viernes, 10 de febrero de 2012

Recaudador de Impuestos.


Nueva ocupación, recién promocionado. Como los ciudadanos son reacios a pagar voluntariamente sus cargas fiscales se ha tenido que volver a la figura del Recaudador. Este debe ir a cada planeta de la confederación y recaudar in situ los impuestos según unas estimaciones que fluctúan de acuerdo al volumen de la exportaciones y a los gastos generados al gobierno federal, normalmente en protección.

Te dan una nave, te adjudican un Cerebro y ya estás listo para salir a trabajar. El primer planeta que debía visitar se dedicaba a explotar la madera, según los registros las cosas les iban bien. Pero en el planeta maderero me dijeron que debido a unas inundaciones imprevistas ese año habían tenido pérdidas muy grandes. Rellene el formulario correspondiente, lo firmo el gobernador local y puse rumbo a otro planeta.

Este se dedicaba a las frutas tropicales, sus productos eran consumidos en todo el universo, pero una plaga muy virulenta le había producido enormes pérdidas. Se veían imposibilitados de pagar ningún impuesto incluso preveían pedir ayudas Federales. Rellene el formulario que fue firmado y puse rumbo a un planeta dedicado a los combustibles fósiles.

Se notaba que prosperaban en cada detalle, las naves eran todas nuevas, las casas suntuosas pero no querían pagar, consideraban que trabajaban duro como para tener que pagar impuestos. Este formulario no existía, hice uno que nadie firmo.                                                                     Pensaba que las cosas no me iban bien, no recaudaba impuestos en ningún planeta pero seguía visitándolos según la ruta que Cerebro tenía programada. Incluso quede varado en un planeta remoto, con la nave muy averiada y tuve que esperar a un transporte de mercancías que me acerco a las oficinas centrales del Gobierno Federal.

-Díganos ¿como le fue recaudador?-Mi jefe parecía enojado.

-No recaude nada, señor.-Ni le mire a la cara de tanta vergüenza.

-¿Cómo es posible eso? Tenía una ruta asignada, en todos los planetas había impuestos que recaudar, no lo entiendo.-Estaba perplejo, y asombrado.

-En la mayoría habían tenido un problema que les había afectado la producción, en uno se negaron terminantemente a pagar.-Explique los hechos.

-¿Y usted en cuanto se ha enriquecido jovencito? ¿Donde tiene los créditos?-

-No, no tengo ningún crédito, gaste mi salario intentando reparar la nave, pero esta estaba demasiado estropeada para ser reparada. -Había gastado todos mis ahorros intentando salvar aquella nave.

-Puede esperar afuera, como algo, descanse, tenemos que deliberar.-

Salí a la zona de descanso, comí, me duche y me acosté a dormir, estaba muy cansado. Entretanto mis jefes deliberaban sobre mi situación, que aparentemente era mucho mejor de lo previsto. Lo que no sabía era que por norma general los Recaudadores de Impuestos se enriquecían a costa de conchabarse con los gobernadores locales o porque se quedaban parte de los impuestos recaudados, no los declaraban. Yo había evitado ambas situaciones, más que nada por desconocimiento, me habría encantado ser uno más, no destacar, no llamar la atención. Claro que ahora toda esa atención estaba enfocada en mi persona.                                  Otra ducha después de dormir me dejo como nuevo, aproveche para acercarme al hangar y admirar las naves que ahí atracaban. El movimiento era abrumador, todas las plataformas tenían tráfico intenso, lo que resultaba lógico, fui incapaz de discernir cómo funcionaba el código de colores.

En mi alojamiento me esperaba un Cerebro nuevo, debía volver a todos los planetas que ya visitara y no solo recaudar los impuestos pertinentes sino que debería cobrarles un recargo del treinta por ciento. Contaría con una nave nueva y un respaldo de dos naves militares como respaldo y muestra de autoridad.

En todos los planetas pusieron mil objeciones pero pagaron exactamente la cantidad estipulada, no tanto por mi presencia como por la de mi escolta, dos naves militares eran mucha capacidad disuasoria. Regrese a las oficinas centrales del Gobierno Federal donde me asignaron otros cuadrantes para visitar. Ahora mismo viajo en dirección al 729, la mayoría de los planetas de ese cuadrante se dedican a la producción de carne. Según Cerebro son planetas fáciles en el asunto de los impuestos, aun así conservo mi escolta.

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