miércoles, 22 de febrero de 2012

Las ganas.


Lo son todo en la vida. En la actividad que sea, hagas lo que hagas, sin ganas probablemente no triunfes. Probablemente no, seguramente no triunfes.

Hay distintos triunfos, hoy me referiré a uno individual, propio, al objetivo personal, ni siquiera meta, solo algo que quiero conseguir porque me interesa y para eso persevero, le pongo ganas, le echo horas.

Un compañero que empezó tarde con el Judo se machaca con las caídas, él solo, sin que nadie se lo diga, igual que si yo estuviera en el tatami, porque yo se lo indicaría. Solo las hace, clase tras clase, buscando mejorarlas, sentirse seguro, dominarlas. Y resulta un ejemplo. De ganas de mejorar y hacerlo cada dia mejor. De cómo si te lo propones la mejoría llega, si trabajas suele ocurrir que mejoras.

Otra cosa a destacar es que lo hace en soledad, en un rinconcito, para no molestar a los demás. Hay más gente necesitada de mejorar sus caídas u otras técnicas, pero que no tiene las ganas necesarias para ponerse a ello. Querrían mejorar pero no están dispuestos a hacer los esfuerzos necesarios para conseguirlo, les falta ganas.

Cuando me dijeron quien era me sonreí, porque le sé muy capaz de hacer eso y más. Le sobran ganas, voluntad y empeño. Ha mejorado muchísimo, aprende rápido y constantemente. Tiene la actitud correcta.