Sensei Luis Ángel Firpo,
no se cansaba
de decir, que
en el Judo,
se lastimaba alguien,
cuando hacía, algo
equivocado o un
compañero, se equivocaba.
Si todos, actúan,
como es debido,
no se lastima
nadie. Pero nos
lesionamos y retomar,
los entrenamientos, se
hace un poco
complicado; cualquiera, que
lleve un tiempo,
transpirando Judoguis, lo
ha vivido y
conoce, las dificultades, que
se afrontan, para
conseguir, volver a
estar en buenas
condiciones y disfrutar,
del Judo, en el
tatami. Normalmente, volves
y todavía duele,
la lesión, no
tenes confianza, te sentís descoordinado, sin
estado físico, son
todas desventajas, pero
llegaste hasta el
tatami y la
experiencia, te enseño,
los pasos a
seguir. Calma, paciencia
y pasito a
pasito, sin olvidar,
la constancia, serán
vitales. ¿Qué pasa
con los jóvenes
y sus primeras
lesiones? Necesitan, que
los veteranos, estemos
ahí, guiándoles, dándoles
ideas y mostrándoles,
el camino, el
Sensei, está ocupado
con todos y
ayudarle, siempre, en
lo que nos
pida o veamos,
que podemos, es
una máxima, un
axioma. Lorena tiene
16 años, es Ikkyu y
se hace un
esguince en la
rodilla izquierda, que la aleja,
más de un mes, del
tatami. Cuando vuelve,
tiene dolor, cero
confianza y evidentemente, va
a un ritmo
suave; habla mucho,
hace lo que,
se anima y
puede, pero viene
a entrenar y
eso es lo
importante. Varias veces,
de pasada, le
digo que haga
algo, que no
le duela, cuando
la veo quedarse
parada; pero claro,
yo se que
puede hacer y
ella no, es
joven, lleva poco
tiempo y es
su primer, lesión
importante. Varias clases
después de su
reintegro, veo que,
no adelanta nada,
quiere, pero no sabe cómo,
necesita ayuda, orientación
y de inmediato.
Me disculpo con
mi Uke, corto
el Uchi Komi
y me acerco
a Lorena. Ella
hace Ippon Seoi Nage
y su rodilla,
no le deja.
-De zurda
Lore, Harai Goshi,
carga el peso,
sobre la pierna
derecha, cuida los
giros y lleva
la pierna izquierda,
sin apoyarla, excesivamente, compensa
con los agarres,
tu mano izquierda,
tiene que, ser
firme, un cable
de acero y tambien apoyarse, en
tu Uke.-
-Por ese
lado, soy nula.
Y me duele
el hombro izquierdo.-
Lo dijo compungida,
como si fuera
culpable de algo, y no
lo es, no
trabaja por la
zurda, porque no
la obligamos; sabe
caer porque no se le
tuvo piedad y
se le obligo,
a dominar las caídas, otras
cosas, ya no
obligamos a aprenderlas,
son tiempos distintos.
-Pasa tu
mano, por debajo
de la axila
de ella, métela
hasta el omóplato,
proba a agarrar
o abrazar, lo
que no te
duela. Con ese
agarre, estarás muy
pegada, aleja las
caderas y desequilibra
bien, tu mano
derecha, es mas básica y
fundamental, que nunca,
si desequilibras sobradamente,
funcionara. Proba.-
Entra con
dudas, no le
duele nada y vuelve a
intentarlo, el caso es que,
le sale bien,
no tiene vicios,
con esa técnica
por la zurda.
-La cadera más baja,
y pásala un
poco menos, que
sea tu pierna,
la que se
apoya en ella. ¿Te duele
algo?-
-No.-
-No te
quiero ver más,
parada. Sigan.-
-Gracias.-
Volví con
mi Uke y
retomamos, le tocaba
a él, levante
la mirada para
controlar a Lorena,
que trabajaba concentrada,
ahora sabia, que tenía que
hacer y cómo
hacerlo, era todo
lo que, necesitaba.
Sensei enseñaba, a dos
compañeros, en su
primer clase, cuando
lo mire, asintió
con la cabeza,
después de mirar
a Lorena, que seguía con
sus entradas, por
la zurda. En
la ducha pensé,
que solemos creer,
que los demás,
especialmente, los jóvenes,
saben o deberían
saber, determinadas cosas,
pero no suele
ser así. Lorena
se sorprendió, de que,
ese
agarre fuera valido,
por ejemplo y le
di, masticados, todos
los detalles, aprendidos
en sucesivas lesiones
de hombro, buscando
poder trabajar, a
pesar del dolor. Hice lo que, hacían
conmigo, enseñar y
mostrar, lo poco,
que se, absolutamente, todo
lo poco que
se y hacerles,
visible, el camino,
que solo, ellos,
podrán recorrer.
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