Valeria tenía
un lomo espectacular,
el pelo enrulado
largo y las
tetas hechas. Una
tarde entre al
negocio del marido
de mi prima
y ella estaba
ahí, sentada hablando
con las chicas;
como el marido
de mi prima
no estaba salude
y me fui.
A la semana
paso otra vez y ella
estaba sentada en
la misma silla,
hable con el
marido de mi
prima y cuando
me iba, ella
me pregunta si
la puedo acompañar
a casa, vive
cerca pero le
da miedo ir
sola. Son apenas
trescientos metros, hablamos
un poco de
la vida de
cada uno y
se metió en
su portal. Dos
días mas tarde
me llamo, mi
teléfono se lo
dieron las chicas
empleadas del marido
de mi prima,
¿quería pasarme el
sábado por su
casa, era su
cumpleaños? Acepte y
me dijo que
sobre las diez
llegaríamos todos.
Compre un
libro para regalárselo
y me presente
en su casa.
Éramos unas ocho
personas, corría el
alcohol y más tarde apareció
la cocaína, estaba
más perdido que
capitalino en arrozal,
totalmente fuera de
lugar. Se empezaron
a ir todos
y ella me
pidió que me
quedara, nada de
sexo, pero quería
dormir siendo abrazada.
Nos acostamos vestidos
pero al rato
nos desvestimos quedándome
en calzoncillos y ella con
una tanguita rosita
de infarto, nos
abrazamos y quedamos
rendidos.
Desayunamos pizza
que había sobrado
y supe que
tenia pagado el
apartamento, un coche
también pagado en
el garaje y
un excelente trabajo
que no especifico.
Le comente que
trabajaba para una
empresa haciendo tramites
en la calle,
vivía en un
sótano semiderruido y
solo tenía la
moto. Todo lo
que me rodeaba
denotaba gusto y era caro;
la colección de
cds de música
era espectacular. Salimos
juntos, ella iba
cerca y yo
tenía que ponerme
en marcha.
La llame para
invitarla a hacer
algo pero me
propuso que nos quedáramos en
su casa, no
le gustaba mucho
salir. Cenamos pizza
y vimos la
MTV durante horas,
me pidió que
me quedara, nada
de sexo, solo
abrazarnos; nos desnudamos
y abrazamos, me costó dormirme
con su imagen
en tanguita blanca
y encima teniéndola
agarrada. A la
madrugada me despertó,
tenía que irme,
venia alguien y
yo no podía
estar ahí. Me
vestí a la
velocidad de la
luz y baje
por las escaleras
sigilosamente pero no vi a
nadie.
Hablando con un
amigo le comentaba
que solo podía
ser una puta,
de lujo pero
puta; que me
estaba enganchando demasiado
y que igual
era hora de
salir corriendo. Mi
amigo opinaba que me la
cogiera, nada de
abrazo casto, tanga fuera o
a un lado
y toda adentro
y si era
puta con más
razón, no se
asustaría, estaba entrenada.
A mí no
me parecía que
fuera algo que
debiera decidir yo
solo, en todo
caso los dos,
pero por otro
lado estaría harta
de que los
tipos se la
cogieran, por eso
pedía solo que
la abrazaran.
Valeria se empeño
en conocer el
sótano donde vivía
y dormir ahí
conmigo, le explique
que la cama
era estrecha, que
hacía mucho frio
y que mi hermano andaría
en la vuelta,
no le importo
lo mas mínimo.
Mi hermano tenia
plan y no
vendría, así que
estábamos solos, nos
desnudamos pero esta
vez completamente a
pedido de ella,
me informo que
como se me
pusiera dura me
la cortaba, era
tarde ya la
tenía como garrote
de amansar mandriles,
la muy guacha
me la agarro
y dijo que
de eso nada.
La cama era
estrecha mismo y
no había como
no tocar carne
trémula, era un
desastre, la erección
crecía y creía
que la violaría
pero me dormí.
Se despidió por la
mañana con un
besito en la
mejilla y se
fue. Mi amigo
dictamino que estaba
portándome como un
tarado y que
ella jugaba conmigo,
que a él
ninguna guacha le hacía eso
y se salvaba
de ser bien
cogida. Yo me
aficione a ver
la MTV y
dormir desnudo con
una mujer que
solo abrazaba; alguna
madrugada huía por
las escaleras porque
venía alguien, un
hombre, un cliente.
Una de esas
noches de pizza
y MTV supe
que trabajaba de
puta desde los
doce años, hija
de madre puta
e hijastra de
un chulo que
la desvirgo con
once años. Su
vida fue la
típica de una
puta hasta los
diecisiete, cambio a
raíz de que
la levantaron seis
pibes y la
llevaron a una
casa en Carrasco,
le hicieron de
todo y repetidas
veces, termino destrozada,
no le pagaron
y no tenia
guita para el
taxi, camino hasta
la ciudad vieja. Al
otro dia busco
a una conocida
que trabajaba pero
no en la
calle: hoteles, congresos
y convenciones; con
su ayuda se
reciclo cambiando radicalmente
de imagen. Evito
tener chulos ni
novios mucho tiempo
por eso tenía
el apartamento y
el coche. No
llevaba una mala
vida, porque la
calle es peor,
pero no sabía
hacer otra cosa
ni ganaría lo
que gana haciendo
esto, está atrapada
sin remedio y
lo sabe.
Me mudo a
una casa normal
y quiere conocerla.
Se repite lo de desnudarse
y abrazarse pero
nada de sexo,
ya ni se
molesta por mi
erección clavada en
sus nalgas. Yo
se que o
salgo corriendo ya
o termino colado
por Valeria, me
gusta demasiado, hasta
me importa poco
que sea puta,
no me importa
nada, es hora
de correr. Al
despertar se lo
digo, le explico
que me está
empezando a gustar
mucho, que ni
me importa que
este en bolas
agarrada a mi
o dándome la
espalda, el perfume
de su piel
me embriaga y
me importa un
carajo que trabaje
atendiendo tipos, ahí
se ríe, soy
puta lindo, decilo,
puta. Que trabajes
de puta tampoco
me importa aunque
querría sacarte de
eso y que
tuvieras otro trabajo.
No voy a
poder manejarlo, va
a ser un
desastre, es hora
de cortar por
lo sano, dejare
de verte Valeria.
No dijo nada,
solo se acurruco
mas contra mí,
parecía dormida hasta
que hablo para
pedirme una noche mas,
solo una y
después podría abandonarla,
como todos.
Ultima noche que
pasaremos juntos, Valeria
se pone un
vestido que le
queda bestialmente bien,
vamos a comer
pizza a caballo,
disfruta con el
queso que no
se rompe, se ríe de
mi y de
cómo me mancho
con salsa. Rematamos
con un helado
antes de ir
a mi casa.
Se saca el
vestido el sujetador
y una tanguita
que es algo
minúsculo quedándose en
cueros, me desnuda
ella entre risas, me
tira en la
cama y le
agarro la cara,
mirándola a los
ojos le digo que nada
de sexo, abrazados
y ya está,
llora a mares,
no le importa
sabe que quiero,
a ella no
le cuesta nada.
Le digo que
me cuesta a
mí, que seguro
así nunca me
olvidara y por
ahí si la pruebo ya
no puedo desengancharme.
Dormimos y a
la mañana al
despertar me está
mirando, lleva una
hora haciéndolo, resulto
ser el primer
hombre que hasta
gratis no acepta
usarla, me dice
que se va sola, que
no la acompañe.
La veo vestirse
llenándome los ojos
con tanta mujer,
me besa y
se va.
Mi amigo sentencia
que soy un
rematado pajero, con
lo buena que
esta, el no
habría desperdiciado la
oportunidad. Yo solo
pienso en la
soledad de Valeria
y en lo
jodido que debe
ser su vida,
en que ella
me habría dado
su cuerpo sin
dudarlo pero que
le he robado
el alma al
rechazarlo. No me
siento mejor, ni
bien, ni siquiera
estoy contento ni
conforme.
Cada tanto me
llama, solo quiere
saber cómo me
van las cosas,
de ella no
hablamos. No entiende
como no tengo
novia, cree que
le miento, nunca
me invita a
su casa ni yo a
vernos en ningún
lado. Estuve demasiado
cerca de sucumbir
y me propongo
evitar la tentación.
En una de
las llamadas me
cuenta que tiene
novio y que
este me conoce,
sus nombres y
apellidos no me
suenan para nada, bueno comenta
ella, me se
toda tu vida,
se de la novia que
se fue, se
que piensan de
vos tus detractores,
porque mi novio
no te banca,
cosas que se
dicen por ahí
pero no cuadra
del todo, yo
conocí a otro
tipo. Nadie habla
de tu ternura
¿la escondes? Si
¿verdad? Un caramelo
de dulce de
leche, te dejo
bombonazo.
La última llamada
que recibo de
ella me la
hace llorando. Pregunta
porque no pude
ser como todos
y cogerla y
listo, me odiaría
sin más, sería
una sombra, un
tipo más que
la babeo, la
uso y la
olvido. ¿Porque tuve
que comportarme como
si importara algo
que sienta o
piensa una puta?
No puedo olvidarte,
no hay dia
que no mire
la única foto
que tengo tuya
sentado en mi
cocina, no sé
qué me pasa
contigo, no lo
sé. Pasan los
años y no
se me va.
Ningún otro acepto
dormir abrazándome, todos
me cogieron, todos
menos uno, vos.
Has conseguido que
una puta se
enamore de vos
perdidamente, mis compañeras
no me lo
creen ni se
creen que existas,
ningún hombre te
abraza desnuda y
se duerme nena,
ninguno me dicen.
Sé que estas
casado, que tenes
una niña hermosa,
que seguir siendo
el de siempre,
espero que seas
muy feliz. Fue
un lindo regalo,
que me ha hecho sufrir
mucho pero muy
diferente, jugué ese
juego con muchos
tipos, todos me
usaron, contigo llego
un momento en
que quería, tenía
hasta ganas de
que me acariciaras
y me amaras
pero no quisiste,
me ganaste en
mi propio juego,
me hiciste sentir
como tu novia,
tan respetada, no
sé, querida. Me he
reído mucho con
alguna opiniones que he escuchado por
ahí, se te
conoce mucho, los
tipos hablan cuando
están con una
puta, no hay
término medio: te
quieren o te
odian. Algunos te
odian por la
relación que tenes
con sus mujeres. Esta
noche estaba de
bajón, quería hablarte,
casi nunca hablas
vos, solo me
escuchas, como si
supieras que eso
es lo que necesito, te
dejo bombón.
No volvió a
llamar nunca más.
Tras más de
cuatro años de
silencio hice indagaciones,
muy discretamente sin
demasiado éxito. No
estaba muy seguro
de querer saber
como estaba, ni
de que me
viera cerca de
su casa, no
estaba seguro de
nada. Casado, con
una hija, Valeria
era del pasado
remoto, ¿qué necesidad
tenia de averiguar
nada? Un año
deje pasar antes
de ubicar a
un amigo que
llevaba tiempo sin
ver, tenía contactos
en todas las
esferas, le pedí
el favor, anoto
nombre y apellido,
dirección, teléfono conocido;
le pedí que
averiguara como estaba,
no hacía falta
fotos, nada, solo
saber. Pregunte cuanto
me costaría la
factura y se
rio alegre, me
dijo que otros
olvidan favores recibidos,
el no era
de esos, el
se acordaba perfectamente
de como tirado
en el suelo
con el muslo
atravesado por un balazo me
pidió que no
hiciera ninguna gansada,
y que yo
corrí frente al
patrullero poniéndome de
cebo y alejándolos,
dándole tiempo a
arrastrarse y perderse
por los juncos.
Necesitaría dos semanas
más o menos,
me llamaba cuando
tuviera algo.
Trece días más
tarde vuelvo a
su oficina, me
da una carpeta
con fotos, en
todas esta Valeria
con un hombre
mayor, se le ve bien. Más veterana,
sin aquella morbidez
pero atractiva. Viajan
mucho, el es
rico y tiene
inversiones por todo
el mundo, especialmente
en el sector
naviero. Valeria tiene
un amante, se
ven los martes
y algún viernes
y el marido
suele pedir el
servicio de putas
muy caras. Ni peleas ni
escándalos, el servicio
domestico la quiere
más a ella
que a él.
Por supuesto cuentas
saneadas, muy saneadas.
Cierro la carpeta
y se la
devuelvo a mi
amigo. Me despido
y salgo a la calle,
llueve a mares
y me empapo
en poco metros.
Camino bajo la
lluvia hasta mi
casa, mi mujer
se harta de
llamarme pero el
celular se mojo
y dijo basta.
Una ducha bien
caliente me devuelve
las fuerzas, juego
con la niña
que quiere cosquillas. Nos acostamos
y le cuento
a mi mujer
la historia de
Valeria inclusive lo
que hoy acabo
de averiguar; camine
bajo la lluvia
como dejando que
el agua se
llevara a Valeria,
me liberara de ella,
de su embrujo.
La cara de
mi mujer es un poema,
esta a nada
de indicarme el
sofá, pero decide
darme la espalda
y procesar lo
que acabo de
contarle. Yo miro
el techo, espero
que Valeria sea
razonablemente feliz aunque
lo dudo seriamente,
justo antes de
dormirme pienso en
lo cerca que
estuve de sucumbir
a la tentación
y me pregunto
cómo demonios conseguí
evitarlo, lo último
que recuerdo antes
de cerrar los
ojos es a
Valeria, con el
pelo suelto, sacándose
la tanga color
rosa pálido y
una sonrisa de
bruja atractiva que
es invitación y
reto: haber nene
si podes con
esto. Quería pero
no pude, no
me anime.