miércoles, 22 de febrero de 2012

Traspaso.




Van a hacer doce años ya desde aquella mañana en que me vendió un bocadillo cuando nadie en el barrio me quiso hacer uno. Cansada de madrugar y de lidiar con una normativa obsoleta en cuanto a horarios sumada a la incertidumbre de que va a pasar con esa zona del barrio la han hecho decantarse por traspasar e intentar una nueva aventura en otro ramo comercial.

Con el paso del tiempo me mude bastante lejos de su Bar pero seguí acercándome siempre que podía, cuando era complicado entre semana me dejaba ver los sábados. Siempre la encontraba con una sonrisa, con alegría, con educación y paciencia.

Es como tantas otras cosas que van cambiando, y tenes que alegrarte por los demás, porque es un cambio para mejorar, no solo la parte económica sino tener mejor vida, madrugar bastante menos o dejar de hacerlo llanamente, no tener que agarrar el coche, ni aparcarlo y tener libertad para elegir horarios de apertura y cierre. Y dejar de estar a expensas de la administración pública, que viene diciendo que va a reformar ese mercado desde hace añares y nunca se termina de concretar. Tampoco está claro adonde los trasladarían mientras durasen las obras, ni las posteriores condiciones para permanecer en el mercado una vez remodelado.

Su sumo todo para decidirla a traspasar. En estos días me lo dijo, la vi contenta entusiasmada, ilusionada con el nuevo proyecto y me alegre mucho, es muy trabajadora y estará bien asesorada así que creo que no tendrá problemas para sacar a su nuevo proyecto adelante.

El problema lo tengo yo que debo encontrar otro Bar donde sentirme como en casa.

¡Gracias Pilar! Por aquel bocadillo, por todos estos años, por tantas horas de charla o de compañía silenciosa. Ya te estoy extrañando. Gracias.