¿Cuántas veces hay que enseñar a atar un cinturón? Tantas
como sean necesarias, a todos los aspirantes que lleguen al tatami. Porque
primero hay que enseñarles a hacerlo y como es la manera correcta y después corregirles
hasta que lo sepan hacer bien.
¿Cuántas veces hay que enseñar a caer? La respuesta anterior
sirve agregándole: al ser unas técnicas tan importantes para evitar futuras
lesiones se pondrá especial cuidado al enseñarlas para que los alumnos las
aprendan lo mejor posible porque condicionan un poco o un mucho la enseñanza
del resto de técnicas.
Para eso es necesario tener Paciencia y Constancia porque de
lo contrario los resultados no son óptimos. Además hay que tener la capacidad de valorar
los progresos y pedir a cada uno con arreglo a los mismos. Si, efectivamente
pedir es un eufemismo de exigir. No suele ser fácil hacerlo en el contexto de
un grupo, de hecho no lo es.
Si se da la circunstancia de que son dos o más los aspirantes
a quienes se les enseña la cosa mejora mucho porque se les hace más llevadero, más
entretenido.
Hay que tener Paciencia y Constancia para seguir haciéndolo quince,
veinte, treinta años más tarde con cada aspirante que sube al tatami con la intención
de aprender Judo, es obligación de cada cinturón Negro ayudarles a conseguirlo dedicándoles
el tiempo necesario, con muchas dosis de paciencia y constancia, la misma que
no hace tanto, apenas treinta y pico de años, tuvieron conmigo o contigo, otros
Judocas. Tantas veces como se den las circunstancias.
Porque hacerlo así es mantener vivo el Espíritu, la Esencia
de lo que llamamos Judo, siendo esto más importante que todo lo demás. Hay más
cosas que son necesarias pero las dejaremos para otras ocasiones.