Y por extensión a los jóvenes, de sí mismos y del entorno.
Una tarea difícil que enraba un montón de cuestiones como bien saben los padres.
Ahora que yo también lo soy, padre digo, me largo a opinar porque hasta ahora
ese era el gran argumento:”Cuando seas padre….”con el que finalizaban muchas veces
las arengas para meter mas presión a los jóvenes y niños que teníamos a nuestro
cargo.
Porque hay algo claro: sobreprotegerles es contraproducente
a corto y largo plazo. Algo que no digo yo, sino que está sobradamente
demostrado.
¿Entonces qué hacemos? Fácil, hay que enseñarles a tener
criterio y apretarles las tuerquitas un poquito más cada vez, que no lo tengan
todo tan masticado y fácil. Claro que acá chocamos de frente con las mamas, que
están por todo lo contrario y nos tachan de trogloditas insensibles. Los niños darán
en la medida en que se les exija y lo mismo pasa con los jóvenes, pero tiene
que ser sistemático y desde chiquitos para que no sea traumático, para que sea algo natural. Así
sabrán manejarse con esa presión que no les será tal, les parecerá natural y así
lo vivirán, con naturalidad. ¿Presión, les suena verdad?
Mi hija cruzo la calle sin mirar, observando a una paloma
que por ahí pasaba y totalmente sorda a mis gritos. No es culpa de ella, siete
años, es toda mía que no estoy siendo capaz de exigirle que mire antes de bajar
y cruzar la calle, se lo repito mil veces pero no hay manera. A los dos días hizo
lo mismo, muy feliz ella, en el estacionamiento de un centro comercial
abarrotado de gente y coches. Repito que la culpa es mía, se lo pongo fácil,
dame la manito, espera que viene un coche, ella se siente protegida no necesita
mirar ni preocuparse, esta papi para eso.
Es solo un ejemplo, hay más. Pero yo a su edad cruzaba dos
avenidas arrastrando a uno de mis hermanos
y tomaba un ómnibus amen de caminar casi un kilometro, solos, para
llegar al colegio. Y dos años más tarde eran tres hermanos los que flameaban a
mis espaldas. Exigencias del guion.
Evidentemente es lindo protegerles y es necesario pero también
lo es que se les enseñe desde muy tiernos a pensar y decidir, total no pasa
nada porque ahí estamos los padres y demás educadores para cuidarles, pero
crecen rápido y no estaremos siempre a su lado ni nos querrán tener.
Protejámosles y exijámosles también, en la búsqueda del tan
esquivo equilibrio necesario para todo en la vida, más si cabe educando a los
niños.