Sábado 26
de abril del
2014, 18:47; bajo a
la calle con
ropa deportiva, hace
calor, camino escuchando
música hasta el
parque que hay detrás
de
casa, los niños
corretean, los padres
charlan; en la
fuente, varios niños
llenan bombitas de
agua y se
las tiran por la cabeza. No tengo
un Dojo disponible
ni compañeros y
mi físico clama
para que no
me ponga a
hacer nada. Sabe
que perdió, ya
puede doler, yo
voy a evadirme
un rato, solo
tengo que apretar
los dientes, buscar
nuevos límites. Necesito
motivación, porque el
dolor es real
y juego sin
piedad, pecho con
tutti e imagino:
Vas con Luna,
tres, cuatro o
mas imbéciles, quieren
tu billetera, que está seca,
pero no lo
saben y les
rodean, Luna no es rápida
y ese abductor
aguanta trote suave,
sin apretar y jamás harías eso, ¿verdad? Dejarla
solita, no, no harías eso, sería otra cosa, la
que harías, sin
importar tu hombro,
tu tríceps, tu
abductor y el
tobillito; bueno nene,
pensa que son
seis y Luna
llora. Soltate.
Para empezar 10
minutos de trote suave
y a continuación Tandoku-Renshu, Estudio
libre. Una franja
de piedras chicas
de tres metros,
rodea todo el
parque, por dentro
de las rejas,
me apropio de
30 metros, con
sombra, será mi
tatami y empiezo
con De-Así-Barai, derecha-izquierda, ida
y vuelta; le
sigue Ko-Uchi-Gari, retrocediendo yo,
derecha-izquierda, ida; vuelvo
con O-Uchi-Gari, derecha-izquierda. Siguen: Tai-otoshi (Cuidando por
la derecha) retrocediendo
y siguiendo a Uke; Sode-Tsuri-Komi-Goshi, empujando;
Morote-Seoi-Nague y me
entusiasmo, bajo demasiado
y el pinchazo
del abductor es fantástico, apretó
los dientes, derecha-izquierda, cuando
empujo y cuando
estiro; O-Soto-Gari, derecha-izquierda. Harai-Goshi, derecha
izquierda, empujando y
estirando. Uchi-Mata cuando
Uke retrocede, derecha-izquierda y
Hanei-Goshi, derecha-izquierda. Con
saltos, girando la
cadera en el
aire, con salto
intermedio, con apoyo
profundo. Probando distintas
maneras, probando todo
lo que alguna
vez me enseñaron,
vi o sufrí;
llevo un mes haciéndolo, buscando
soltar la cadera
con velocidad y
recuperar un buen
desequilibrio. De izquierda
tenía que frenarme,
la pierna derecha
no está para
juegos, está al límite y
no puedo permitirme
parar, no puedo.
Para no cargarla,
trabajaba mas por
la derecha, tengo muchísima mas
velocidad, esta mas
trabajado y es
mi lado bueno. Entonces me
paro con la
pierna derecha adelantada
pero mis brazos
simulan agarre zurdo;
algo que me
han querido corregir,
procuro evitarlo pero
vuelvo, soy porfiado,
muy cabezón y ahí había
algo para mi,
solo tenía que
ser constante, solo tenía que
confiar en mí,
solo tenía que
trabajar, perseverar y
superar mis limitaciones.
Miro mis pies,
incongruentes, burlándose de
mi escasa lucidez,
vamos Rafita, me
pincho, ¿Qué ves
hace años, que perseguís, con
constancia de demente?
¿Qué intuís ahí,
que hay? Necesito
un Sensei, no
termino de ser
capaz, solo. Eso
es verdad, si, también es
verdad, que es
hora de que lo consigas
o lo dejes
Rafita, es hora
de dejar de
construir cimientos y
subir a la
planta baja. ¿Qué viste ahí? Pensa. Es
Shiai, te tiene,
sorpréndelo, gana. Si mando la
pierna izquierda a
fondo, apoyando la
punta del pie
lo mas girado
posible, cuando gire
la cadera, metiendo
la derecha, más
a fondo todavía,
y la apoyo
ya girado el
pie y levanto
la izquierda, tendré
una entrada fulgurante
y potente, válida
para cualquiera de
las dos, Hanei-Goshi
o Uchi-Mata y
si tiro a
los testículos, bueno,
será algo digno
de verse. Proba.
Probé y fue increíble, volví
a repetirla, mire
bien lo que hacía, suavecito,
dos veces y
otra vez a
fondo, hasta quedar,
jadeando, feliz. Me
pare asombrado, eso había visto,
eso buscaba, el
martes a probar
con un Uke, a ajustar
el movimiento, a
coordinar el desequilibrio, aunque
acababa de desvelar
el misterio. Rompí a
llorar, pura catarsis,
estire moqueando; pensé en
los Senseis, les agradecí haberme
señalado el camino
y que parte
del mismo, lo
hicieran conmigo, aunque
ellos siguen orientándome,
me orientan. Camine
a casa, me reía y
lloraba, vaya manera
más despiadada de
motivarme, menudas situaciones
inventaba; había desconectado,
objetivo primario y
apretado los dientes,
ignorando el dolor;
habría sido mas fácil destrozar
a cuatro imbéciles
y lo sabía. Me metí en
la bañera un
buen rato y después me senté
a contarlo y
compartirlo. El Judo
no necesita un
Judogui, ni un
tatami, solo necesita
a un Judoka,
enamorado del Judo.
No soy especial,
ni siquiera diferente,
me costo, pero empecé a
hacer caso a
los Senseis y
a partir de ahí, con
sudor y amor,
las cosas van
saliendo. Si yo
puedo, cualquiera puede.
sábado, 26 de abril de 2014
domingo, 20 de abril de 2014
Bonsái Natural.
El Señor Miyagi
nos dijo que
los mejores Bonsái,
nacían en la
naturaleza, en lugares
salvajes y recónditos
y que así debía ser.
La belleza espera
detrás de cada
roca, y sentir
las piernas doloridas
de trepar, tienen
premio, al llegar
a destino, que
puede ser la
cima, una cueva,
un remanso del
arroyo o toparte
con un Bonsái
de Higuera, con
dos higos preciosos,
de camino al
destino. Ayer tuve
el premio gordo
y de remate escale hasta
el arbolito, poquita
cosa, menos de 3
metros, pero no creía que
fuera a poder
y desde luego,
los testigos y la fotógrafa,
se reían a
base de bien, viéndome gruñir,
aferrándome a las
rocas. Y más
se rieron cuando
era hora de
bajar. Disfrute de
todo, absolutamente todo,
incluido el miedo,
cuando mis manos
no conseguían agarre
inmediato y tanteaba
en busca de
asidero firme y
mis pies resbalaban,
al final, los
dedos siempre encontraban
una grieta, solo convertí a las rocas
en un Judogui
y de eso,
entienden mis dedos
y si, cada
cual juega con
lo que tiene.
En algún punto,
del interior de
Valencia, en la
Comarca de Los
Serranos, en los
alrededores de Chelva,
en la Ruta
del agua y
mas no les
digo, está el Bonsái, admirable
desde el camino, se
puede fotografiar fácilmente.
lunes, 14 de abril de 2014
Mi droga favorita.
Para sexo:
usan drogas; para diversión: usan drogas; para evadirse: usan
drogas; para inspirarse:
usan drogas y
para quererse: usan
drogas. Algo va
decididamente mal en
mi vida, las únicas drogas que
uso, son las
de prescripción médica.
Bueno, estoy mintiendo,
uso y abuso,
de una Droga
Dura, muy adictiva,
tremendamente adictiva y de la
que es imposible desengancharse. Jejejejeje,
pero no sale
en los controles,
no tiene contra
indicaciones y si
beneficios de todos
los colores. Es barata, demasiado,
es algo que
hay que cambiar,
quienes la mantienen
pura, deberían ganar más, bastante
más. Si te
van mal las cosas, te aúpa y
si te van
bien, te ayuda
a disfrutarlo. Te
hace creer que
sos valiente, con
efectos lentos y
perdurables, no se
va en minutos,
dejándote abandonado y sintiéndote un
miserable. Es buenísima
en dosis de
calidad, hay mucho sucedáneo, tan
rebajada y cortada
que no vale
para nada. Ningún policía
de ningún país
te detiene por
consumirla y en
muchos casos, ven
con buenos ojos
que lo hagas,
dada las características, que
imprime en sus
consumidores(No las aireare,
para evitar una
avalancha de buscadores
de sensaciones fuertes)
y que son, absolutamente deseables
por la sociedad. Pucha, releo y
caigo en que
soy un adicto
mas y que
uso mi droga
para todo, soy
un fraude total…bueno,
en un rato
me doy una
sobredosis y me
olvido de todos
ustedes, de mis
dudas, de mis
fracasos, de mis
sueños, del pasado,
del ahora y
del futuro y
solamente me ocupo
de mí y
mis compañeros. Si
nosotros seguimos drogándonos
en grupo, mantenemos
los vínculos del
grupo, como hacían
los ancestros en
la noche de
los tiempos; todo
en beneficio del
grupo, siempre. Incluso introduzco
a mi niña
en su consumo.
La llevo a
la plaza, le
digo que haga
volteretas, y le
marco ejercicios y le
miento como un político, cuando
le digo que es un
baile, una coreografía,
y la estoy
drogando. Otra diferencia,
nadie le daría
a su hija
de 8 años,
la droga que
se mete, nadie.
Bueno, yo sí,
frente a otros
padres y muchos
niños, soy así
de degenerado y
no me había
dado cuenta, fue
gracias a ustedes
y a escribir
esto, que lo entendí. Hay
muchas ofertas de
sustancias, fuaaaaaaaaaa: GBH, Éxtasis,
MDMA,
Cocaína, María, Hachís,
Ketamina, 5-MeO-DMT, DMT,
Speed, Crack, LSD, Mandrágora, Belladona,
Hongos varios, Heroína,
Opio, Alcohol y podría seguir.
Son todas basura,
prueben el Judo,
no se arrepentirán,
te acompaña desde
el primer día,
hasta la muerte,
fiel compañero de
viaje, nunca te
deja tirado.
sábado, 12 de abril de 2014
Con Judo me defiendo.
Con cierta
frecuencia, me dicen
que el Judo,
no es válido
como Defensa Personal,
porque en la
vida diaria, nadie
va de Judogui
y las técnicas
son inocuas. No tendríamos de
donde agarrarles y
como además no
golpeamos, derrotar a un oponente
o más de uno,
nos sería imposible.
Por supuesto, esas
personas, no han
hecho ni siquiera
una clase de
Judo; las que
conozco, que si
han hecho una,
como mínimo, reconocen
que el Judo
tiene posibilidades. Es
suficiente con que
les despegues del
piso o sientan
un poco el
trabajo en el
suelo y ya,
si los pones
con mimo en
el tatami e
imaginan lo que
debe ser caer,
si un Judoka
quiere darte contra
el tatami y
si es fuera
de este, entonces
seguramente, dolería mucho
y podía fácilmente,
dejarte fuera de
juego. Perciben el
poder que escondemos,
con sabiduría, mucha sabiduría. Me
lo dijo un
amigo ayer, un
Budoka de verdad,
no de boquilla
y no es,
porque me lea,
sobra entre nosotros,
darnos cera; y
tiene razón: la mayoría desconoce
la realidad, las
peleas en la
calle. Un Dojo,
un Gimnasio, un
lugar entre gente
amable y educada,
que le cuesta
intentar pegarte cuando
se lo pedís,
para entrenar algo;
no se acerca
nunca, a una
pelea de verdad,
donde ni somos
educados, amables y ni
siquiera humanos y
tendemos a olvidarlo,
demasiadas veces. Por otra parte,
está el tema de
poder
probar las técnicas
a fondo: patear,
pegar, clavar, cortar;
usar cualquier objeto,
susceptible de convertirse
en arma y
hacerlo de verdad.
Es inviable, no
podemos, hay que
conformarse con marcar
y simular, buscando,
el máximo realismo
posible, estar lo más cerca
de la realidad
que podamos. Claro que
nosotros, tenemos algunas
características que nos
posicionan, ventajosamente que
son: 1- Hacemos
las técnicas, de
la misma manera,
siempre y las
repetimos tal cual,
en cualquier situación.
2- No usamos
golpes, te golpeamos
contra el piso
y podemos incluso,
caerte encima, maximizando
el impacto, ya de por sí, duro.
3- Dominamos la
distancia cero, si
conseguimos llegar al
cuerpo a cuerpo,
imponemos nuestra ley. 4- Los
campeonatos, dan otra
perspectiva más cercana,
más realista en
muchos aspectos: trabajar
ahogado y con estrés, entre otros.
5- Todos los
potenciales enemigos, tienen
brazos y cabeza,
donde prendernos. 6- Fuera
del tatami, quien
caiga, difícilmente se
levante. 7- Dominamos
el suelo, no es lucha válida, para más de
un adversario, en
general; pero si
es uno solo,
llevarlo al suelo
y controlarlo, es fácil. 8- Jardineras, coches,
paredes, rejas, papeleras
y bancos nos
proporcionan, excelentes oportunidades
de ejercer como
tatami, para nuestros
agresores, resultan definitivas
y solo se usarían en
casos extremos. 9-
Dominamos los desequilibrios. No
le damos importancia
y lo vemos
como natural; un
agresor desequilibrado, no
tiene punto de
apoyo firme para
golpearnos y ya
contamos con la
ventaja necesaria, para
llevarlo al piso
y poner fin
a la amenaza.
10- Cualquier intento
de abrazarnos el
cuello u otra
parte del cuerpo,
nos da ventaja
inmediata, porque estamos
acostumbrados, no nos
sorprende ni nos
asusta. 11- Tenemos
el cuello adiestrado,
estrangularnos puede resultar
imposible, una mala
idea. 12- Sabemos
caer, no le
tenemos miedo al
piso, ventaja nada
desdeñable. A todo
esto, sumémosle que
un Judoka, puede
elegir la intensidad
del estropicio que
quiere hacer. Puede
dominar y controlar,
evitando producir daño;
puede hacer algo
de daño; puede
hacer mucho daño
o puede asegurarse
de que no
se levanten, según sea la situación.
No es una cuestión menor,
contar con ese abanico de
opciones a disposición,
nos dan flexibilidad
y la posibilidad,
de siempre, cuidar
al agresor o
poder, elegir no
hacerlo pero manteniendo
el control nosotros
del daño que
infringimos. ¿Cómo lo sé? No
siempre fui tan diplomático, no
siempre conseguí arreglarlo
hablando, no siempre
pude huir, no
siempre quise hacerlo,
no siempre iba
solo y nunca
mire para otro
lado, si era
una mujer, estaba
sola y era
uno o eran
varios. Si entrenaste
de verdad, si
te tomaste las
cosas en serio, sentirás un
nudo en el
estomago, traspiraras, de
golpe, mucho, el corazón se
desbocara, sentirás miedo,
tendrás dudas y
cuando el cuello
de botella busque
tu cara, entonces,
o sos un
Judoka o estarías
desfigurado o muerto.
Un control del
brazo armado, la
mano libre en
la garganta, como arrancando la tráquea y
no le di
en los testículos,
porque pensé en
mi Sensei, ya
era mío, sobraba
nada mas, siempre,
siempre que el Sensei pueda
sentirse orgulloso y
no le conté,
por las dudas,
lo que había
pasado y entonces,
me lo sacaron,
como quien le
saca una presa
a un Dogo, difícil, no quería soltarlo,
quería destrozarlo. Rompió
una botella y
se me vino,
no era una
broma, no lo
fue, solo que yo, ya hacía caso y
buscaba mis limites
en el tatami.
El Judo ya ejercía de
contrapeso, pensé en mis Senseis,
con la adrenalina
al máximo, con
el corazón desbocado,
furioso, nunca hagas más daño
del necesario, atine
a evocar y
les honre.
Accidentes en
moto, caídas espectaculares, menos
de un segundo
para decidir; peleas
donde caer al
suelo habría sido
el fin; otras
donde mas valía
ser rápido, expeditivo
o no lo contaría y
las que son mayoría: correr,
huir como un
demonio. Algunas, con
enemigos a metros,
durante kilómetros. Todo
eso, con una
clase de Judo
tres veces por semana, casi
dos horas. Los sábados, correr
20 minutos, jugar algún deporte
o clase de
Judo, dos horas,
pero no siempre
teníamos los sábados.
Cuando me dicen
que no sirve
para defenderse, me
entra la risa,
pero claro, si no tenes
ni idea de
lo que es
una pelea callejera,
entonces, opinas desde
la teoría. Y
hoy, es una
actividad muy extendida,
opinar sobre lo
que no se tiene
ni idea pero
se cree que
si. El Judo
esconde, es reacio
a mostrar su
potencial, incluso a
quienes entrenan y
lo hacen con
seriedad; esta agazapado,
camina en tu
calzado, alienta en
tus pulmones, se
hamaca en tu corazón, medita
en tu mente,
se amalgama en
tu espíritu, viaja
en tus venas
y paciente, espera
a que la
vida te enfrente
a cualquier cosa
que requiera: velocidad
mental y de
toma de decisiones,
criterio, habilidad, resistencia
física y mental,
creatividad, inventiva, coraje,
humanidad y control,
entonces, aflora y
te ayuda, sacándote
del lio; ese
día descubrís que
sos Judo. Sumamente efectivo,
extremadamente efectivo, incluso
contra adversarios de
dos metros y
unos buenos 115 kilos
de peso o
mas; valido contra
uno o varios;
valido contra un
objeto punzante, un cinturón, un
palo o una
cadena, valido, valido
y valido. La sabiduría
del Judo es
inmensa, esconde por
sistema absolutamente todo,
no solo a
quien lo mira
desde afuera, sino
que incluso, de
quienes lo estudiamos;
la mayoría, no
tiene la menor
idea, del poder
del Judo fuera
del Dojo, pretender
que quienes nunca
han hecho Judo,
comprendan una parte
de su poder,
igual, no es
muy lógico. Igual están todos
invitados/as a acercarse
al estudio del
Judo, seguro hay
un Dojo cerca
de casa, anímense
y paciencia, lleva
tiempo, pero se agazapara y
esperara, paciente, a que la
vida reparta, entonces,
serán Judo.
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