sábado, 20 de octubre de 2012

Paciencia,Constancia.


¿Cuántas veces hay que enseñar a atar un cinturón? Tantas como sean necesarias, a todos los aspirantes que lleguen al tatami. Porque primero hay que enseñarles a hacerlo y como es la manera correcta y después corregirles hasta que lo sepan hacer bien.

¿Cuántas veces hay que enseñar a caer? La respuesta anterior sirve agregándole: al ser unas técnicas tan importantes para evitar futuras lesiones se pondrá especial cuidado al enseñarlas para que los alumnos las aprendan lo mejor posible porque condicionan un poco o un mucho la enseñanza del resto de técnicas.        

Para eso es necesario tener Paciencia y Constancia porque de lo contrario los resultados no son óptimos.  Además hay que tener la capacidad de valorar los progresos y pedir a cada uno con arreglo a los mismos. Si, efectivamente pedir es un eufemismo de exigir. No suele ser fácil hacerlo en el contexto de un grupo, de hecho no lo es.

Si se da la circunstancia de que son dos o más los aspirantes a quienes se les enseña la cosa mejora mucho porque se les hace más llevadero, más entretenido.

Hay que tener Paciencia y Constancia para seguir haciéndolo quince, veinte, treinta años más tarde con cada aspirante que sube al tatami con la intención de aprender Judo, es obligación de cada cinturón Negro ayudarles a conseguirlo dedicándoles el tiempo necesario, con muchas dosis de paciencia y constancia, la misma que no hace tanto, apenas treinta y pico de años, tuvieron conmigo o contigo, otros Judocas. Tantas veces como se den las circunstancias.

Porque hacerlo así es mantener vivo el Espíritu, la Esencia de lo que llamamos Judo, siendo esto más importante que todo lo demás. Hay más cosas que son necesarias pero las dejaremos para otras ocasiones.