-Rodrigo, necesito
que me hagas
varios favores, todos
complicados. Supongo que,
sabes y si
no ahora lo
sabrás que perdí
todo porque tuve
una historia con
mi secretaria, Lucia
me descubrió y se fue
todo a la
mierda dado que
mi secretaria se
quedo con la
empresa; Lucia me
perdono por los
nenes pero he
vuelto a cagarla
y esta vez
no tiene arreglo.
Me he estado
viendo con una
compañera de mi
hija mayor, 23
años, como mi
hija, le dije
a Lucia que
la dejaba que,
me iba con
ella y ahora
me dice que
no sabe lo
que quiere, que
no la atosigue
tanto. El problema
es que la
pendeja me chifla
de verdad y
aunque sabía que
25 años de
diferencia son muchos
y probablemente duraría
un suspiro quería
hacerlo, queme las
naves y ahora
no hay vuelta
atrás. La vengo
mirando y deseando
desde hace años,
la vi crecer
y ponerse linda,
atractiva y supongo
que, para un
viejo semejante bombón
era demasiado. Me
hizo sentir joven,
como un guacho.
No sé en
que estaba pensando,
no lo sé,
pero me hizo
sentir como hace
años que no
me pasaba. Y te repito
que sabía que
no duraría mucho,
apenas nada, que
probablemente ella tendría
otros hombres, lógico,
es joven, tiene
que vivir. Ahora
es tarde para
lamentaciones y por eso
te llame. Necesito
que te hagas
cargo de cuidar
a Lucia y
a mis hijos,
cuento contigo y
sé que lo
harás bien. Tengo
un seguro de
vida, si me
suicido Lucia no
cobra nada, tenes
que matarme, simular
un asalto y
matarme. Yo termine,
no sigo; es
el final, estoy
cansado, harto. Hay
más gente a
la que podría
recurrir, solo vos
sos tan confiable
como para asegurarme
éxito, los demás
ya me habrían
interrumpido e intentado
hacer cambiar de
opinión, vos me
miras, eligiendo ya
con que, movimiento
me mataras. Los
dos sabemos que
es mejor así,
eligiendo cuando nos
vamos y quien
nos ayuda a
hacerlo. No podemos
arreglar la pelea,
se notaria, y
deberá ser en
un lugar donde
nadie salte a
defenderme. Te lo
pondré fácil y
solo marcare, la
guardia será baja
y floja, si
te demoras puede
ser que, ya
no controle mis
golpes y actué
automáticamente, tenes que
conseguir matarme en
seguida. Hacete cargo
de los muchachos
y las chicas;
no me copies,
seguí tu instinto,
enséñales tu manera,
la que a
vos te funciona.
Es un honor
conocerte y es
un honor saber
que, moriré por
tus manos, cuídate
y gracias.-
-De acuerdo
Luis, en todo.
Hay Honores que
no sabes si
te enaltecen o
te hunden en
la más absoluta
miseria. ¿Esa niña vale
la pena como
para que, hagas
esto? Debe ser
muy especial para
acabar contigo, muy,
muy especial, espero
que ella sepa
lo que ha
provocado dentro de
ti para que,
decidas acabar con
todo. Yo tengo
el Honor y
el Placer de
conocerte. Que otras
vidas nos encuentren
en el mismo
bando, de no
ser así, que
no haya piedad
ni cuartel, mátame
con honor como
lo hare yo
contigo. Cuídate amigo.-
Rodrigo no
se hace preguntas,
ninguna; Luis pidió,
él, lo hará
exactamente como Luis
lo quiere. Lo
extrañara mucho, claro
que, si siente
que ya no
va mas, que
es tiempo de
arrancar, nada se
puede hacer al
respecto. No se
engaña, si no se deja, el muerto será
él. Algunos días él también
se nota agotado,
aburrido de tanta
lucha sin resultado
y es menor
que Luis, tiene
35, Luis va
por los 45
años, joven según
algunos estándares, rematadamente
viejo en verdad.
Un buen lugar
para matarlo es
el bar de la canchita,
solo paran viejos,
Luis va por
acompañar un poco
al cantinero, viejo
amigo; cuando salga
será el momento
idóneo.
Rodrigo está
escondido en la
oscuridad, lleva una
semana rondando la
canchita sin suerte,
espera que esta
noche si salga
Luis. Una hora
más tarde le
ve caminar bordeando
la cantina hacia
la calle, espera
hasta que pisa
la vereda para
atacarle, Luis le
reconoce y no
cierra la guardia,
ni retrocede buscando
espacio, suelta una
mano floja que
Rodrigo atrapa estirando
asía si, con
la otra mano
agarra la mandíbula
y con un
movimiento seco le
rompe el cuello.
Se agacha, le
saca la billetera
y el reloj
antes de salir
corriendo, a doscientos
metros se sube
a una moto
y desaparece. Cierra
la puerta de
su casa y
recién ahí se
larga a llorar.
Se sienta en
la silla de
la cocina y
da rienda suelta
a los sentimientos.
Matar a un
mentor, a un
amigo, a alguien
que, queres y
respetas, ¿en qué
te convierte? ¿En
qué te has
convertido? Mañana ubico
a esa niña,
quiero saber que,
tiene que llevo
a Luis a
matarse. No le
resulta difícil, es
amigo de la
familia, ella también
y está en
el velorio. Entiende
a Luis, ese
pelo color fuego,
ese cuerpo sensual,
y esta vestida
para un entierro,
arregladita debe ser
la bomba. Cualquiera
perdería la cabeza
por esa mujer,
encima joven, una
mala combinación.
En el
velorio nadie se
explica lo sucedido,
incluso si no
supieran que, es
imposible, algunos dirían
que fue Rodrigo,
él usa mucho
esa técnica, le
gusta. Es una
herejía y nada
mas pensarlo lo
desechan por impropio.
Lucia llora al
compañero perdido años
atrás y ahora,
muerto definitivamente, era
un buen hombre
demasiado dado a
metérsela a cualquier
mujer que, se
dejara, igual ella
tiene parte de
culpa, no siempre
estaba con ánimos
de seguirle el
tren. La mujer
responsable sin saberlo
de que Luis
muriera observa el
cuerpo y se
pregunta cómo pudo
sentirse atraída por un viejo,
menos mal que,
se lo había
sacado de encima
a tiempo.
Suben el
ataúd al nicho
y lo cierran,
empieza a irse
la gente, unos
pocos se quedan,
cuando están solos
ellos se despiden
de Luis diciendo
unas palabras, el
ultimo es Rodrigo que,
no ha pensado
nada y mira
la última morada
de su mentor
y amigo, también
víctima.
-Ella es
hermosa, entiendo que,
te volvieras loco.
Entiendo que, me
mintieras, no quisiste
seguir, no te
dio la gana, pero no
era ella, era
Lucia y lo
mal que te
sentías por cómo
te portaste con
ella. Lo que
nunca entendí es
como supiste que
llegado el momento
seria yo quien
te matase, no
lo entendía y
no lo entiendo;
porque vos me
elegiste hace más
de veinte años
para esto y
me adiestraste a
fondo, con ese
objetivo. Soltaste la
mano floja, sabias
que reaccionaria agarrándola,
pasando atrás y
rompiéndote el cuello,
técnica que, me
enseñaste y puliste.
Cuidare de Lucia
y de tus
hijos pero en
algún momento también
querré romper amarras,
cuando eso llegue,
dejare a alguien
para que, se
ocupe de tu
familia. Yo no
he elegido a
nadie, para que llegado
el caso me
mate, supongo que
lo hare de
cualquier otra manera.
Es un honor
haberte ayudado a
morir, será un
placer extrañarte, cuídate
amigo dondequiera que,
ahora estés.