jueves, 8 de marzo de 2012

OP entretenido.


Después de tres exploraciones sabíamos que el planeta tenía mucha vida a nivel de insectos, no parecía haber animales o formas de vida nuevas en esta parte que estábamos explorando; bajaron los robots para hacer mapas de posibles recursos minerales y yo me dedique a hacer ejercicio aprovechando que tenia espacio disponible. Todavía no podía comer  nada del planeta, una precaución lógica hasta no tener los resultados definitivos de los exámenes. Al estar OP entretenido con los robots y las demás tareas me dejaba tranquilo, lo que se agradecía sobremanera. Por simple rutina verifique los trajes, el de riesgo de contaminación biológica debía cambiarse, tire el usado en el contenedor correspondiente y saque uno nuevo. Revise el Vehículo Todo Terreno, aceite los cañones de la ametralladora, y algunas otras piezas genéricas que solían sufrir desgaste por falta de lubricación. Repase las armas de mano, a las que limpie concienzudamente, aceite con mimo y guarde en sus estuches. Para lo ultimo deje las gafas de visión nocturna, solían fallarles las baterías, así que las cambiaba siempre que podía. Las limpie, les cambie las dichosas baterías y las volví a guardar.

OP quería confirmar la existencia de peces, por lo que me fui a pescar acompañado de un robot maderero. Mientras este cataba arboles y hacia un ruido ensordecedor, yo intentaba pescar algo pero viendo que no tenía resultados satisfactorios fui a la nave a por una red, herramienta más eficaz para la tarea que tenía por delante. En dos tiradas tenia mas especímenes de los que podía manejar, devolví al agua los sobrantes y traslade a el resto a la nave, parecía que había muchos peses y variados. Tres o cuatro habrían quedado esplendidos asados, se me hacia agua la boca de solo pensarlo, pero había que esperar. En caso de poder consumir productos del planeta nuevo no tendría el visto bueno para hacerlo hasta dentro de cierto tiempo, saberlo no ayudaba en nada a aguantarse, pero era peligroso no respetar la cuarentena obligatoria.

El robot maderero llego al rato lleno de aserrín que ayude a quitarle con una manguera de aire comprimido, no era una tarea específica, los robots mecánicos eran aptos para reparar cualquier avería, o tarea de mantenimiento, pero así como yo revisaba personalmente los vehículos antes de usarlos también se me permitía colaborar en estas tareas. La manguera de aire comprimido era lo más parecido a una pelota que tenía en ese planeta, era incluso mejor: no hacía falta más gente para jugar. Solo robots estoicos que aguantasen mis perrerías. El aserrín volaba por todas partes.