Miras el arma y sin sacarle el cargador sabes que te queda
una bala, una sola.
Toda tu vida resumida en esa munición a todas luces escasa
para sobrevivir. Le das vueltas al asunto, muchas vueltas y encontras una
manera de usar esa bala y lo haces. Con los ahorros de toda la vida emigras,
gastas tu último cartucho en un acto de fe. Y de verdad era tu último cartucho
porque años más tarde la crisis te golpea, no tenes trabajo ni alcanzan los
ahorros y no te queda munición ninguna, no hay cartucho.
Estaba dándole vueltas al asunto, rumiándolo con paciencia,
valorándolo en su justa medida mientras pagaba una multa que me cayó en estos
días. Caminaba por la calle sintiendo el calorcito del sol y en cierto momento
mi cabeza se retrotrajo a unos cuantos años atrás.
Resulta que un fotógrafo ve un viejo afiche, el protagonista
esta bajo fuego enemigo, es un Sargento de los Marines Norteamericanos sumido
en algún infierno, su cara refleja muchas cosas mientras con un pie intenta
enganchar la correa del lanza llamas, su único cartucho posible para callar al
nido de ametralladoras que se adivina a sus espaldas. Su unidad yace diezmada a
su alrededor y los pocos supervivientes dependen de ese pie y esa
determinación.
La foto capta tan bien la situación que el fotógrafo
investiga y consigue entrevistar al protagonista en su lecho de muerte, el
octogenario sobrevivió a la guerra, a muchos días infernales como el del afiche
pero el cáncer le había alcanzado. Esta sería la definitiva.
Cuenta el fotógrafo que los ojos eran los mismos. En la
entrevista hablaron sobre todo de aquel dia, de la medalla que le dieron por
achicharrar al nido de ametralladoras, la simplicidad del abuelo al aceptar que
hizo lo que había que hacer, que aquel dia era el lanza llamas o nada. Que le
dieron la medalla a el pero que todos se la ganaron un dia u otro, los muertos
y los vivos.
No sé porque me vino a la cabeza esta historia, pero concluí
que la última bala es la salud, ese es el verdadero último cartucho. No se
trata de nada más que eso, tener salud para seguir peleándole a la Vida.