En tiempos
convulsos y de
duda, agárrate a
los fundamentos, mantenete
firme, en lo
aprendido. Los cimientos
posibilitan el edificio.
Cuando estés solo,
recurrí a tu
criterio; mantenelo siempre,
dentro de los
mencionados fundamentos. Conociéndote,
se que harás
un buen trabajo,
enfrentaras las dificultades
con ardor y
defenderás lo que,
te hemos enseñado
sin dudar. Tu
Judo es hermoso
porque nace desde
tu corazón, muestra
quien sos, nos
enseña que, importante
es amar lo
que, uno hace.
En cualquier tatami
del mundo, tendrás
un lugar, eso
nunca lo dudes.
Y esas dudas,
te hacen tan
humano, tan vulnerable
y tan inaccesible
a la vez…lo
cuestionas todo, de la única
manera que, debe
hacerse: entrenando y
transpirando el Judogui.
Cuando los demás
abandonan, se dan
por vencidos, seguís
emperrado en entender
un movimiento, seguir
persiguiéndolo incansable, aunque
no salga; todos
deberían tener esa
convicción, esa fe
y entrenarlas. Te
miro competir y
veo que, no
estás en el
tatami; te veo
entrenar y veo
un guerrero despiadado,
abocado a vencer
al adversario, sin
perder jamás las
formas, hasta caer
derrotado o rendirte
y en ocasiones
derrotando a tu
oponente. Cuando te
da la gana,
cuando queres ganas,
no siempre queres
y eso nos
confunde a todos.
Supongo que, es
un ejercicio particular,
ejecutado sobre ti
mismo. No se
le escapa a nadie que,
enojado serias terrible.
Me gusta particularmente verte
trabajar con niños.
Esa paciencia infinita
es clave para
que, aprendan correctamente
las bases y
como lo sabes,
pones especial cuidado.
También es lindo
verte haciendo Randori
con quienes saben
menos, les planteas
desafíos que, les
hacen crecer. Te
falta mucho, muchísimo
y es increíble
que, lo sepas
y lo aceptes.
Te vas
lejos. Otro Judo,
otra realidad. No
tendrás ningún problema
y si lo
tenes: agárrate a
las bases. Que
sean tu guía,
tu norte, tu
horizonte. Jamás has
sido como los
demás, nunca. Siempre
diferente, de pensamiento
sesgado, de ideas
extrañas, capaz de hacerle
frente a cualquiera,
si algo era
incorrecto, ya sea
como oficial de
competencia, como árbitro
o en la
clase vigilando que,
se cumpla correctamente, con
la etiqueta o
las formas. En
tu caso el
valor, se te
reconoce, no se
te presupone, pero
deberías atemperarlo un
poco, enfrentarse a
la Federación Uruguaya
de Judo, no
parece lógico, por
más razón que,
tengas. Nunca fuiste
falsamente humilde, eso no creo
que, deba cambiar.
Siempre decís lo
que, pensas, eso puede
ser un problema,
ahora, nadie te
conocerá, no mientas,
pero se parco en
tus verdades, suelen
doler. Sobre el
respeto no tengo
nada que, decirte.
Nunca escondiste nada
de lo que,
sabes, no empieces
ahora, compartí y
trasmitilo todo.
Nos ha
faltado tiempo, nos ha faltado
tiempo……..pierdo a un
hijo, hace tiempo
perdí al alumno,
voz perdes un
país, no sé
si soy capaz
de cuantificarlo, no
sé si quiero
hacerlo. Otros tatamis
escucharan tus risas
y el eventual
KIAI que, solo
soltas, cuando entras
a fondo, sin
dudar, y cosa
curiosa: prácticamente nunca
en competición. No te sobran
herramientas, vas justo,
las que, tenes,
las sabes aunque
haya que, seguir
trabajándolas. Cuando vengan
mal dadas, voz
agárrate a las
bases, te las
enseñe bien, exactamente
como me las
enseñaron a mí,
hasta tu nivel,
estas perfectamente preparado,
no tengas ninguna
duda al respecto.
Nada más,
mijo. No tengo
nada más que, darte;
ojala alcance en
esta aventura nueva,
lejos de nosotros,
solo. Bueno, no
exactamente solo, tu
Judo va contigo
y créeme no
es mal compañero
de viaje.