu Sensei, está orgulloso de ti.

Valen si sos un referente, si se te pone de ejemplo para los demás




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