No existe
ninguna razón para
que, me busques.
Tampoco existe
ninguna razón para
que, me extrañes.
Ni existió, jamás, ninguna
razón para quererme
o amarme.
Despreocúpate….ya lo
hago yo, por
los dos.
Yo, gente linda,
jamás necesite razones,
simplemente, me deje
llevar, por mi corazón.
Y este,
mi corazón, no
atiende a razones.