Estaba entretenido
mirando como bailaba
una guacha desde
hacía rato, el
resto de la
banda andaba desperdigada
por el boliche,
se movía con
una sensualidad destacada
y bailaba para
ella, abstraída completamente
en sentir la
música y expresar
que, le generaba,
bailando, era un
espectáculo digno de
verse. Cuando dejo
de bailar considere
seriamente ir a
luchar por un sofá contra
la horda de
pretendientes que, estos
tenían, a estas
horas de la
madrugada y en
esas consideraciones estaba
cuando Silvana apareció
para decirme que
Cris se encontraba
mal y quería
irse a casa,
pero todas estaban,
digamos, entretenidas, y
yo estaba solo,
como siempre, así
que habían pensado
que yo la
llevara a casa.
Cris estaba en
los baños, cuando
salió apoyo la
cabeza en mi
pecho y me
pidió que la
llevara a su
casa. La abrase
de la cintura
y salimos, el
aire fresco pareció
aliviarla un poco,
solo lo pareció,
en un minuto
estaba vomitando conmigo
agarrándole el pelo
y aguantándola para
que no se
cayera sobre los
arbustos que regaba
con lo que
tenía en el estomago. Era
evidente que había
chupado como un
cosaco, ella no
solía mamarse así,
llevaba un mes
desconocida, algo la
perturbaba, pero no
soltaba prenda.
Costo un
rato que apareciera
un taxi y
llevo unos minutos
convencerlo de que
Cris no le
llenaría el tapizado
de vómitos. Bajamos
en la puerta
de su casa
justito a tiempo,
Cris volvió a
vomitar, ahora solo
bilis. La pobre
no podía más.
Yo me enfrentaba
al gran dilema:
tocar timbre y
esperar que me
abrieran o tocar
y salir corriendo.
Me hice el
valiente y espere
agarrando a Cris
a que abrieran.
Su viejo la
agarro y se
la paso a
la madre, me
hizo pasar y
cerro con llave,
estaba a su
merced, atrapado mismamente.
Sentadito en el
sofá miraba las
ventanas enrejadas con
pena, seguro que
si no escapo
ahora mismo, me
va a caer
una buena.
-Soy Federico,
el padre de
Cris.- Dice entrando
al salón, cortándome
las divagaciones sobre
una hipotética fuga,
es demasiado tarde.
-Rafa.-
-El famoso
Rafa que, mi
hija tanto nombra.
Creo que, no
sos el novio,
¿Dónde está él?-
-Esta noche
no salió con
nosotros, no se.-
-¿Qué tomo?-
-Ni idea
pero se paso
mucho.-
-Sí, bastante.
La trajiste a casa,
gracias.-
-Ella me
lo pidió, quería
venir, se sentía
mal.-
-¿Tenes plata
para el ómnibus?-
-No, caminare,
gracias.-
-Yo te
llevo, en cuanto
mi señora me
diga que, Cris
está bien te
acerco.-
Acuestan a
Cris tras una ducha y
la niña quiere
verme, acostada, con
el pelo desparramado
en la almohada
parece frágil, esta
llorona y me
agarra la mano.
Pero está muerta
y se duerme
casi en seguida.
El padre saca
el coche del
garaje y rumbea
para mi casa,
le explico bien
como llegar. Me
dice que no
sabe qué pasa
con Cris, lleva
un mes que
parece otra, rebelde
como nunca, respondona,
no estudia nada,
vuelve borracha a
casa, no sabe
qué, hacer ni
cómo ayudarla. Yo
opino que Cris
necesita aire, que
le den piola,
equivocarse un poco,
perder un año
en los estudios,
hacer algunas cagadas,
es demasiado formal
siempre, nunca ha
sido problemática, igual
ahora es tiempo
de serlo. Creo
que después volverá
a ser la
Cris de siempre
y ya no
habrá ningún problema,
ninguno. Me deja
en mi casa
y por fin
puedo acostarme, todavía
no me creo
que, fuera tan
suave la cosa,
hasta que, no
me meto en
la cama no
respiro tranquilo.
Despierto avanzada
la tarde un
domingo, varias semanas
después, miro el
techo y manejo
opciones: seguir en
la cama, ir
al lago o
arrancar para el
barrio y ver
quien anda por
ahí. Un perfume
inunda mi nariz,
juraría que, es
el que usa
Cris, pero eso
es del todo
imposible…….no lo es,
ella está en
la cama de
abajo.
-Es el
cuarto de un
hombre, es mi
cuarto y no
deberías estar dentro.-
-Tu madre
me dejo pasar
y como dormías
tanto me tire
a esperar que,
despertaras, me dio
cosita despertarte, parecías
un niño mientras
dormías, nunca te
había visto así.-
-Es un
misterio como la
madre de un
chico deja entrar
a una chica
a su cuarto
y ninguna madre
dejaría entrar a
un chico al
cuarto de su
hija, cuando esta
duerme. Curioso.-
-Necesito hablar
contigo, te invito
un helado. Vestite,
te espero afuera.-
Se me ha
puesto de una
mandona últimamente que,
dan ganas de
estrangularla, pienso mientras
me visto. Claro
que todavía no
sé por dónde van
los tiros, cuando
lo sepa, querré
matarla por cualquier
método conocido o
por descubrir. Para
empezar esta cambiada,
y que me
maten si sé
que es, pero
esta distinta. No
se ha cortado
el pelo, las
tetas no le han crecido,
la cola sigue
siendo la de
hace dos meses…los
ojos! Mira diferente
y esta menos
tímida, ¿qué se
trae entre manos
Cris, que?
Me pido
helado doble de
dulce de leche,
Cris chocolate con
chocolate blanco y nos sentamos
en una mesa
apartada del bullicio,
todavía no es
hora punta y
el lugar no
explota de jóvenes
armando escándalo. No
suelta prenda, hablamos
de nada en
concreto, compartimos los
helados, me pregunta
si me gusta
alguna chica, se
desmaya de la
risa cuando le
digo que todas
y recalca que
soy un tarado,
que ellas, mis
amigas están descartadas
y casi todas
las rubias; quedan
las morochas, pero
tienen que ser
flacas, rompe a
reír otra vez
cuando le recuerdo
que, ella, es
morocha y flaca.
Dejar de ser
mi amiga es
fácil, le digo,
una vez nos
peleemos y ya
no seas mi
amiga, podes ser
mi novia. Me
informa que ni
loca seria mi
novia y que
además le quedo
chiquito para novio.
Que te lo
digan así, sin
anestesia y sea
una amiga no
es nada bueno
para la autoestima
y el ego
masculino; porque si
te lo dice
una desconocida, bueno,
perdiste, pero una
amiga que, seguirás
viendo y cada
vez que, la
veas te acordaras
que, sos un
nene para ella,
eso es horrible.
-Hace unos
meses conocí a
alguien, Rafa, y
desde entonces mi
vida ha perdido
sentido, solo pienso
en él.-
-¿Conociste a
alguien? Eso quiere
decir que es
grande, ¿qué tan
grande?- Verla decir
con dos deditos
que un poquito
solo me hace sentir más
nervioso, cuando separa
los deditos me
quiero morir ahí
mismo.
-Tiene 25
años, una novia,
no sabe que
existo y quiero
tener una historia
con él y
ahí entras vos,
mi amigo, vos
tenes que, conseguírmelo.-
-Tenes 17
recién cumplidos Cris,
¿no te parece
que es un
poquito, solo, un
poquito grande?-
-Es perfecto,
me enseñara muchas
cosas.- Fue escucharla
y tragarme media
tarrina de helado
de un golpe
no podía parar
de toser y llorar, el
helado había agarrado
por donde no
debía. Seguro le
enseñaría, seguro, me
la devolvía enseñada,
vaya desastre. ¿Y
a mí quien
me enseñaba? – Además tendrás
que hacerte pasar
por mi novio
para que mis
padres no sospechen
nada, diré que,
estoy contigo y
estaré con él.
Te espera mucho
trabajo, no creo
que duremos mucho,
soy una nena
para él y tiene novia,
pero no pasa
nada, lo que
dure será mejor
que nada. ¿Cuento
contigo?-
-Si Cris,
conta conmigo. Una
cosa: vas a
llorar y sentirte
mal cuando él,
te deje, si
conseguimos que, te
descubra, que esa
es otra.-
-No me
importa.-
Averiguar donde
bajaba a la
playa y aparecernos
con Cris fue
fácil, lo difícil
fue captar su
atención sin desmontar
todo el tinglado;
Cris rechazo con
firmeza cada acercamiento
de los amigos
que, esperaban que,
yo me metiera
en el agua
para atacarla, yo
me había negado
rotundamente a fingirnos
novios, le daba
un beso y
estaba perdido, querría
mas besos suyos
y agárrala y
ya no sería
una amiga o
solo amiga, no
y no; así
que, mejor que
fuéramos amigos o
hermanos. Cuando creíamos
que, no daría
resultado el pez
mordió el anzuelo
y Cris lo
manejo como si
lo viniera haciendo
desde siempre, igual
era verdad que,
yo era un
nene todavía. Escucharla
decirle la verdad
sobre su edad
pero que eso no
era ningún problema
valía un Oscar
a la mejor interpretación. Verle
a él, relamerse
me dio unos
celos mortales. Cris
tuvo su historia,
no llego a
tres meses, durante
los mismos fingimos
ser noviecitos, íbamos
de la mano
y toco darse
algún beso, ella
disfrutaba conmigo, viéndome
tan cortado. Se
suponía que, estaba
conmigo y andaba
escapada con él;
si por lo que fuera
no podían verse,
salíamos juntos por
ahí. Muchas horas
muertas las pasamos
en casa, yo
en mi cama
, ella abajo,
hablábamos o leíamos
o dormíamos si
el embole era
muy grande. Nadie
abría la puerta
sin golpear, otra
curiosidad bien grande,
no me imagino
en su cuarto
con la puerta
cerrada. Cuando se
termino no lloro
mucho, supongo que
había conseguido lo
que fuera que
había buscado, no
se lo pregunte,
hay cosas que
no quiero saber,
no necesito saberlas,
no cambian nada.
Volvió a ser
la Cris de
siempre, aunque no
del todo, cada
tanto se desmarcaba
sola, me pedía
que la pasara
a buscar a
su casa como
que,
saldríamos
juntos y ella
se esfumaba, arreglábamos
una hora para
encontrarnos y acompañarla
a casa o
irnos a la
mía si era
muy tarde cuando
volvía. Más adelante
se sumaron más
chicas al extraño
juego, yo ya
no hacía falta
para nada pero
ella seguía viniéndose
a casa, se acostaba
debajo de mi
cama, llenaba el
cuarto con su
perfume y sus
risas.
-Alguna de
las chicas opina
que, no debería
tentar al diablo
viniendo a tu
cuarto, les he
dicho que difícilmente
haya un amigo
mejor, que probablemente
para que, me
tocaras debería rogarte
que, lo hicieras
y eso que, te gusto,
jejeje, mucho. Y
a pesar de
eso me ayudaste,
siempre ayudas a
quien recurre a
vos en busca
de ayuda; a
salir con un
tipo mucho mas
grande. He hablado
con las gurisas
estos días de
vos, estamos todas
de acuerdo en
que tenemos suerte
de ser tus
amigas; nosotras no
sufrimos acoso ni
maltrato en ningún
lado, nos respetan
por vos, a
nadie se le escapa que,
para molestarnos es
mejor hacer otra
cosa y estamos
razonablemente seguras que
muchas veces te
piden permiso antes
de acercarse a
nosotras. ¿Qué les decís?-
-Que mientras
ustedes quieran lo que, ustedes
quieran, el juego
termina cuando dicen
que no, si
las hacen llorar
los reviento.-
-Jajajajajajajajajajjajaj, lo sabía, sabía
que, te pedían
permiso; lo que
no sabía era tu
formula, está bien,
mientras quieramos y
hasta que, digamos
que no, me
gusta, hace juego
con quien sos,
¿es la misma
que, usas con
tu hermana, verdad?-
-La misma,
ya ves, son
todas hermanas. Una
pesada carga, difícil
de sobrellevar.-
-¿Qué le
dijiste a mi
padre aquella mañana
que, me dejaste
borracha en casa?-
-Que te
diera piola, que
necesitabas salirte del
trillo un tiempo,
después volverías a
ser la Cris
de siempre.-
-¿Cómo supiste
que, me pasaba?-
-Observándote, vigilándote,
estando atento a tus cambios
de humor.-
-¿A todas
nos estudias así?-
-Si.-
-Que celos
me estas provocando,
no soy especial,
ni distinta, una
mas.-
-Vamos Cris,
no jodas.-
-Es verdad,
quiero ser especial
para un hombre,
hasta me servirías
vos, aunque en
algunas cosas estas
muy verde y
en otras jugas
con todas nosotras
como si fuéramos
predecibles. Estas verde
porque no te
da la gana
no estarlo, te
haces el vivo
como con todo,
me dan ganas
de subir ahí
arriba y pegarte.-
-No, no
subís, en serio,
¡no!-
-¿Miedo nene?
¿Me tenes miedo?
Me estoy denudando,
espera que, vaya.-
-Cris, en
serio, déjate de
joder y quédate
vestida y quietita
ahí abajo, pórtate
bien.-
-No, si
yo me porto
re bien, pero
me dio calor
y ahora me
está dando frio
y vos, que
sos muy bueno
y un verdadero
amigo, me vas
a abrazar hasta
que entre en
calor y me
den ganas de
vestirme, no seas
así de miedoso,
solo soy una
amiga, ¿Qué puedo
hacerte? ¿Violarte? Ja jajajajajjajajja.-
-¡Cris!-
-Haceme un
lugarcito y abrázame.-
-Esto es
una crueldad, una
tortura y no
sé cuantas cosas
más. Una amiga
no me haría
pasar por esto,
una amiga se
habría quedado vestida
y abajo, no
estás vestida ni te
quedaste abajo, además
me tenes agarrado
y tu perfume
llena mi nariz.-
-Hacete a
la idea, me
quedo a dormir
contigo campeón y
estoy segura que,
no vas a
morirte.-
No me morí pero
por poco, no había donde
meter las manos
sin tocar carne trémula, dormida
parecía una angelita,
pero creo que,
no lo era, más
bien diablita. Si
ya se rumoreaba
que, éramos novios,
que la había
dejado embarazada y
que le pegaba;
que ella empezara
a decir que,
yo era fantástico
como compañero de
cama no ayudo
a acallar rumores.
Tuve que soportar
que, las demás
se burlaran abiertamente
de mi; Cris
siguió bobeando y
disfrutando pero se
cuido mucho de
volver a meterse
conmigo en una
cama, fui abiertamente
explicito en cuanto
a que, haría
con ella si
la volvía a
tener medio desnuda
en mi cama
y supongo que,
me creyó porque
acostarse debajo, volvió
a hacerlo, infinidad
de veces, pero sacarse
la ropita y
subir, no. Si
quería un abrazo
no había ningún
problema, yo bajaba
y la abrazaba
o si yo
quería un abrazo,
pero nunca más
jugueteamos medio desnudos.
Cuando una
chica muy distraída
se convirtió en
mi novia, Cris
fue la que, más fuerte
me abrazo, parecía
más contenta que yo y
dictamino que se
había terminado ir
a mi casa a tirarse
debajo de mi
cama, nadie se
creía que, solo
hablábamos y mi
novia se lo
creería menos que,
nadie, igual era
ella la que
ocupaba la cama
bajo la cucheta
aunque creía que,
estaría arriba, sin
nada de ropa
y abrazándome. Para
Cris algunas tienen
una suerte barbará,
ella me había
soportado millones de
años y venia
la primer despistada
y ¡zas!, me
robaba, justo cuando
me estaba poniendo
a punto de
caramelo, una fatalidad,
una verdadera fatalidad.