Rafaela se
siente pletórica, viva,
contenta y por
una vez, ya iba siendo
hora, ella tiene
el control, sobre
sus relaciones sentimentales. Corre
por el alambre,
juega dos partidos
al mismo tiempo,
se divierte. Ella quiere, desea
que, Luis encare
ser su compañero,
un novio de
verdad y en
nada su marido;
quiere ser mamá,
mucho. Julio es
el suplente, el
aguatero por si
Luis no agarra
viaje, eso sería
muy malo; y
tiene que, ser otro quien
la ayude a
formar una familia.
Podría cazarlo, no
usan forro, deja
de tomar las
pastillas y que,
la vida siga
su curso. Podría…..no
lo hará, él
merece poder elegir
que, quiere hacer;
nobleza obliga, le
ama como no
amara nunca a
ningún otro y
parte de eso
viene de la
honestidad que, ese
bruto le ha
dedicado siempre, cruda,
difícil de digerir
muchas veces, entrañable
por la valentía
que requiere. Ella
estará a la
altura de la
historia que, les
une. No les
falta nada, les
sobra de todo.
Sexo a raudales,
caricias profundas de
tan livianitas, tiernas;
conversaciones largas, risas
compartidas, carreras en
cueros por la
playa con la
ropa en los
brazos, siestas juntos
agarrados, haciéndose compañía
y por supuesto:
¡lagrimas! Y jamás
una discusión ni
una pelea, ni
siquiera una cara
torcida. Es el
hombre y lo
sabe, lo siente
muy adentro. Y
no traicionara de ninguna manera
la honestidad que,
desde siempre, han
compartido. Intenta pensar
si le ha
mentido alguna vez,
repasa en la
memoria y no
recuerda haberlo hecho,
ni respecto a
otros hombres ni
a nada, él,
la respeta tanto
que, la quiere
libre de ser,
ella misma, ningún
otro hombre la
ama tanto, todos
ponen condiciones, él,
solo le pidió
en su día
que, le dijera
la verdad, siempre.
Julio es un
hombre normal y
le proporcionara una
vida normal; le
quiere un poquito,
apenas. Con él,
no puede ser
ella misma, ni
digamos hablar de
ex novios, ni
ser honesta. En
la comparativa pierde
por goleada en
el minuto dos.
Están en
plenas Navidades y sabe que,
Luis está solo,
lo llama y
le invita a
pasarlo con ella y su
familia, le dice
que caiga cuando
quiera. Su familia
le conoce de
sobra y él,
se maneja con
la gente maravillosamente bien,
en media hora
tendrá a toda
la familia tratándole
como a uno
más incluidos los
que, no le
hayan visto antes.
Ella tiene planeado
verse con Julio
antes de ir
a cenar y la única
razón de que,
vaya es que,
su padre es
un pesado que,
ha insistido en
que, quiere que,
cene con la
familia. Como se
imagino Luis esta
integradísimo, cuenta chistes
cuando ella llega,
tarde y se
sienta a su lado. Sus
padres están sentados
justo en frente,
su padre le
recrimina que, llegara
tan tarde y
aguanta con un
mohín la diatriba
pero lo que,
la mata es
que, Luis le
susurre en la
oreja que, sabe
bien que, estaba haciendo,
le conoce esa
mirada, estaba con Julio
haciendo chanchadas. Es
increíble como la
interpreta, y es
un divino diciéndolo
sin asomo de
reproche, ni celos,
nada; porque efectivamente
hace media hora
dejaba a Julio
en la cama,
se duchaba a
la velocidad de la luz,
intentaba arreglar un
poco el pelo
y salía disparada
a cenar, ni
ganas tenia la
verdad, de estar
con la familia
pero ahora lo
tiene a Luis
justo a su
lado y eso
arregla un poco
todo.
Luis le
sube la minifalda
con un arte
que, hay que
reconocerle. Tiene a
sus padres a
nada, no puede
ni mirarlo atravesado,
ni reírse sola,
solo espera que,
no se le
haya ocurrido masturbarla,
tiembla inquieta pero
la mano se
queda apoyada en
el muslo, acariciándola
suavemente. No puede
ser que, nadie,
se de cuenta,
ni sus padres.
Le resulta inevitable
sonreír con cara
de boba provocando
la curiosidad de
la madre que,
pregunta que, le
pasa. Nada mamá,
nada, soy feliz
y lo era.
La mano abandonaba
displicente el muslo,
puntualmente y regresaba
a posarse, reclamando
el nido donde
acurrucarse. Después de
cenar tocaba bailar
un rato, en
brazos de Luis,
Rafaela maneja invitarlo
a su casa,
meterlo en la
cama y violarlo.
Estaba muerta pero
ha revivido, esa
mano nada inocente
en el muslo,
sin reclamar nada,
ahora sus brazos
rodeándola, tiene ganas
de él, pero
estuvo con Julio
y los hombres
son un poquito
quisquillosos así que,
no termina de
decidirse.
Hora de
irse, besos y
abrazos, felicitaciones varias
y buenos augurios.
Rafaela abraza a
Luis sospesando invitarle
o no cuando
Luis le hace
un pedido.
-Dame tu tanga.-
-¿Te volviste
loco de remate?-
-Dale, hacete
amiga.-
-Ni loca,
se van a
dar cuenta.-
-¿Pero quién
se va a
avivar? Solo yo
te meto mano
acá. Entra al
baño y sácatela.-
-Sácamela vos,
en casa.-
-Sácatela y
voy a tu casa.-
-Hecho.-Rafaela se
esconde en la
esquina de la
casa y pensando
que, está muy
loca se saca
la tanga que,
le entrega a
Luis.
-Y sos
una degenerada de
cuidado porque hace
unas horas exprimiste
a Julio y
ahora te propones
hacerlo conmigo, muy
degenerada, tene cuidado
que, eso es
una enfermedad peligrosa.-
-¿Te molesta?-
-Para nada,
sin la ayuda
de Julio hoy
me matabas.-
-¿En serio
te lo bancas?-
-Claro que,
si, me quedo
con el hecho
de que, me
elegís a mí
para dormir después
de que, me
dejes seco, si
quisieras podrías volver
con él. ¿Qué
pasa si fuera
al revés, vengo
de garcharme a
una mina y
me quiero ir
contigo, que te
parecería?-
-Mas te vale que,
nunca me digas
que, venís de
estar con otra
y queres irte
conmigo, te mato,
me da un
ataque de celos.-
-Mentirosa, no dirías nada,
aceptarías sin problemas.-
Rafaela asume
que, ella no se lo
tomaría tan bien aunque le
gusta que, él,
crea que, sí.
Una tía les
acerca en su
coche, se recuesta
en Luis que,
la abraza. La
ha estado acariciando
por abajo de
la mesa con
sus padres en
la mesa, enfrente;
le ha hecho
sacarse la tanga
y dársela; además
la ha hecho
desearlo al punto
de que van
para su casa,
su cama. Espera
a estar solos
con la tía
para besarlo y
separa las piernas
cuando siente su
mano bajando desde
la cadera, donde
permanecía posada como
un águila, vigilando
el objetivo, perseguido
toda la noche.
Entran a su
casa arrancándose la
ropa, la escalera
la suben reptando
entre besos y
mordiscos, caen en
su cama y
Rafaela decide que,
por ahora no hablara
con Luis sobre
el asuntito de
tener una relación
seria que, desemboque
en una familia,
va a alargar
todo lo que
pueda tomar la
desicion, un hombre
capaz de volverla
completamente loca, el
hombre, por las dudas lo
vivirá un poquito
más, solo un
poquito……antes de descubrir,
quien, le hará
hijos.