Siguen los
ecos derivados de mis combates
en el Campeonato
de Ne Waza,
Judo suelo exclusivamente. Por
como perdí y
por como gane
en lo referido
exclusivamente a las
cuestiones Físicas, Mentales,
Tácticas, Técnicas y Espirituales. Porque
ahí estaban mis
compañeros jovencitos analizándome,
diseccionándome a fondo,
querían verme metido
en el lio
y si en
la dureza de
un combate, mantenía
firme mi discurso,
en un combate
de un Campeonato, contra
Judokas entrenados. El
segundo ya lo
conté en otro
post y no
llamo la atención
del pichón de
13 años que
anoche quiso saber
algunas cosas, el
tercero lo gane
con relativa facilidad,
dado que mi
rival era muy
joven y llego
asustado y el
cuarto, fui derrotado
en menos de
20 segundos.
El primer combate
se resumió en
que mi rival
quería estrangularme (Tsukkomi
Jime) usando una
técnica archiconocida, con
una variante que
jamás habia visto
ni sufrido: usaba
las dos manos
y cuando yo
sacaba con mis
dos manos su
brazo, cuya mano
me ahogaba, automáticamente me
estrangulaba con la
otra, en ese
momento estaba desprotegido
y girado para
donde no me convenía. Solo
mi cuello y
su mano aferrada
a mi solapa,
median fuerzas. Mi
contraataque a su
brazo era frenado
con facilidad y
aprovechaba para apretarme
todavía más. El
combate era a
tres minutos, en
ese tiempo 6
veces me tuvo
acariciando el desmayo,
totalmente desarbolado, solo
una técnica que
el Sensei Luis
Ángel Firpo, el
Viejo Firpo, me
enseño hace décadas,
me mantuvo consciente
y el trabajo
de décadas fortaleciendo
el cuello y
aguantando ataques carentes
de piedad, incluso
siendo desmayado, en
ese proceso alguna
vez. Y una
determinación mía, propia,
saldría desmayado, no me rendiría,
necesitaba llegar al
límite, buscar una
oportunidad y aprovecharla.
Tres minutos, termina
el combate, pasamos
a la prorroga
y estamos otra
vez igual. A
los 30 segundos me
tiene y lo
sabe, apreta con
todo, carga el
peso sobre mi
cuello y no
se lo puede
creer cuando me
zafo y contraataco
sin efectividad. El
trabajo está hecho,
no espera que
le cambie y
sigue decidido a
hacerme rendir o
desmayarme. Otro minuto
y medio seguimos
igual, me para
las contras sin
problema, lo para
todo, cuando lo
giro se me
escapa y pierdo
la oportunidad pero
le noto más
cansado que yo
y desmoralizado. Volvemos
a trenzarnos y
finjo que estoy
roto ( Viejo Firpo Tácticas),
que ya no
puedo ni quiero
y se manda
a definir, me
estrangula decidido, ni
se percata de
que mis piernas
se mueven, ni el agarre
en su hombro
ni mi otra
mano subiendo a
su cuello, lo
giro poniendo el
alma, me queda
la reserva nada
mas, mis antebrazos
ya no están,
me falta oxigeno
y fuerzas, solo
mi cuello aguanta,
aguantaría horas, y es esta
o ninguna, lo
inmovilizo y se revuelve como
un gato, pero
no consigue sacarme
y gano.
Preguntas del Pichón.
-¿Cómo aguantaste
tanto, no te
duele el cuello
hoy?- No me
duele nada, muchos
años fortaleciéndolo. Aguante
porque llevo años
buscando aguantar cada
clase un poco
mas y como les explique,
esa técnica, te da uno
o dos segundos,
la diferencia entre
rendirte o seguir
plantando cara. Y
hoy por hoy,
si me imitas
te reviento, te
estrangulan y estas
mal, te rendís.
Entrenamos ese cuello
y en cinco
años vemos, va
en serio, si
te veo hacerlo,
te pego una
paliza. Y no te enseño
ni explico absolutamente
nada mas, nada.
-¿No estabas
pasándolo mal?- Si, fue duro.-
-¿Por
qué no
lo giraste antes?- Habia
que esperar que
se cansara un
poco, trabajarlo, desgastarlo,
generarle dudas. Pocas
veces le habrán
parado ese trabajo,
es muy bueno,
eso lo saco
un poco del
combate, siguió buscando
lo mismo, me
pude despreocupar de
otras técnicas y
centrarme.-
-¿Qué te
dijo cuando te
fue a buscar?-
Que estaba loco y tenía
unos huevos pocas
veces vistos, que
era un loco
valiente y habia
sido un excelente combate.-
-¿Por qué
no te rendiste?-
Porque no era
necesario.
-Te tenia
completamente estrangulado, nos
decís que no
aguantemos si nos
vemos apurados pero
tú no te
rendiste.- Tengo 43
años, hace 30
años, con tu
edad, empecé a
fortalecer el cuello,
si dentro de
30 años haces
lo que yo
hice, entonces no
te pateare el
culo.-
-No podrás.
¿Sabes que vi el sábado?-
Ni idea.-
-Un desconocido,
eras tú, pero
otro tú. En
clase jamás eres
asi de duro
con nosotros. ¿Por qué?-
Están aprendiendo, necesitan
tiempo y paciencia,
en Judo me
sobran de las
dos. Ser duro, más de
la cuenta, con
unos guachos como
ustedes, no es
correcto. Lo correcto
es serlo con
una fiera como
me toco en
el primer combate
y aun asi,
conservar las formas.
Nos saludamos fuera,
le felicite por
su trabajo, es
bueno y el
por mi cortina
de humo, sabía
que le engañe.
Conserva siempre las
formas, entrena duro,
muy duro, prepárate
bien y no
hagas tonterías.
-¿Le engañaste?-
Le hice creer
que ya no
podía mas, se
confió y le
di la vuelta.-
-Lo que
haces con nosotros,
¡Funciona!-
-Todo funciona
si lo entrenas
a fondo y pulís los
detalles, me voy
a la ducha.-
-¿Puedo ponerme
en cada clase
contigo en Randori?-
Claro, pero cuídame,
soy veterano.-
-Jajajajjajajjajjaaj, si,
Jajajajajjaj, te cuidare.-
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