Fue un
despegue suave sin turbulencias que zarandearan la nave. El viaje al siguiente
planeta fue rápido, este no sería como el anterior. Para empezar las
temperaturas eran más bajas, obligaban a ir bien abrigado, con hielo y nieve en
muchos sitios las cosas se complicaban bastante. Servía el mismo vehículo Todo
Terreno para las primeras exploraciones, solo había que ponerle cadenas a las
ruedas, cosa que hice.
La atmosfera
era baja en oxigeno, eso obligaba a llevar mascara y respirador de apoyo. La
nave se había posado sobre una explanada junto a una montaña, el lugar no me
parecía adecuado puesto que al tener la montaña
al lado no veíamos nada de lo que se acercase desde ese punto. Nada más
bajar entre el ulular del viento sentí aullidos que me erizaron la piel bajo el
abrigo. Recorrí la explanada sin alejarme mucho de la nave pues no me gustaban
nada los aullidos ni ver tan poco a mí alrededor. Estaba ya regresando cuando
desde un costado algo peludo golpeo el vehículo desde la derecha. No vi que
era, solo que tenía un tamaño medio. Metí el vehículo en la nave y tome
muestras de pelo para que las analizaran en el laboratorio. OP me puso al tanto de que parecía
un planeta rebosante de vida, las cámaras captaban movimientos a cada rato y
los sensores lo mismo. No recomendaba que saliera a pie, y estábamos de acuerdo
en eso por completo. La criatura que ataco al vehículo me habría matado solo
con el golpe y seguramente tenia garras y dientes afilados para ayudarse
llegado el caso. Era imperioso planificar las salidas en el vehículo y tener en
cuenta que los robots serian atacados por dejar a los más sensibles en la
nave.
Parecía claramente un planeta que
sería destinado a extraer materiales, la climatología no invitaba a otra cosa, a menos que se
descubriera algo que llevase a cambiar de opinión. Cosa harto improbable.
La segunda
salida la hice con OP todo el tiempo dándome indicaciones, estaba preocupado y
se le notaba, no quería perder a su Explorador, así que me daba las lecturas
del radar que a mí me llegaban en tiempo real al vehículo, cada pocos segundos
volviéndome loco y deseando que encontrase alguna otra cosa a que dedicarse.
Pero no surgió nada que lo apartase de mí, estuvo todo el tiempo
supervisándome, atento a los sensores y las cámaras, por si se detectaba algún
peligro. No sufrí ningún ataque en todo el recorrido, volví a la nave aterido
de frio pero salvo eso, sin ninguna novedad.