Hace
más de treinta años que escucho hablar de equiparar a la
mujer con el hombre en el tema laboral, principalmente en
lo concerniente a lo que cobran ellas respecto a lo que
cobramos nosotros. Son muchos años y no se avanzo nada, es
muy fácil: o ellas pasan a ganar lo mismo que nosotros o
nosotros lo mismo que ellas. Cortita y al pie, tuya,
hacelo. No hay voluntad de
ninguna clase de hacer nada y punto. Del
Maltrato a las Mujeres, la Violencia de Género, esa lacra
infame que nos desborda, lo mismo; llevo años, décadas,
viendo distintos programas de asistencia, de sensibilización
y ningún resultado positivo, incluso las mujeres denuncian
cada día más, en un acto de valentía en soledad, no hay
protección suficiente para ampararlas y a sus hijos, si los
tienen. No disminuye, aumenta; algo hacemos mal al educar a
los bebes cuando son bebes, cuando son niños y cuando son
jóvenes y en ese punto, son las madres, las mujeres, las
que deben replantearse permitir ciertas conductas que
degeneraran en violencia hacia otras mujeres en el futuro;
son las mujeres, quienes nos educan y enseñan, la mayor
parte de todo lo que aprendemos, en la infancia, momento
donde hay que fijar conceptos y uno es: las nenas son como
mamá, hay que respetarlas, respetarlas y respetarlas, también
quererlas. En
esta linea, anotar a las niñas a Judo y que aprendan a
manejarse con niños y a defenderse, derivara en mujeres que
nadie atropellara, porqué sabrán defenderse. O a cualquier
otro sistema de defensa sin armas que les proporcione una
efectividad parecida y les dote de seguridad y tranquilidad,
para esquivar, el maltrato. Las
mujeres, terminaran con esto, con el machismo, cuando se lo
propongan y estén hartas de verdad, de ser dianas y no
lo quieran para sus hijas; cuando miren a sus hijas con
visión de futuro y miren a sus hijos de igual manera y
entones, se pondrán manos a la obra y el problema estará
erradicado en cuarenta años. Y
no se me enojen, mi madre tuvo visión de futuro conmigo
y se aseguro de que no fuera un maltratador, lo corto de
raíz, en cuanto detecto que yo arreglaba mis diferencias
con las niñas, pegandoles y ella me decía esto, cuando
tenía once años, 1981, nunca entendió que las mujeres
discriminen entre los hijos y las hijas, criandoles con
diferente vara de medir. ¿Porque
a mamita no se le pega? ¿Porqué la hermana es una
santa? Eso excluye a todas las demás mujeres, a las que
no son mamá ni la hermana. Hay que enseñarles a los
bebes, que todas las mujeres, son como mamita y mientras lo
hacemos, llevamos a las niñas a aprender a defenderse y
que les peguen, si les da la gana dejarse. Es
un tema que deberíamos haber resuelto hace años, tema
general, para mi son distintas partes de un todo, en el
que la mujer es vista como algo inferior, como si valieran
menos o les temiéramos; como si en algún momento de la
historia de nuestra especie, ellas hubieran tenido poder y
temiéramos que volviera a pasar, porqué no nos dejarían
hacer bobadas como ir alegremente a la guerra, o permitir
que existan niños viviendo en un basurero, en el que han
nacido o que haya especímenes del ser humano, que le
peguen a las mujeres. O
tememos la fuerza de la mujer, que no solo es capaz de
gestar niños, también de criarlos y educarlos, trabajar en
casa y afuera, en simultaneo, ejercer mil oficios, que van
desde el de mamá, payasa, consejera, administradora,
mediadora, maestra, novia, esposa, compañera, confidente,
cómplice, juez, jurado, enfermera, dibujante, cocinera,
limpiadora, planchadora, decoradora, estilista, peluquera,
ejemplo de superación y lucha, de constancia y de líder
de la familia, incluyendo a las mascotas; tanto lidera y
tan bien lo hace, que nadie diría que mamá esta detrás
de cada detalle y solo se nota, cuando ya no esta. Eso es
saber gestionar. Yo
ofrezco lo que tengo: Judo. Una niña que entrene desde los
siete a los trece años, estará a salvo de la lacra del
maltrato. Para
lo demás, creo que solo hace falta coraje de las
administraciones, dejarse de tanta palabrería hueca y
decretar la paridad, pero les presupongo cobardes, como con
todo, hablar o hasta escribir es re fácil, plasmarlo en
ley, es otra cosa. Me
temo que esto no se terminara a menos que nos pongamos en
serio y con seriedad, a erradicarlo, tenemos que arrancarlo
de cuajo y eso implica, que nos dejemos de poner curitas y
ataquemos el problema en el origen.
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