Hoy, estuve
pensando o mejor
escrito: me hicieron pensar.
Diferentes personas y
por diferentes motivos.
Si, algunos días
señalados, en el
calendario, pienso. Pensaba
sobre el Judo,
su estado actual,
su evidente deterioro
y las nefastas
políticas aplicadas por
las diferentes Federaciones,
Confederaciones e incluso
la Internacional. Poco
hacen, cualquiera de
ellas, por defender
el Judo y
los ideales de
Jigoro Kano, su
ilustre fundador.
Y en mí y
el Judo. Nuestra
relación, digámoslo así.
Una excelente relación,
estable y duradera,
muy satisfactoria y
plena. Tanto que,
se la recomiendo
a todos, a
cualquiera. A cualquiera.
Judo, tiene que,
ser Judo y
en esto no caben
interpretaciones; Judo existe
uno solo, el
que, Jigoro Kano
nos regalara. Actualmente
se pueden ver,
verdaderas calamidades, tanto
en un Dojo
que, probablemente no sea tal,
como en un
gimnasio que, no
aspira a serlo,
jamás e incluso,
en videos o
escritos en la
red. Atrocidades que,
no tienen disculpa,
si se etiquetan,
como:”Judo”. Y debido
a esto, cuando
emito una opinión,
sobre Judo, suelo
tener dificultades de
todo tipo. En el tatami
o en una
conversación o en
un chat, da igual. Cuando
opino sobre Judo,
se dé que,
hablo, porque pongo
mucho cuidado, en
no hacerlo sobre
algo que, no
sé y hay
mucho que, no sé. Y
si es algo
que, creo saber
pero dudo, voy
al libro o
pregunto a un
Sensei, no emito
mi opinión. Aparentemente
esta actitud molesta
mucho, pero se
saluda de una
sola manera, sea
de pie o
de rodillas. El
cinturón tiene muchas
maneras de atarse,
pero las dos
puntas deben, quedar
iguales. Ducharse antes
de entrenar, Judogui
limpio, uñas cortadas,
sin nada metálico
encima, nada de
tobilleras o muñequeras
y quien tenga
el pelo largo,
lo llevara atado
de forma que,
no distraiga. ¿Interpretaciones? Ninguna.
Puntualidad obligatoria. Saludar
al entrar y
salir del tatami: obligatorio.
Respetar y
obedecer al Cinturón
superior; cuidar y
proteger al chico,
al débil y
al veterano: Obligatorio.
¿Interpretaciones? Ninguna. Eso
de que, es
un competidor y
por eso no
puede cuidar a
nadie, es una
mentira absoluta, no
le han enseñado
a hacerlo y
por lo tanto,
no lo hace.
No es un
Judoka ni su
Maestro lo era, ni
Judoka ni Maestro.
¿Interpretaciones? Ninguna.
Los exámenes.
Temita. Deben ser
públicos, frente a
toda la clase
en Kyus y
abiertos a espectadores
para los Danes.
Creo que, el temario para
mi examen de
ShoDan está bien,
es bárbaro: Nague
No Kata completo,
como Tory y
como Uke. Es
medio examen, si
está bien hecho
definirá la mitad
de la nota.
Mal hecho, se
suspende el examen.
Go Kyo completo,
la mesa examinadora
preguntara a su aire. Encadenamientos, combinaciones
y Contras. Tokui
Waza. Ne Waza
todo. Escapes y
defensas. Encadenamientos. Teoría:
Fundador del Judo,
Fechas señaladas, Principios
del Judo y
explicarlos, Objetivo último
del Judo, Importancia
de las caídas
y mostrarlas, Hábleme
de los desequilibrios, etc.
O si contamos
con 10 Shodan
en clase: ganarle
a los 10
en Shiai. ¿Interpretaciones? Ninguna.
¿A qué
parezco un intransigente
total? Bueno, no
es así, son las bases
del Judo, del
que, Jigoro Kano
nos regalara. Si
alguien no quiere
contemplar esto, puede
no hacerlo, pero
no decir que,
es Judo porque
no lo es.
Y no me
crean, busquen libros
o acérquense a
un Maestro de Judo o
si tienen posibilidad:
Kodokan, Tokio, Japón
o cualquier Dojo
Japonés. Preséntense sucios,
sin duchar, con
muñequeras, no saluden
y sean maleducados,
¡mucha suerte!
El Judo
es una manera
de vivir, una
Filosofía de Vida;
no termina donde
finaliza el tatami.
Puede que, empiece
justo ahí, y
esta sí que,
es una interpretación personal.
Pero si no
termina al bajarme
del tatami, infiero
que, sigue fuera,
adondequiera que, vaya,
seré un Judoka
y me comportare
como tal. ¿Interpretaciones? Ninguna.
Para los no
Judokas, deberán descubrir,
por ustedes mismos
de que, estoy
hablando, les recomiendo
buscar un Dojo
y empezar a
practicar. Un Dojo
tendrá ciertas características, muy
fáciles de detectar.
Estará inmaculado, será
austero, un cuadro
de Jigoro Kano
adornara una pared,
quienes estén entrenando,
lo harán en
silencio, concentrados. Los
que, no estén
entrenando, no hablaran
fuerte, ni estarán
tirados ni sentados
en el suelo
y llevaran correctamente
atado el Judogui.
Saludaran mucho entre
sí, haciéndose reverencias
y nada mas
aparezcas, alguien se
te acercara solicito,
a atenderte, el
Sensei o un
alumno aventajado que,
te informara.
En cuanto
a quienes me
dicen, porfiados, que,
me ponga a
dar clases de
Judo. Todavía no
se lo bastante.
Lo sé bien.
No es que,
no me anime,
doy clases desde
los 16 años,
era Cinturón Verde
y ya confiaban
en mi, para
puntualmente suplir al
Sensei. Los últimos
12 años, colabore
activamente, formando a las nuevas
generaciones, como alumno
aventajado. Y supliendo
muchas veces al
Sensei. He ayudado
a llegar a ShoDan a
varios jóvenes, otros
van camino de
serlo. He trasmitido
el Nague No
Kata exitosamente, les
he visto a
ellos trasmitirlo, prueba
máxima de que,
lo aprendieron. Pero,
pero, no se
ningún otro Kata;
Katame No Kata
lo entrene para
examinarme en el
año 1998, para
NiDan aprobé y nunca
más lo practique.
Y cuando uno
se pone a
dar clases deja
de entrenar, se
relaja un poco,
lo he visto
miles de veces
y yo no
quiero eso, relajarme.
Todavía me
adorna el orgullo,
la vanidad, mi
ego es enorme,
no soy obediente
ni sumiso, muy
rebelde……..todavía tengo que,
trabajar para merecer,
pararme frente a unos niños
y pedirles que,
me hagan caso,
se porten bien
en casa, estudien
mas y además
hagan Judo. Y
saber tanto como
para poder guiarles
hasta GoDan y
una vez lleguen
ahí, buscarles un
Dojo, donde puedan
seguir evolucionando, creciendo.
Yo soy NiDan
y ahí moriré.
Ergo: nunca enseñare,
más allá de
colaborar con mis
compañeros y apoyar
a mi Sensei,
en todo lo
necesario.
Conozco mis
limitaciones personales y las que,
tengo en Judo.
Yo no tengo
la verdad, ni lo pretendo;
defiendo lo que,
me enseñaron que, además,
se que, funciona
y bien. La
he testeado conmigo
mismo, soy mi
banco de pruebas.
No hablo de
nada que, no
me enseñaran y
no defiendo otra
cosa que, lo
que, en teoría
todos defienden: Las
ideas de Jigoro
Kano, Educador que,
creo al Judo
con objetivos claros.
¿Interpretaciones? Ninguna. ¿Arrogancia
mía? Diría que,
no, que, me
juzguen los Senseis
que, me lean.
Impriman esto y
que, los Senseis
lo lean. Cuidado:
Senseis no quienes
dicen serlo y
están tan alejados
de Jigoro Kano
que, da asco.
¿Irrespetuoso? Honesto, simplemente,
me dan mucho
asco que, intenten
prostituir al Judo.
Y vergüenza…..la que,
no tienen y
deberían, si es
verdad que, alguna
vez fueron Judokas,
probablemente solo creyeron
serlo; aquellos que,
mancillan al Judo
dando clases, ejerciendo
cargos políticos o
permitiendo que, terceros
hagan las cosas
mal.
Pensando escribí
estas líneas, trate
de suavizarme sin
dejar de ser
yo, reescribí, fui
al libro, volví
a pensar y concluí que,
no habré despejado
todas las dudas
y puede que,
haya generado nuevas;
espero haber dejado
muy claro que,
opino del Judo,
la importancia que,
tiene en mi
vida y, cómo
no, dejar absolutamente claro,
cuál es, mi
postura frente a
todo lo que,
se salga un
milímetro, de lo
pensado por Jigoro
Kano. Porque hasta
ahora, salirse, implico
retroceder, o perder
cosas importantes, en aras
de la difusión
y masificación, dando
como resultado, las
referidas aberraciones que,
no cuentan con
los beneficios del
Judo, que contradicción!
Sensei: Yuji Nakatani
le dijo a
un alumno suyo:”
La diferencia está
en vivir para
tus alumnos y
no en vivir
de tus alumnos”
Me hizo esta
confidencia, su alumno
y le pedí
permiso para hacerla
pública, su respuesta
fue:” El verdadero
Judo es para
compartir”. Y
sonreí embobado, compartir,
claro, otro pilar
básico del Judo.
Un Sensei sabio,
forma alumnos sabios
y generosos. Cuesta
años, sacrificios……..Judo……pero empieza
desde que, saludas
por primera vez
un tatami y
subís; si permaneces
el tiempo suficiente,
medido en años
y la guía, es la
adecuada, terminaras amando
al Judo y
este te amara
a ti. Lo
defenderás y protegerás
con celo, con
mimo. A cambio,
te abras hecho,
mejor persona y
te adornaran ciertos
valores, muy devaluados
actualmente, denostados. La
Humanidad cacarea por
falta de valores
y los Judokas
los atesoramos. Yo
defiendo esto, no
soy el único,
ni el más
adecuado para hacerlo
pero si es
Judo y se
hace mal, lo
digo y no
necesito autoridad ni
permiso de nadie,
para hacerlo, ningún
Sensei pensara que,
obro mal, esa
certeza que, es
profunda convicción, hace
que, no tenga
ninguna duda. La
diferencia entre saber
algo y decir
que, se sabe,
es la intensidad
con la que,
defendes tu postura.
Mantengo que,
ningún Judoka debería
apartarse del camino
trazado por Jigoro
Kano y sostengo
que, aquellos que
ocupan puestos políticos
en el organigrama
del Judo, ostentando
grados obtenidos como
recompensa, nunca por
traspirar un Judogui
u alegrar al
tatami con sus
cuerpos( Cita escamoteada)
harían bien en
irse a casa,
tratan temas que,
desconocen y no
dominan, deberían recordar
que, la humildad
se le presupone
a un Judoka,
no son humildes
ni mucho menos
Judokas, a casa!
Esa es parte,
solo parte de
la plaga que,
nos acorrala insidiosa.
También me soltaron que,
hablo a través
del Judo. Le
sigo dando vueltas
sin entender exactamente
que, me quisieron
decir. ¡Es Judo o no
lo es! Es
imposible hacer ninguna
interpretación. Fue un día movido
y algo triste;
porque constatar que,
tantos se consideran
Judokas y no
aprendieron nada mas
que, seis técnicas
y memorizaron dos
principios, y encima
pretendan hacerme dudar
o silenciarme…….bueno, duda
no tengo ninguna,
hasta NiDan, exceptuando : Katame No
Kata. Para adelante,
no sé nada
y entonces no
tengo ninguna duda.
Por último: “En
ningún Dojo, un
Sensei o un
Cinturón Superior, debió
recriminarme por no
hacer silencio, ser
respetuoso o comportarme
indebidamente, jamás” Soy escéptico
y estoy frustrado;
eso no me
impide ver algo
más: Hay Dojos,
desparramados por el
Mundo que, mantienen
al Judo vivo.
Esos Senseis, verdaderos,
trasmiten sus conocimientos
y sus alumnos
los atesoran, estos
los trasmitirán, en
su día, a
otros, preservando al
ideal de Jigoro
Kano. No son
héroes, son Judokas,
pero haríamos bien
en mirarlos con
ojos nuevos, están
asegurando el legado.
Y para mi,
cuando salgamos de,
esta época, oscura,
donde la inmediatez
y el fulgor
del metal hipnotiza
y equivoca; entonces,
todos ellos, deberán
estar justo debajo
de Jigoro Kano
y bien encima
de los que,
hoy, traicionan vilmente
al Judo. Hay
demasiados Danes regalados,
políticos, cómodos; faltan
Judokas, desde el
Judogui inmaculado, empapado
de sudor, miles
y miles de
veces, dirigiendo al
Judo, Enseñándolo y
por supuesto: entrenándolo.
Solo puede
ofenderse quien ha
traspirado poco un
Judogui, los demás,
seguro, aceptarían enseñarme
Judo.