viernes, 30 de marzo de 2012

Despegue Suave


Fue un despegue suave sin turbulencias que zarandearan la nave. El viaje al siguiente planeta fue rápido, este no sería como el anterior. Para empezar las temperaturas eran más bajas, obligaban a ir bien abrigado, con hielo y nieve en muchos sitios las cosas se complicaban bastante. Servía el mismo vehículo Todo Terreno para las primeras exploraciones, solo había que ponerle cadenas a las ruedas, cosa que hice.

La atmosfera era baja en oxigeno, eso obligaba a llevar mascara y respirador de apoyo. La nave se había posado sobre una explanada junto a una montaña, el lugar no me parecía adecuado puesto que al tener la montaña  al lado no veíamos nada de lo que se acercase desde ese punto. Nada más bajar entre el ulular del viento sentí aullidos que me erizaron la piel bajo el abrigo. Recorrí la explanada sin alejarme mucho de la nave pues no me gustaban nada los aullidos ni ver tan poco a mí alrededor. Estaba ya regresando cuando desde un costado algo peludo golpeo el vehículo desde la derecha. No vi que era, solo que tenía un tamaño medio. Metí el vehículo en la nave y tome muestras de pelo para que las analizaran en el laboratorio.            OP me puso al tanto de que parecía un planeta rebosante de vida, las cámaras captaban movimientos a cada rato y los sensores lo mismo. No recomendaba que saliera a pie, y estábamos de acuerdo en eso por completo. La criatura que ataco al vehículo me habría matado solo con el golpe y seguramente tenia garras y dientes afilados para ayudarse llegado el caso. Era imperioso planificar las salidas en el vehículo y tener en cuenta que los robots serian atacados por dejar a los más sensibles en la nave.                                                                                Parecía claramente un planeta  que sería destinado a extraer materiales, la climatología  no invitaba a otra cosa, a menos que se descubriera algo que llevase a cambiar de opinión. Cosa harto improbable.

La segunda salida la hice con OP todo el tiempo dándome indicaciones, estaba preocupado y se le notaba, no quería perder a su Explorador, así que me daba las lecturas del radar que a mí me llegaban en tiempo real al vehículo, cada pocos segundos volviéndome loco y deseando que encontrase alguna otra cosa a que dedicarse. Pero no surgió nada que lo apartase de mí, estuvo todo el tiempo supervisándome, atento a los sensores y las cámaras, por si se detectaba algún peligro. No sufrí ningún ataque en todo el recorrido, volví a la nave aterido de frio pero salvo eso, sin ninguna novedad.