miércoles, 21 de marzo de 2012

Un Alienígena.


Un alienígena ha bajado desde vaya  a saber uno donde y se ha escondido en mi ropero. Lo sé porque le escucho haciendo ruidos por la noche y se ve una extraña luz verde. Tan convencido estoy que no abro el ropero para nada, no saco ropa ni la meto, uso la que está afuera y me voy arreglando como puedo.                                                                                                                           El problema es a quien llamo para decírselo y que me crea; he descartado a la Policía y a los Bomberos, porque sé que parece algo muy fantástico e increíble. Imagino las sonrisas al escucharme contarles mi problema, también las de quienes me están leyendo. Nunca hice un curso de trato y aproximación a seres vivos de otros planetas. Muy grande no parece que sea, si cabe dentro del ropero, pero eso no dice nada sobre su peligrosidad por no hablar del posible armamento que pueda tener consigo.  Esta situación no puede seguir así debo hacer algo pero no me animo, estoy asustado. Ignorarlo tampoco parece que sea lo adecuado, algo debo hacer.

Después de pensarlo mucho me he decidido a contártelo, habrá quien no me crea pero seguro que por lo menos alguno de ustedes tendrá la duda y se acercara a mi casa a mirar en mi ropero.

¡Socorro!